Casa Gomis El Prat de Llobregat
La Casa Gomis, en el Prat de Llobregat, una de las sedes de la 15a edición de Manifesta. © NomadStudio

La bienal de arte Manifesta abrirá las puertas de la Casa Gomis y las Tres Xemeneies

La cita encara su próxima edición en 2024, cuando se instalará en la capital catalana y once ciudades metropolitanas para tejer nuevas relaciones y construir una identidad cultural descentralizada

Barcelona y 11 ciudades vecinas acogerán el año que viene Manifesta, una bienal nómada europea de arte contemporáneo. Un título complejo y largo que se entiende más fácilmente cuando se ven las sedes que ha escogido para su próxima edición, yendo más allá de la capital catalana y dando dimensión cultural a su región metropolitana. Una de ellas será la Casa Gomis, una obra racionalista muy desconocida para el público local. Está ubicada delante de La Ricarda, un espacio natural maltratado y en peligro si se acaba ampliando el aeropuerto. “Manifesta se mueve en el ámbito crítico, de sacudirnos, no es una bienal simplemente celebrativa y esteticista, sino que pone el dedo en la llaga. Evidencia las contradicciones que atraviesan el mundo y plantea posibilidades para que el arte ayude a encontrar futuros posibles”, expone el secretario de Estado de Cultura y el exteniente de alcalde de Barcelona, Jordi Martí.

La Casa Gomis, también conocida como La Ricarda, será el centro neurálgico de una de las tres patas temáticas que tendrá la próxima edición de Manifesta. La obra del arquitecto Antoni Bonet Castellana servirá para debatir sobre conflictos ahora más vigentes que nunca como el que se da entre un crecimiento económico desbocado y una defensa de decrecimiento para proteger un medio ambiente que agoniza. Con el rumor de los pájaros que habitan La Ricarda y el ruido de los aviones que aterrizan en El Prat de fondo, la bienal abrirá sus puertas para acoger intervenciones, exposiciones y proyectos tanto de artistas locales como internacionales. Toda una declaración de intenciones que se acompañará de ciudades vecinas al otro lado del río Llobregat, Cornellà y L’Hospitalet, con una antigua fábrica como Can Trinxet llenándose también de arte después de años esperando su restauración.

Si los conflictos tienen que servir para imaginar lo que vendrá, Manifesta 2024 seguirá su camino y se irá hacia el otro río que delimita la capital catalana, el Besòs, ubicándose en las Tres Xemeneies, antigua central térmica en desuso desde 2011 que ahora vislumbra un nuevo plan de futuro, aunque tampoco convenza a algunos vecinos que reclaman más espacios verdes. La bienal de arte contemporáneo permitirá visitar la antigua sala de turbinas, remplazando su actividad histórica por intervenciones artísticas. Sant Adrià irá de la mano de Santa Coloma de Gramenet, quien pondrá en valor la recuperación del Besòs después de haber sido utilizado como un vertedero durante décadas con iniciativas como el museo de arte urbano BesArt. También hará parada en Mataró, en su antigua cárcel reconvertida desde principios de 2022 en el Mataró Art Contemporani, dejando atrás su pasado represor durante la dictadura.

Sant Adrià de Besòs Tres Xemeneies
La sala de turbinas de las Tres Xemeneies se podrá visitar con Manifesta 2024. © Eva Carasol

Después de reseguir el cauce de los dos ríos que definen Barcelona, el festival de arte topa con Collserola, pasando por encima y siguiendo hasta Sant Cugat del Vallès, Sabadell, Terrassa y Granollers. Con los cuidados como paraguas, Manifesta se ubicará en espacios como el Monasterio de Sant Cugat y la Fábrica Roca Umbert de Granollers para reflexionar y abrir debates a través de diferentes propuestas imaginativas. “Creemos que existe un patrimonio de la humanidad que se tiene que proteger y es la ternura. Allá donde haya arte y cultura siempre habrá la posibilidad de la ternura”, sostiene la actriz y concejal de Cultura de Terrassa, Rosa Boladeras.

Todo ello, llegando a una superficie de más de 3.000 kilómetros cuadrados y cinco millones de habitantes, convirtiendo la futura edición de la bienal nómada en la más ambiciosa desde que fue creada en 1990. “Va a ser enorme”, valora su directora, Hedwig Fijen. Durante doce semanas, desde el 8 de septiembre hasta el 24 de noviembre de 2024, los diferentes espacios que acogerán la cita cultural prevén recibir más de un millón de visitas, la gran mayoría locales, representando el 70% del total en ediciones anteriores. Además, el 90% del equipo que está detrás es local. Es por ello que, aunque coincida con el final de la temporada turística estival y otro gran evento internacional como la Copa América, los organizadores no están preocupados por añadir más saturación a la ciudad. “Manifesta es radicalmente local. Es la región quien fija el programa y es a través de ella cómo se mira afuera, a través de Granollers o Sant Adrià”, remarca Fijen. Antes de pasar por Barcelona, las sedes de Manifesta han sido Rotterdam (1996), Luxemburgo (1998), Ljubljana (2000), Frankfurt (2002), San Sebastián (2004), Tirol del Sur (2008), Murcia (2010), Genk (2012), San Petersburgo (2014), Zurich (2016), Palermo (2018), Marsella (2020) y Pristina (2022). “Es la tercera vez que estamos en España, esto demuestra lo relevante que es”, subraya Fijen.

“Es muy importante que se escogiera Barcelona y se hiciera en este momento. Se va a producir un salto en la 15a edición respecto a lo que se ha hecho hasta ahora. Hoy en día Manifesta es una de las bienales más importantes del mundo del arte contemporáneo, no es la más grande ni la que mueve más público o tiene un presupuesto más alto, pero en la cultura no se mide todo por indicadores cuantitativos, sino también por su capacidad de incidencia y de reinventarse. Les propusimos un proyecto cooperativo con 12 ciudades, lo que significa hablar con mucha gente y nos obliga a pensar en una forma de trabajar que tiene que ser también de futuro. Es una gran oportunidad”, agrega Martí. Un variado mapa urbano que tanto las diferentes administraciones implicadas como los organizadores de la bienal quieren que sirva para que los vecinos vayan de una ciudad a otra a visitar espacios, apostando por descentralizar el protagonismo cultural y tejiendo nuevas relaciones en un entorno cercano muchas veces desconocido.

Riu Besòs Santa Coloma de Gramanet
La naturaleza y el impacto humano que recibe estarán muy presentes en la edición metropolitana de la bienal de arte contemporáneo. © Eva Carasol