Rosario Villajos (Córdoba, 1978) ha ganado por unanimidad el 65 Premio Biblioteca Breve con La educación física, una novela protagonizada por Catalina, una adolescente que castiga a su cuerpo y empieza a descubrir el deseo femenino, sin conseguir que la vergüenza, el rencor y la culpa le abandonen. El jurado, formado por Pilar Eusamio, Pere Gimferrer, Inés Martín Rodrigo, Elena Ramírez y Isaac Rosa, ha valorado la presencia de “una voz narrativa que explora su propia identidad a través del cuerpo y que, al hacerlo, recoge el sentido de una generación y lo convierte en una experiencia a la vez única y universal”. El galardón lo convoca la editorial Seix Barral y está dotado con 30.000 euros.
“La escritura es mi casa, mi paz, mi sosiego y mi forma de reír y llorar cuando no me sale ni reír ni llorar”, ha declarado la autora este lunes en la entrega del galardón orgullosamente emocionada, más cuando la actriz Vicky Luengo ha leído las primeras páginas de su novela, no dudando en grabarla con su móvil. “Se podría titular el rencor, el rencor a mi misma”, ha continuado, reconociendo que ha salido más ligera tras acabar la escritura de la novela porque ha podido gritar algo que llevaba dentro, “yo no soy Catalina, pero la novela parte de un sentimiento autobiográfico”.
La educación física transcurre en los noventa, con las niñas de Alcàsser y Laura Palmer de fondo. La historia sucede durante las cuatro horas de una tarde de agosto que la protagonista hace autostop, tras sufrir un desencuentro con el padre de una amiga, preocupada por todo lo malo que le pueda pasar, aunque más atemorizada por la bronca que le caerá si no llega pronto a casa. “Está ambientada en los años 90, pero está hablando de hoy mismo”, ha valorado Isaac Rosa, el ganador del Biblioteca Breve del año pasado con Lugar seguro. De las pocas cosas que han cambiado, remarca la autora, es que ahora historias como esta, sobre mujeres y contadas por mujeres, se publican y ganan premios: “El consentimiento lleva encima de la mesa desde hace mucho tiempo, quería explicar de dónde venimos”.
El cuerpo de Catalina y los múltiples cambios que está viviendo están presentes ya desde la portada con una faja como símbolo de la presión estética que sufren las mujeres. “Resume perfectamente toda la novela. No solo es una prenda física, es un corsé emocional”, ha sostenido Villajos, remarcando que la que sale en la portada se puede encontrar en el Corte Inglés, “la protagonista la usa y también su madre, la quiere proteger por medio de una cosa que es tan difícil de poner y quitar”.
Para Inés Martín Rodrigo, el cuerpo femenino está muy presente, con una Catalina joven que empieza a conocer sus deseos sexuales: “Ve que existe algo llamado deseo femenino, pese a que nos hayan enseñado a reprimirlo, incluso a que nos podamos sentir culpables. Gracias a esta novela sentimos, dejamos la culpa de lado y aprendemos”.
Una protagonista que Elena Ramírez, directora editorial de Seix Barral, cree que se podrá convertir en el referente juvenil para muchas adolescentes, siempre acostumbradas a leer las historias de ellos y a tener que entenderse a través de sus esquemas. “Catalina es equivalente a Andrea de Nada de Carmen Laforet: su voz muestra un malestar idéntico, rodeada de un entorno incómodo en el que no se siente a gusto, mientras retrata el tiempo y la época en la que está viviendo con maestría”.
El libro se publicará el próximo 8 de marzo, una pura coincidencia. En esta edición, el galardón ha recibido un total de 702 manuscritos, con un protagonismo especial de la autoficción, las tramas policiacas y las sagas familiares. España es el país desde donde más novelas se envían, más de la mitad y con Madrid siendo la comunidad que más participa.