Las dificultades para hacer llegar a la industria las innovaciones que idean los investigadores en los laboratorios son uno de los grandes obstáculos que sufre la investigación. El programa Tecniospring de Acció, que depende del Departament d’Empresa i Coneixement, busca superar esta brecha fomentando la incorporación de talento investigador en empresas y centros tecnológicos, con la financiación del 100% de su contratación.
Este programa ha apoyado a la investigadora Raquel Garcia Pacheco y su proyecto de economía circular que permite alargar la vida útil de los filtros que hay en las desaladoras. Una planta desaladora de grandes dimensiones puede tener hasta un total de 20.000 membranas instaladas para el tratamiento de agua de mar. El agua desalada que se obtiene se destina a múltiples usos, como el abastecimiento de agua potable y el regadío. Estos filtros se renuevan cada cinco o diez años y se tiran directamente a los vertederos o a las incineradoras. En concreto, cada año se tiran más de un millón de filtros a escala global, con un elevado coste ambiental.
Garcia Pacheco ha desarrollado una tecnología que reaprovecha las membranas que se usan en las desaladoras en los tratamientos de potabilización de agua y las destina a otras plantas de tratamiento de aguas. El reciclaje de estas membranas permite ofrecer un nuevo uso para que se puedan volver a utilizar en otras instalaciones más pequeñas, dedicadas a la producción de agua para regar, procesos industriales y tratamientos de aguas residuales.
“Somos capaces de regenerar las membranas sin alterar significativamente sus propiedades iniciales pero también las reciclamos convirtiéndolas en nuevos productos”, explica Garcia Pacheco. Sobre los nuevos filtros reciclados, la investigadora señala que siguen separando los virus y las bacterias y, en función del tipo de producto reciclado, también son capaces de seguir separando las sales.
El centro tecnológico gerundense Lequia contrató a la investigadora en 2019 gracias a esta ayuda de Acció para desarrollar conjuntamente su proyecto. En el primer año del proyecto, la investigadora ha trabajado en Australia, en la University of New South Wales, donde ha desarrollado un nuevo sistema para llevar las membranas recicladas.
En el segundo año, ya en el centro Lequia de la Universitat de Girona, la invención de Garcia Pacheco tenido una aplicación industrial en la empresa Telwesa, gracias a la donación de membranas usadas por parte de Sacyr Agua y al apoyo de Imdea Agua para las pruebas iniciales de laboratorio. “Con Telwesa hemos probado las membranas regeneradas en sus instalaciones para tratar aguas residuales de vertedero”, expone Garcia Pacheco. “La mitad de la instalación ha funcionado con este tipo de membranas durante un año y la producción de agua y su calidad ha sido similar a la de las membranas comerciales”, remarca. De cara al futuro, Garcia Pacheco y el centro Lequia prevén la puesta en marcha de una spin-off que dé continuidad al proyecto inicial, que ya cuenta con una solicitud de patente europea.