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n unos aspectos eran la noche y el día, como sus maridos. Una quería acompañar a su esposo, Lluís Companys, a todas partes y que la reconocieran. La otra se quedaba en casa y la gente pensaba que Josep Tarradellas era soltero. Carme Ballester era una mujer politizada, que quería dar su opinión y ser escuchada. Antònia Macià era reservada, y si bien tenía su idea política se guardaba mucho de darla, tal como su esposo le pedía, contrario a que las señoras metieran mano en los asuntos de gobierno y partido.
En otras facetas, eran mujeres con caminos paralelos. Ambas se dedicaron a coser en distintos momentos vitales para sobrevivir y también experimentaron las miradas de desaprobación de las señoras de la burguesía barcelonesa siendo como eran, a pesar de su extracción trabajadora, esposas de dos de los políticos con más relieve en la Cataluña de los años treinta. Sobre todo, Ballester y Macià acompañaron Companys y Tarradellas en la devoción de ellos por sus hijos.
En el caso del primero, la trágica búsqueda de Lluïset, en el contexto de la ocupación nazi en Francia, lo llevó a la detención y posterior fusilamiento. Carme Ballester, una vez lo localizó, se hizo cargo de él el resto de su vida, incluso no siendo su madre biológica. En el caso del segundo, el síndrome de Down de Montserrat fue siempre tomado en consideración de una manera humana, natural, contando con el apoyo Antònia Macià, que tuvo buen cuidado de su primera hija.
El medio centenar de personas que se reunieron en el espacio Francesca Bonnemaison de Barcelona el pasado 17 de octubre pudieron seguir el recorrido vital de dos mujeres con biografía en mayúsculas, al margen del trascendente periplo de quienes fueron sus parejas. Lo hicieron de la mano de dos buenos conocedores de sus figuras, el historiador Oriol Dueñas, autor de la reciente e interesante biografía Carme Ballester: compromís, resistència i solitud (Gregal, 2018) y Montserrat Catalán, hasta hace un par de años directora del Archivo Montserrat Tarradellas i Macià, ex secretaria del presidente Tarradellas y persona de la más estricta confianza de Antònia Macià.
La confrontación de estas biografías supone un iniciativa para reunir vidas de mujeres que merecen ser puestas de relieve, fruto de la colaboración del Institut Català de les Dones, la cátedra Josep Termes y el apoyo de la Diputació de Barcelona, beneficiándose del auspicio del ciclo Doblemente invisibles.
Dueñas, en una intervención acompañada de imágenes poco conocidas de Ballester, quiso incidir en el carácter fuerte de ella, “la influencia en Companys y en la felicidad que vivió a raíz de la relación con éste y su matrimonio, aunque se diera una vez ya iniciada la Guerra Civil”. Terminada la contienda, en el exilio, fue precisamente Tarradellas quien más la ayudó a superar las penalidades y la soledad de quien había ejercido de primera dama, aunque el cargo no estuviera institucionalizado.
“Cuando visitaba a Tarradellas en Saint Martin le Beau -recordó en su magnífico y detallado parlamento catalán-, Carmencita siempre quería beber Evian”. Así lo disponía en la medida de las posibilidades Antònia, quien por años le había tomado el relevo como esposa del presidente de la Generalitat en el exilio, una mujer que “por encima de todo siempre supo estar”.
La confrontación de estas biografías supone un iniciativa para reunir vidas de mujeres que merecen ser puestas de relieve, fruto de la colaboración del Institut Català de les Dones, la cátedra Josep Termes y el apoyo de la Diputació de Barcelona, beneficiándose del auspicio del ciclo Doblemente invisibles por el hecho de su condición femenina y por la falta de reconocimiento en el relato histórico oficial o más conocido. El ciclo ha recorrido ya las vidas de Teresa Mañé, Carme Serrallonga, Carme Karr, Pepita Casanellas y María Lorenza Longo. Si al leer estos nombres el lector no ha sabido que se trata de una pedagoga, editora y anarquista, una pedagoga y traductora, una escritora y musicóloga, una pedagoga y una religiosa reformista bien puede hacerse consciente de la necesidad de asistir al resto de conferencias del ciclo.
El próximo 6 de noviembre, en el mismo espacio, el periodista Genís Sinca y la escritora Betsabé García confrontarán las trayectorias de dos mujeres deportistas, la atleta Ana María Martínez Sagi y la aviadora María Pepa Colomer. El 14 de noviembre el médico Carlos Hervás y la historiadora Antonieta Jarne presentarán las vidas de dos mujeres científicas, la anestesióloga María Oliveras y la médico y política Aurelia Pijoan. El día 28 de noviembre cerrarán el ciclo las apasionantes biografías de la periodista Irene Polo y la pianista Maria Canals, a cargo de la profesora de comunicación, Elvira Altés y la periodista Ana María Dávila.