La Copa América de Vela se celebrará en Barcelona en 2024. Se trata de la competición más antigua del mundo y uno de los acontecimientos deportivos que genera más impacto económico y mediático, asimilable a los Juegos Olímpicos y los mundiales de fútbol. La elección de Barcelona por parte de los organizadores para su 37a edición ha sido confirmada este lunes por la alcaldesa, Ada Colau. “Hoy Barcelona celebra otra gran buena noticia y es que nuestra ciudad acogerá la Copa América de Vela”, ha expuesto Colau en un vídeo en su perfil de Instagram.
La candidatura para acoger este evento ha conseguido forjar un consenso sólido entre las diferentes administraciones implicadas —que aportarán hasta 45 millones de euros a la organización—, desde el consistorio hasta la Generalitat y el Gobierno, así como el Port de Barcelona y la iniciativa privada de la ciudad, que también aportará capital para organizar el evento. Colau ha señalado que la apuesta que está haciendo la administración por impulsar la economía azul y la transformación del Puerto Olímpico han sido factores decisivos para que la organización se decantase por la capital catalana, que competía con Málaga, Cork (Irlanda) y Yeda (Arabia Saudita), después de que Valencia fuera desestimada.
“Somos una ciudad náutica y tenemos una experiencia acreditada, no solo en atraer eventos deportivos, sino también en generar sinergias y hacerlos crecer. Barcelona tiene todas las capacidades y el talento para salir de esta crisis con fuerza, y muestra de ello es que cada vez más eventos de referencia se consolidan en nuestra ciudad”, ha defendido. La alcaldesa ha puesto como ejemplo el Mobile World Congress (MWC), que cerró su última edición con más de 60.000 asistentes; el inminente aterrizaje por todo lo alto del Integrated Systems Europe (ISE), la feria audiovisual más importante a nivel internacional, y la Capitalidad Mundial de la Arquitectura que ostentará la ciudad en 2026.
Para Colau, otro factor positivo de acoger la Copa América de Vela es el hecho de poder alargar en el tiempo su impacto en la ciudad, un factor también perseguido en otros eventos internacionales como el MWC. “Se trata de una competición donde, más allá de los días del evento, los equipos participantes hacen grandes inversiones en innovación y que, por lo tanto, tiene un impacto económico sostenido durante los dos años previos a la regata. Además, la competición apuesta de forma muy decidida por el uso de energías renovables”, ha remarcado.
Este torneo ya hizo parada en Valencia en dos ocasiones, en 2007 y en 2010. En las 36 ediciones previas, la competición se ha celebrado tradicionalmente en Estados Unidos, a pesar de que en los últimos años también se ha hecho en ciudades de Nueva Zelanda, como en la última edición, en 2021, con Auckland como sede.
