hipermercado Esclat del grupo Bon Preu
El grupo posee cerca de 200 supermercados e hipermercados.

Bon Preu factura más de 1.600 millones y desestima la compra de Caprabo

El grupo catalán de distribución prevé invertir 145 millones de euros este año en la apertura de nuevos establecimientos y avanza en su estrategia para alcanzar unas ventas de 3.000 millones de euros

Bon Preu ha decidido dar por finalizadas y dejar “sin acuerdo” las negociaciones que mantenía con el grupo de distribución Eroski para una eventual compra total o parcial de Caprabo. En un comunicado, el grupo propiedad de Joan Font ha explicado que “las conversaciones de los últimos meses con Eroski en relación a una posible operación han concluido sin éxito”. Según la cadena de supermercados, los motivos que han llevado a “desestimar la negociación” han sido “la disparidad de criterios sobre el planteamiento de la operación y el desacuerdo en las expectativas económicas entre las partes”.

Formalmente, Eroski nunca ha admitido la existencia de estas negociaciones, ya que el grupo ha reiterado en numerosas ocasiones que Caprabo no está en venta. La cooperativa vasca sí reconoció que evalúa la posibilidad de dar entrada a un socio financiero en Caprabo a cambio de una participación accionarial minoritaria. Este socio aportaría recursos económicos que se destinarían a apoyar el plan estratégico que tiene en marcha Caprabo para transformar su red de tiendas. Recientemente, Caprabo ha trasladado su sede corporativa y su plataforma logística de productos frescos a la ZAL del Puerto de Barcelona; este año, la cadena prevé crecer con la inauguración de una docena de tiendas.

Además  de dar por terminada su aproximación a Caprabo, Bon Preu ha avanzado la cifra de facturación con la que prevé cerrar este mes de febrero su ejercicio fiscal. La cadena de Osona prevé superar por primera vez la barrera de los 1.600 millones de euros, con una cifra estimada de 1.620 millones. El grupo avanza así con su fuerte plan de crecimiento, que se ha fijado el objetivo de conseguir a medio plazo unas ventas de 3.000 millones de euros. Bon Preu, que opera con las marcas Bonpreu y Esclat, controla ahora más del 10% del mercado catalán de la gran distribución y el reto que se ha propuesto es duplicar esta cuota, hasta el 20%.

Sección productos frescos en Bon Preu
Sección de venta de productos frescos en un supermercado de la cadena.

Las ventas de 1.620 millones en un ejercicio marcado por la pandemia suponen un crecimiento del 8,5% respecto a los 1.492,3 millones ingresados ​​el año anterior. Si sólo se pone el foco en la actividad principal de Bon Preu, la comercialización de productos de alimentación, el crecimiento en este último año se dispara hasta el 20%. Buena parte de la diferencia entre estos dos porcentajes radica en que Bon Preu también comercializa carburantes, una división que se ha visto penalizada por el menor movimiento de la población por la covid-19.

A pesar de las dificultades causadas por la crisis vírica, Bon Preu ha inaugurado nueve establecimientos durante 2020 en poblaciones como Manlleu, Terrassa, Banyoles, Alcanar, Alpicat, Platja d’Aro y Rubí. Ahora cuenta con una red de 133 supermercados Bonpreu y 55 hipermercados Esclat, además de disponer de 55 gasolineras EsclatOil.

 

La empresa ha presupuestado para este 2021 una inversión adicional de 145 millones de euros destinada a la apertura de once nuevos puntos de venta Esclat y Bonpreu y a la mejora de su plataforma logística de Balenyà (Osona). Están previstas inauguraciones de tiendas en Sabadell, Mataró, Anglès y Cassà de la Selva. Los otros dos grandes proyectos que tiene en marcha la empresa familiar catalana es la expansión del servicio de compra por Internet y la comercialización de energía eléctrica 100% renovable a través de la nueva empresa BonpreuEsclat Energia. Bon Preu se ha propuesto también ayudar a fomentar la movilidad sostenible y ya ha instalado 44 cargadores para coches eléctricos en varios de sus supermercados e hipermercados.

Bon Preu emplea a más de 8.500 personas, a quien en el último año ha repartido una prima de más de trece millones de euros por el cumplimiento de los objetivos fijados. En paralelo, en reconocimiento a su esfuerzo durante la pandemia, la empresa pagó también 200 euros adicionales a cada uno de sus trabajadores.

Desde el verano de 2019 el 100% de Bon Preu pertenece al empresario nacido en Torelló Joan Font, que después de una larga disputa acordó comprar el 50% de las acciones que estaban en manos de su hermano, Josep Font, a quien pagará 300 millones de euros en un plazo de ocho años.