Marta Coca 080 Fashion
La directora de la 080 Barcelona Fashion, Marta Coca, en el Espai XC de Esplugues. © Marijo Jordan

Marta Coca: “Las pasarelas pequeñas aprovechamos el río revuelto que vive el sector de la moda”

La directora de la 080 Barcelona Fashion reivindica el nuevo formato de la pasarela: “No conozco otra propuesta digital unitaria donde 22 diseñadores muestren sus colecciones en un mismo lugar artístico y emblemático”. Los desfiles de la próxima edición se emitirán del 25 al 28 de octubre.

“A la pasarela de Barcelona siempre se la ha comparado con otras como Madrid, París o Milán; era como ver a un equipo local jugando contra el campeón de la Champions, pero ahora hemos dejado de competir y abrimos nuestro propio camino, creamos nuestra propia Liga”, dice Marta Coca, directora de la 080 Barcelona Fashion. Un evento que desde hace tres temporadas ha cambiado los desfiles presenciales por la grabación de fashion show films en lugares emblemáticos como el Recinte Modernista de Sant Pau, la Pedrera y ahora la casa-escultura de Xavier Corberó, en Esplugues de Llobregat.

Paseamos con Marta Coca en pleno rodaje entre los arcos y patios de este singular espacio, que parece sacado de un cuadro de Chirico, para descubrir los secretos de esta nueva 080 que mostrará las propuestas de su 28a edición, ahora online, del 25 al 28 de octubre.

Una idea que surge del confinamiento

La idea de filmar desfiles y también performances —según la elección de las marcas en consenso con los equipos de realización de la 080— empezó casi de forma obligada en septiembre de 2020 por exigencias de un confinamiento sanitario que prohibía reuniones sociales tan masivas como las de los desfiles presenciales. Un año después, aunque en Nueva York, Londres, Milán, París y Madrid se ha vuelto a dar entrada al público, con todas las medidas y protocolos de seguridad sanitarios activados, en Barcelona los responsables de la pasarela que impulsa la Generalitat a través del Consorci de Comerç, Artesania i Moda (CCAM) aseguran que la fórmula digital ha funcionado tan bien que la mantienen a petición de las propias marcas.

— ¿Cuáles son las ventajas del formato 100% digital?

— Muchas porque un desfile solo te permite realizar unas determinadas fotos de los diseños —de frente, de cuerpo entero…—, mientras que con las imágenes captadas en un lugar artístico conseguimos recrear ambientes ricos, evocadores, con mucho contenido y un relato propio. Incluso podemos mostrar toda una colección en una sola imagen muy cuidada.

Marta Coca destaca también la opción de ofrecer contenidos extra en Instagram, como el casting, el making of o imágenes del backstage en el apartado que llaman Behind the Scenes.

Mayor visibilidad en cifras, “pero sobre todo en calidad”

Según cuenta la directora del evento, esto supone abrirse no solo a más público y medios, porque las visualizaciones de un fashion show film son mayores que las de un desfile puntual, sino también crecer de forma cualitativa, porque llegan a revistas de moda internacionales de mucho nivel a las que antes era difícil acceder. La difusión de la cita es buena en México, Japón, Portugal, Reino Unido, Italia y Francia.

La propuesta también tiene inconvenientes, aunque de momento a las marcas implicadas les compensa mucho más apostar por un escaparate virtual que presencial. Entre las desventajas, la falta de contacto físico entre compradores, prensa, público, diseñadores y empresarios. “Falta el subidón del aplauso al final del desfile, la copa que la gente se toma con amigos y colegas…”, reconoce Coca, a quién entrevistamos poco antes de empezar la grabación del desfile de la marca Escorpión en el patio central del espacio escultural, junto a Bernat Biosca, director general de la firma igualadina, que desea recuperar el contacto con el público aunque está muy satisfecho con la propuesta digital: “Es mejor apostar por una idea y hacerlo bien que por las dos y quedarse a medias”, asegura a The New Barcelona Post.

