CaixaForum Barcelona y el Centro Pompidou han inaugurado este jueves la nueva exposición Arte y naturaleza. Un siglo de biomorfismo, una muestra que se estrena internacionalmente en este equipamiento con unas ochenta piezas de artistas como Picasso, Miró, Kandinski o Le Corbusier.
La exposición —concebida por ambas entidades— estará abierta al público hasta el 14 de enero. Posteriormente, se trasladará al CaixaForum Madrid. La propuesta combina distintas disciplinas como la pintura, la escultura, la fotografía, el cine, el diseño y la arquitectura. En este sentido, repasa el arte del siglo XX y principios del XXI para acabar reflexionando sobre los retos actuales en lo que se refiere al medio ambiente, informa ACN.
La muestra pone de manifiesto el diálogo entre el arte y la naturaleza en la creación artística de los últimos siglos como punto de partida para repensar los vínculos actuales con el mundo de los seres vivos. En un momento en que el mundo se tambalea bajo múltiples crisis. En paralelo, se trata de una propuesta que, más allá de su “excepcionalidad” por haber llegado a Barcelona, cuenta con una segunda particularidad, y es que será la última vez que se puedan ver estas obras durante un largo período de tiempo. Tal y como ha recordado Ignasi Miró, director corporativo del Área de Cultura y Ciencia de la Fundación La Caixa: “cuando acabe su itinerancia por España, estas obras pasarán a formar parte de unos almacenes por un período importante de tiempo, antes de que se vuelvan a presentar en el nuevo Centro Pompidou de París”.
La comisaria de la exposición y conservadora del Centro Pompidou, Angela Lampe, ha apuntado que las futuras exposiciones que se podrán ver en el nuevo centro seguramente irán en esta misma línea, con un enfoque “interdisciplinario” que permita un “diálogo entre todas las artes”. “Es el ADN del Centro Pompidou”, ha subrayado durante el acto de presentación.
Metamorfosis, mimetismo, creación y amenaza
La propuesta del CaixaForum quiere poner sobre la mesa el hecho de que las formas de la naturaleza han fascinado a artistas de todas las épocas, ya que han reconocido en los animales y las plantas la belleza y el misterio, la fuerza y la armonía de la vida. Durante el primer tercio del siglo XX, esta fascinación adquirió un nuevo sentido gracias al desarrollo de las técnicas de fotografía microscópica, que desvelaron una dimensión de la vida hasta entonces invisible. Así, surgió una estética fascinante basada en la biología de los microorganismos. Fotógrafos, artistas, arquitectos y diseñadores elaboraron nuevas formas de observar y mostrar la naturaleza.
En la segunda mitad del siglo XX, plantas, bosques y paisajes empezaron a formar parte de las obras, y surgen movimientos como el arte povera (arte pobre) italiano o el land art (arte naturaleza) norteamericano, que juegan con distintos elementos naturales. El conjunto de formas y visiones de la naturaleza del arte del siglo XX ofrece un inagotable espectáculo, que esta exposición también recoge ampliamente.
Paralelamente, en los últimos años, las nuevas tecnologías científicas y la biotecnología han irrumpido en la creación artística para hacer emerger nuevas formas de ecología política y social. Los artistas crean obras con biomateriales o materia orgánica y trabajan con procesos naturales para crear obras de arte conceptuales que evolucionen como organismos vivos. Sus obras se hacen eco de la problemática medioambiental y la necesidad de preservar el entorno.
Un siglo de biomorfismo brinda la oportunidad de reflexionar sobre el pasado y el presente de la relación entre el arte y la naturaleza, entre la cultura y la ciencia, a partir de las ricas colecciones del Centro Pompidou. La muestra presenta una selección de primer nivel de obras del pasado siglo de todas las disciplinas, pintura, escultura, fotografía, arquitectura, cine y diseño, con nombres como Salvador Dalí, Raoul Hausmann, Vassili Kandinski, Joan Miró, Le Corbusier, Paul Klee o Alvar Aalto.
También Alberto Giacometti, Jean Arp, Alexander Calder, Georgia O’Keeffe y Max Ernst, entre otros, con una importante presencia de artistas de las últimas décadas que han aportado nuevos puntos de vista comprometidos, como Pamela Rosenkranz o Neri Oxman.
En este sentido, la muestra incluye más de ochenta piezas distribuidas en cuatro ámbitos: metamorfosis, mimetismo, creación y amenaza. En conjunto, hablan de la atracción por las formas orgánicas, el descubrimiento de nuevas formas microscópicas, la creación de elementos naturales y el peligro de un cambio irreversible que acabe con la belleza y la diversidad.
Un proyecto de mediación con mirada científica
La exposición se complementa con un proyecto de mediación que permite desarrollar los conceptos tratados en la muestra. En este caso, en la entrada, junto al título, los visitantes pueden encontrar un gran muro biomórfico en el que se proyectan unos hexágonos con imágenes, cada uno con un concepto que aparece en la exposición. Estos hexágonos se van combinando para crear cadenas de sentido para abordar hasta dieciséis conceptos.
El segundo apartado muestra cómo los conceptos principales de la exposición se manifiestan en la naturaleza. Por otra parte, también se invita a los espectadores a afinar la mirada sobre algunas obras de la exposición con varias preguntas. Por último, todo ello se complementa con conferencias, charlas y talleres que se irán llevando a cabo durante los próximos meses.