La Barcelona New Economy Week (BNEW) ha cerrado su cuarta edición tras contabilizar más de 8.300 asistentes presenciales y casi 4.200 en línea. Inicialmente preveía una asistencia de 7.000 personas en el DFactory, la ubicación escogida para las últimas dos ediciones. El evento organizado por el Consorci de la Zona Franca de Barcelona ha registrado más de 8.000 contactos de networking en una edición con 350 speakers.
El salón ha ofrecido 140 horas de contenido distribuidas en 100 paneles y seis sectores, incluyendo la industria digital, la movilidad, la sostenibilidad, el talento, la salud, la experiencia y el proptech. “BNEW se consolida como el evento de referencia de la nueva economía”, remarcan desde el CZFB, poniendo en valor la presencia de 1.500 startups y una participación internacional del 30%. En concreto, han recibido visitantes de 103 países.
El delegado especial del Estado en el CZFB, Pere Navarro, ha defendido que BNEW es “único en el mundo” y contribuye a generar nuevas oportunidades de negocio, compartir conocimiento e impulsar la economía del territorio. Barcelona “una vez más, se ha posicionado como capital de la nueva economía”, ha proclamado Navarro, que ha anunciado que el consorcio trabaja en la quinta edición del evento para 2024. Organizarlo representa un “reto y una gran responsabilidad”, ha añadido la directora general del CZFB, Blanca Sorigué.
Premios a la nueva economía
BNEW ha premiado en esta edición a seis compañías clave para la nueva economía. Agualytics ha sido reconocida con el galardón BNEW Sustainability, mientras que Vecla ha obtenido el reconocimiento BNEW Mobility; HDR, BNEW Talent; Myorcare, BNEW Health; Additive Spaces, BNEW Proptech, y Zentinel Machine Data Solutions, BNEW Digital Industry.
Los premios han reconocido a estas seis empresas después de que el jurado evaluara soluciones de las 30 startups finalistas en función del impacto que generan en la industria, la capacidad de sus equipos de gestión y las soluciones tecnológicas con ventajas competitivas sostenibles. También han tenido en cuenta el potencial de crecimiento sostenible de los proyectos, así como su capacidad para influir en la economía y la sociedad, y su componente de innovación.