Espai XC per a la 080 Fashion
El equipo de grabación de los fashion show films trabajando en el Espai XC. © Marijo Jordan

“Aunque cueste creerlo es más barato hacer una pasarela”

Asumir las dos actividades, la realización de los fashion show films y también una pasarela física tradicional, resultaría demasiado costoso para el presupuesto actual de 1,5 millones de euros, el mismo que en las últimas ediciones. “En el futuro aspiramos a poder compaginar este formato con otras ideas que nos permitan retomar las relaciones interpersonales”, explica Coca, pensando tal vez en alguna performance o un encuentro especial, “por ejemplo, llenar de pantallas la Fundación Miró para retransmitir los desfiles y que la gente pueda disfrutarlos tomando algo con sus amigos”. Para conseguirlo, sería importante contar con algún nuevo patrocinio, además de los ya existentes.

Entrar en el mundo de la digitalización también abre nuevas posibilidades de financiación: “Hemos descubierto que hay espónsors relacionados con las nuevas tecnologías muy potentes que están interesados en estos eventos”. De momento, este octubre la edición será únicamente digital aunque —asegura— que la opción tradicional es más económica. “Cuesta creerlo pero es más barato montar una pasarela tradicional, donde una inversión única sirve para todas las colecciones, que realizar fashion show films individuales, porque aunque se hagan en un mismo espacio, cada trabajo requiere un proceso personalizado”, explica Marta Coca. Por ese motivo se reduce un poco el número de desfiles.

Custo Barcelona, 500.000 visitas

A Custo Dalmau, responsable y diseñador de Custo Barcelona, la idea le encaja muy bien en su propuesta: “El año pasado hicimos nuestro propio fashion film para la pasarela de Nueva York y tuvimos 500.000 entradas”, explica.

¿Eso es suficiente para vender? “En realidad, la rentabilidad no la puedes medir de esta forma porque lo que haces es comunicar a mucha gente y esperar que les guste lo que haces, aunque, si no llegas a ellos, no te ven”, reflexiona el diseñador que, ocho meses antes de empezar la crisis sanitaria global, cerró un acuerdo con el grupo industrial italiano Aeffe, propietario de Moschino, por el cual cedía la gestión de la marca pero no el diseño.

Custo Dalmau
El diseñador Custo Dalmau, en el Espai XC. © Marijo Jordan

“Este ha sido un año duro para todas las marcas de moda, y el que diga lo contrario, miente”, apunta el diseñador porque “una cosa es comprar ropa para estar confinado y otra adquirir moda”. Su colección para este invierno ha dado un giro hacia el estilo sporty y oversize, manteniendo el ADN setentero y glamuroso que hace 20 años cautivó a Julia Roberts y los chicos de Friends, pero indica que no ha sido por la pandemia “sino por nuestra propia evolución”.

Las marcas nacidas digitales encajan de inmediato

Custo Barcelona es una de las marcas internacionales de una 080 en la que conviven clásicos como Guillermina Baeza, Lebor Gabala o Txell Miras (que introduce por primera vez entre sus propuestas prendas de hombre) junto a nombres emergentes como Eñaut, LR3 Louis Rubi, Antonio Marcial, Alvaro Calafat, Paola Molet o Paloma Wool, firma que ha seducido a Kendall Jenner o Kaia Gerber. Lo que no encontramos es la presencia de cadenas como Desigual o Mango como ocurría en otras etapas de la pasarela. “Las firmas nacidas digitales entienden y se mueven muy bien en este nuevo concepto, aunque también buscan conectar con su público puntualmente, montando pop-ups o con otras formas imaginativas”, apunta Coca, que acude a nuestra entrevista vestida con una amplia camisa de LR3, una firma que se caracteriza por hacer piezas sin género.

Custo Barcelona es una de las marcas internacionales de una 080 en la que conviven clásicos como Guillermina Baeza, Lebor Gabala o Txell Miras junto a nombres emergentes como Eñaut, LR3 Louis Rubi, Antonio Marcial, Alvaro Calafat, Paola Molet o Paloma Wool

Los clásicos no son tan lanzados, pero son muy conscientes de que la manera de ser conocidos es a través del mundo digital. Bernat Biosca, de Escorpión, asegura que el video les sirve como carta de presentación y lo utilizan tanto en tiendas como lo envían a clientes: “Vender en Corea del Sur, por ejemplo, habiendo desfilado en la 080 es más fácil que sin haberlo hecho”.

