La multinacional alemana Basf invertirá unos 22 millones de euros en las instalaciones del complejo petroquímico de Tarragona en 2022, una parte de los cuales irán destinados a la implementación total y desarrollo de la tecnología 5G.
El centro de producción de Tarragona se ha convertido, tras un acuerdo con Cellnex, en el primer complejo químico de España en disponer de una red privada móvil de quinta generación para implementar la transformación digital en la industria. El grupo químico ha iniciado el desarrollo de diferentes aplicativos, en base al acceso y gestión de los datos que le proporciona la red 5G, para implementarlos en diferentes usos. Uno de ellos es la sensórica, según ha explicado Carles Navarro, director general de Basf Española y máximo responsable de las actividades del grupo en España y Portugal.
La sensórica, ha dicho, permite realizar planificaciones personalizadas y tomar decisiones en tiempo real para los flujos de mercancías que se mueven internamente por la fábrica tarraconense, y la idea es profundizar en otras aplicaciones “que ahora mismo están en fase de pruebas”, que pueden aportar “importantes posibilidades de mejora en los procesos” para elevar la competitividad de la planta.
Tarragona recibirá el 50% de las inversiones totales de 44 millones de euros previstos para este año para el conjunto de actividades de la multinacional en España y se destinarán básicamente a mejorar la digitalización, reforzar los sistemas de seguridad e incorporar avances tecnológicos.
El director general Carles Navarro ha presentado los resultados anuales de la compañía en 2021, “un año exitoso y sólido” que se ha caracterizado por un incremento del 25% en las ventas, superando los niveles de 2019 y el récord histórico de 2017. En concreto, el grupo registró unos ingresos de 1.350 millones de euros, el año pasado.
Sin embargo, Navarro ha puesto de manifiesto que, si bien se produjo una recuperación “brusca” de la demanda con un incremento del 12% en los pedidos, se ha registrado también un alza del 14% en los precios de la logística, las materias primas y el coste de la energía. Así, “Basf ha aumentado las ventas en un contexto de encarecimiento de la producción y del aprovisionamiento”.
Para este año, la compañía no quiere hacer previsiones dado el contexto geopolítico generado por la guerra entre Rusia y Ucrania, ya que por ahora “las consecuencias son imprevisibles”, ha expuesto Navarro. “Nuestros esfuerzos irán dirigidos a gestionar la dificultosa situación del ejercicio”, ha mencionado. En su intervención para la presentación del balance económico del último año, Navarro se refirió a la guerra en Ucrania, recordando que la compañía condena la guerra, prioriza la seguridad de las personas en el país y anuncia que no abrirá nuevas vías de negocio en Rusia mientras el conflicto esté vigente.
