Sentimiento de orgullo y máxima satisfacción en Mango tras haber cerrado el ejercicio de 2022 con un récord histórico de facturación y con los mayores beneficios de la última década. La compañía textil propiedad de Isak Andic y liderada por Toni Ruiz da por totalmente culminada su fase de reestructuración y emprende una nueva etapa centrada en el crecimiento, expansión internacional y elevadas inversiones en nuevas aperturas, reformas de establecimientos, innovación y reducción de su impacto medioambiental.
Tras anotarse un crecimiento del 20% por la reactivación de las ventas en tiendas físicas una vez superada la pandemia y la buena aceptación de sus diseños, Mango ha rozado unos ingresos de 2.700 millones de euros en el último año, la cifra más alta desde su nacimiento hace casi 40 años, con la apertura de su primera tienda en el Paseo de Gràcia en 1984. Concretamente, la firma de moda ha facturado 2.688 millones, frente a los 2.234 millones de 2021. El 78% de los ingresos proceden del mercado internacional. El resultado bruto ha escalado a 103 millones (+26%), el ebitda a 436,6 millones (+3,3%) y el beneficio neto a 81,1 millones, lo que supone un alza del 20%. Este resultado multiplica por cuatro el cosechado en 2019, antes de la pandemia (21 millones) y es el más alto de los últimos diez años.
Además, la compañía familiar ha efectuado una reducción muy significativa de su pasivo bancario, al situar su deuda neta (la diferencia entre los préstamos y el efectivo o tesorería) en 82 millones, con una ratio de apalancamiento que se sitúa “entre las más sanas del sector”, según destaca la directora financiera, Margarita Salvans. La ejecutiva recuerda que en 2022 la compañía firmó, por primera vez, un crédito de 200 millones cuyo coste está referenciado al cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad. Hay que recordar que en 2016, la deuda financiera neta se acercaba a los 700 millones. Mango deja así totalmente atrás su periodo negro, entre 2016 —cuando entró por primera vez en pérdidas— y 2019, ejercicio en el que recuperó la rentabilidad.
“Estamos muy orgullosos del trabajo y de la transformación que ha hecho la compañía después de una travesía de varios años en dificultades que hemos superado gracias a nuestro equipo, a modelo de negocio diferencial y al hecho de haber recuperado el ADN de la marca“, afirma satisfecho el consejero delegado del grupo, Toni Ruiz. “Estos resultados nos llenan de motivación”, apunta Ruiz, que se muestra “muy esperanzado” con el futuro que le espera al grupo barcelonés.
Según el ejecutivo, Mango se “consolida como una de las empresas líderes de la moda en Europa” y lo hace con un equipo de diseño propio que crea el 100% de las prendas, con una calidad, asegura, “muy superior a la de otras compañías del sector”. “Tenemos un ecosistema único”, añade, en referencia a su modelo de negocio multicanal, en el que conviven las tiendas propias, con las franquicias, los córner en grandes almacenes y las alianzas con socios locales para abordar mercados clave como India o Canadá. Las colecciones de mujer siguen generando el grueso del negocio de Mango, con unas ventas de más de 2.000 millones que se traducen un peso del 82%. El resto se reparte entre Mango Man y Mango Kids, que crecen un 30% y un 18%, respectivamente. La división más joven, dedicada al hogar, ha duplicado su tamaño, aunque por ahora solo ingresa 5 millones.
Ruiz pone en valor los resultados de 2022 teniendo en cuenta que han tenido que hacer frente a adversidades como la inflación, la apreciación del dólar y la guerra de Ucrania, que ha obligado a suspender sus operaciones en Rusia —donde tenía 55 tiendas propias y 65 franquiciadas—, con un impacto económico negativo en las cuentas anuales de 20 millones. Además, el consejero delegado subraya que el pasado año se ha “invertido más que nunca”, con un récord de 107 millones. Esta cifra más que duplica las inversiones de 2021 y se ha destinado a tecnología, a sus plataformas logísticas y a la renovación y apertura de nuevas tiendas.
Concretamente, en 2022 Mango ha inaugurado 119 establecimientos, hasta sumar un total de 2.566 puntos de venta en 115 países en los cinco continentes. Según César de Vicente, director global de retail de Mango, en 2023 se intensificará este plan de aperturas. “No sé qué número exacto de tiendas vamos a abrir, pero el ritmo será superior al de 2022”, afirma el directivo, que también avanza que las expectativas para este año viendo a evolución de los dos primeros meses “son muy buenas”, por lo que se superarán también las inversiones récord del ejercicio anterior.
Uno de los hitos de 2022 fue la apertura de una tienda emblemática de más de 2.000 metros cuadrados en la Quinta Avenida de Nueva York. El mercado estadounidense es ahora la gran prioridad de la cadena, donde ha trazado un plan de expansión en los estados de Georgia, Texas y California con el objetivo de alcanzar las 40 tiendas en 2024, frente a las diez actuales. También se han reforzado las alianzas con socios para crecer en Canadá (se abrirán 20 tiendas más) y en India (35 establecimientos nuevos), de la mano de Fox y Myntra, respectivamente. “Estados Unidos es un mercado enorme, tiene un potencial de recorrido importantísimo, será fundamental para Mango. Pronto debe figurar en nuestro Top 3 o Top 5 de países con mayores ventas”, apunta el consejero delegado. Actualmente, los mercados clave para la cadena son España (22% de las ventas), Francia, Reino Unido e Italia.
En el modelo multicanal de Mango ocupa una posición central su tienda online, que el pasado año generó una facturación de 960 millones, equivalente al 36% del negocio total (en 2021 este porcentaje había alcanzado el 42%). El servicio está disponible en 90 países, aunque el objetivo de este año es abrir 20 mercados más, especialmente en África y en países como Brasil. En total, la tienda digital suma 232 millones de usuarios.
Inversiones en Palau-solità y en Lliçà d’Amunt
Buena parte del plan inversor de Mango se centra en el área de Barcelona. Concretamente, la compañía tiene en marcha una inversión de 42 millones en la reordenación de su sede central de Palau-solità i Plegamans, donde ha construido un nuevo edificio de oficinas y prevé remodelar El Hangar, la gran nave que acoge a sus equipos de diseño y patronaje, confección del muestrario y que alberga también las tiendas piloto y los showrooms de la marca. En el nuevo Campus Mango trabajarán 2.200 personas y se inaugurará en 2024, coincidiendo con el 40 aniversario.
En paralelo, el grupo ultima también las obras de ampliación de su macrocomplejo logístico de Lliçà d’Amunt, presupuestadas en 35 millones y que finalizarán este primer semestre. El proyecto permitirá gestionar en un único centro no solo las expediciones para las tiendas físicas, sino servir también todos los pedidos que recibe la tienda online, con una capacidad de gestión de 10.000 prendas más por hora, hasta alcanzar las 85.000 prendas/hora.
En el último año, Mango ha creado 1.300 empleos en todo el mundo, hasta sumar una plantilla de 14.082 trabajadores, un 10% más. Su plan de sostenibilidad prevé impulsar los criterios de diseño circular y uso de materiales de menor impacto ambiental, con el reto de que en 2030 el 100% de sus fibras sean de origen sostenible o recicladas. Otra meta es alcanzar la neutralidad climática en 2050. Hoy, los principales proveedores de Mango se encuentran en Turquía, China, India, España e Italia.