Diferencias con París o Madrid

En este sentido, Coca destaca la originalidad de la pasarela 080. Hasta ahora lo más común son las fórmulas híbridas como la de Madrid en las que se realiza un desfile presencial y se emite también en streaming para que el público lo pueda ver en sus pantallas. Incluso se presentan algunos fashion films realizados por las marcas de manera individual. “No he visto una propuesta similar a la nuestra en ninguna parte. París, por ejemplo, muestra los fashion films de marcas muy poderosas que han invertido muchísimo dinero y horas de trabajo en sus videos pero la propuesta en conjunto no tiene un hilo conductor. La nuestra es unitaria y se filma en un lugar icónico de Barcelona”.

“No he visto una propuesta similar a la nuestra en ninguna parte”, defiende Coca sobra la 080

El elegido ahora es el Espai XC en la casa del escultor Xavier Corberó, que empezó en el año 1968 a construir este escondido hogar para sus esculturas y también su vivienda. Corberó murió en abril de 2017 antes de terminarlo. El complejo lo forman seis masías rehabilitadas y múltiples patios en los que han realizado producciones de moda marcas como Uterqüe, Miu Miu y también fue el taller de pintura de Javier Bardem en Vicky, Cristina, Barcelona, aunque en el film de Woody Allen no se reconoce demasiado el magnífico espacio. “Filmar aquí da mucho juego por los espejos, los arcos, los rincones, las esculturas… incluso hay una piscina”, cuenta Esther García Capdevila, la directora artística y técnica de la 080.

Espai XC per a la 080 fashion
Escultura de Xavier Corberó en el recinto Espai XC que él mismo creó. © Marijo Jordan

La vía digital es abierta y “ha venido para quedarse”

Está claro que la propuesta digital “ha venido para quedarse”, asegura Coca. “Otra ventaja de la propuesta actual de 080, donde la diversidad, el diseño y la innovación son importantes, es que es muy abierta. A veces tenemos a unos diseñadores y otras veces a otros y nadie piensa —como pasa con la pasarela tradicional— que si no están es porque se han arruinado”. “Si los creadores no tienen nada que contar o están dedicando mucho esfuerzo a algún otro proyecto, no necesitan hacer un fashion show film con nosotros”. Cada marca paga en función de su facturación. El abanico va desde los 1.000 euros a los casi 8.000 euros.

Este año, por ejemplo, participa por primera vez en el proyecto el diseñador Moisés Nieto, un habitual de la pasarela madrileña, porque la experiencia innovadora le resulta muy atractiva. Y este fue el formato elegido por Yolanda Pérez, alma mater junto a su hermana de la firma nupcial Yolan Cris, para lanzar su proyecto de moda Y Como, que de nuevo repite en la 080. También vuelve Juan Avellaneda después de su estreno hace seis meses en la edición que tuvo la Pedrera de escenario. Además de los citados hasta ahora, el resto de participantes son Julia G. Escribà, Is Coming, Eiko Ai, Lola Casademunt By Maite, Martin Across, The (Real) Garcia, All that she loves y The Label Edition.

Hacia un nuevo paradigma todavía por definir

“Vivimos un momento en la moda en el que todo está cambiando, las marcas hacen propuestas nuevas cada mes o deciden hacer solo sus bestsellers y punto”, reflexiona Marta Coca. “Vamos hacia un nuevo paradigma que todavía está por definir, vemos como la moda, igual que la gastronomía, busca sostenibilidad, personalización, diversidad… y en ese río revuelto en el que vive el sector, las marcas pequeñas estamos sacando ventaja”. La idea central que mueve a la pasarela 080 es la de “proyectar las marcas de Catalunya, con su creatividad como bandera, al resto del mundo, y en este propósito el avance digital nos está dando mucho juego”, concluye.

“Vamos hacia un nuevo paradigma que todavía está por definir, vemos como la moda, igual que la gastronomía, busca sostenibilidad, personalización, diversidad…”, razona la directora de la 080

En esta misma línea se plantea también el espacio comercial, el 080 Barcelona Fashion Connect, que tendrá lugar el 20 de octubre también por vía digital. Impulsada por el MODACC y el Departament d’Empresa i Treball, la plataforma busca establecer contacto entre una treintena de marcas y compradores profesionales a nivel internacional. En la pasada edición, celebrada en marzo, participaron 148 agentes de compra, triplicando así la cifra de convocatorias anteriores. “Así como para los fashion films las marcas han de ser muy concretas eligiendo los looks más potentes y representativos, incluso mucho más que en un desfile, en el showroom pueden enseñar el muestrario completo a sus clientes”, apunta Marta Coca.

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