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l sol brilla tenuemente para los abrigados transeúntes que entran y salen apresuradamente de tiendas y cafeterías. En este preciso día de noviembre, la temperatura se mantiene suave en unos 18 grados y en el cielo de Barcelona no se deja ver ni una sola nube. Encajonada entre las terrazas de dos de los muchos bares que tiene Barcelona, vemos la entrada de uno de los numerosos espacios de trabajo cooperativo de la ciudad. Su interior mantiene un delicioso y moderno estilo industrial muy chic; el mobiliario del espacio es de madera y acero y está sembrado de tazas de café vacías, con unos sofás que parecen medio cómodos e infinidad de cables desparramados ante la mirada de lisas paredes de piedra y bajo las tuberías metálicas del techo. Jóvenes vestidos con ropas modernas se sientan agazapados ante la pantalla de sus MacBooks, con sus enormes y coloridos auriculares que amortiguan cualquier ruido.
Los espacios de trabajo colaborativo como este mismo se encuentran esparcidos por toda la ciudad de Barcelona y ocupan espaciosos y bellos edificios del centro del distrito del Eixample, atrapados entre las pequeñas casitas de la moderna zona de Gracia o moldeando la fachada del eje de start-ups de Poblenou. Parece que existen alrededor de cien oficinas en esta ciudad del litoral que abastecen la tendencia mundial de actividades de trabajo temporal, emprendedores con ubicación independiente y trabajadores remotos que lo único que precisan es tener una buena conexión wifi para realizar su trabajo. Un elevado número de guías online para nómadas digitales también sugieren los mejores lugares de encuentro o alojamiento para trabajadores digitales de Barcelona –muchos de ellos se instalan en la ciudad, atraídos por el aire mediterráneo de la ciudad, relajado y gratificante.
“Barcelona es una de las mejores ciudades para nómadas digitales, especialmente para europeos que quieren vivir cerca de casa y estar en la misma zona horaria y durante el invierno”, afirma el nómada digital Johnny Jen
Uno de los nómadas digitales que han trabajado y vivido en Barcelona durante bastante tiempo es Johnny Jen. Este americano conocido con el sobrenombre de JohnnyFD ha viajado por el mundo durante los últimos diez años, construyendo diferentes fuentes de ingresos para financiar su estilo de vida. Entre otros proyectos, Jen inauguró la conferencia digital anual Nomad Summit (la cumbre nómada). El año pasado, estuvo un par de meses en Barcelona, atraído por la excelente reputación de la ciudad. “Antes de visitar Barcelona, ya pensaba que esta ciudad era una de las pocas en las que podría vivir durante todo el año”, recuerda.
Según cuenta Jen, esta metrópolis tiene muchas cualidades que el nómada digital necesita para poder disfrutar de una experiencia positiva. Una de ellas es el clima, ya que Barcelona disfruta de cálidos veranos y suaves inviernos, lo cual es una excelente noticia. “Barcelona es una de las mejores ciudades para nómadas digitales, especialmente para europeos que quieren vivir cerca de casa y estar en la misma zona horaria y durante el invierno.” Naturalmente, también es importante tener una rápida y fiable conexión a internet y unas buenas infraestructuras. También es importante poder moverse con facilidad por la ciudad, así como tener un aeropuerto que disfrute de conexiones con las principales ciudades europeas u otros destinos para nómadas digitales como Bali o Chiang Mai. “Barcelona es uno de los pocos lugares del mundo que tienen un aeropuerto bien conectado, buenas infraestructuras, buen wifi, buen tiempo y playa”, Jen concluye.
“Como valor importante, Barcelona tiene una comunidad internacional”, afirma. “Resulta fácil conocer a gente; amigos, compañeros de trabajo e interesantes contactos empresariales”, opina Stuart Jones
Los trabajadores remotos como Jen también se benefician de comunidades de gente de mentalidad muy parecida, ya sea para llevar a cabo proyectos conjuntos e intercambiar ideas o, simplemente, porque trabajar desde casa puede ser una tarea muy solitaria. Aparte de espacios de trabajo cooperativo, la ciudad también ofrece una amplia gama de eventos tecnológicos, que van desde el conocidísimo Congreso Mundial de Móviles, una vez al año, hasta pequeñas redes de lugares de encuentro para autónomos. Stuart Jones, fundador de la empresa con sede en Barcelona Coworkation, y suministrador de vacaciones de trabajo para nómadas digitales, también contempla la capital catalana como un buen destino para trabajadores digitales. Si bien en la actualidad se encuentra en su país natal, Australia, Jones pasa algunos meses al año en Barcelona. “Como valor importante, Barcelona tiene una comunidad internacional”, afirma. “Resulta fácil conocer a gente; amigos, compañeros de trabajo e interesantes contactos empresariales”, opina Stuart Jones.” Al igual que muchos lugares visitados por multitud de viajeros, los barceloneses están abiertos a conocer gente; es por eso que resulta tan sencillo hacer contactos.
“Es muy difícil y muy caro encontrar alojamiento, especialmente alojamiento a medio plazo”, Jen admite. “Como nómadas digitales, solemos alquilar entre uno a tres meses cada vez y, aparte de Airbnb, no existen alternativas a esta modalidad.”
Si bien la capital catalana ofrece muchas ventajas a los nómadas digitales, también es cierto que plantea grandes dificultades para algunos. La vida en Barcelona puede ser relativamente barata, sobre todo si la comparamos a otras ciudades europeas, pero los precios del alquiler han aumentado en un 35 por ciento desde 2010, según informes de los medios, y encontrar un lugar para vivir se ha convertido en un doloroso proceso, como tener que pagar miles de euros simplemente para realojarse en un nuevo piso. “Es muy difícil y muy caro encontrar alojamiento, especialmente alojamiento a medio plazo”, Jen admite. “Como nómadas digitales, solemos alquilar entre uno a tres meses cada vez y, aparte de Airbnb, no existen alternativas a esta modalidad.”
Tras llegar a Barcelona, una amiga de Jen pasó una semana entera buscando un lugar para vivir como si de un trabajo a tiempo completo se tratara, recuerda Jen. La demanda interna, de turistas y emigrantes es muy alta y, por tanto, los precios también lo son. “Barcelona sigue atrayendo start-ups consolidadas, así como comerciantes de alto standing que ganan un montón de dinero”, afirma Jen, insinuando que Barcelona está perdiendo su posición como uno de los mejores destinos para nómadas digitales porque quien quiera iniciar un negocio no puede permitirse vivir en la ciudad. En Nomadlist, una página web de información que recopila y clasifica datos de posibles ubicaciones de trabajo remoto, la ciudad catalana está situada en la posición número 10, por detrás de Medellín (Colombia) o Berlín (Alemania).