Menos habitaciones llenas, pero más caras. Los hoteles de Barcelona han cerrado el verano con una ocupación del 85%, una cifra nada desdeñable, aunque 3,9 puntos por debajo de la del año pasado, y 5,4 menos que en 2019, el año previo a la pandemia y el que el Gremi d’Hotels de Barcelona toma como referencia. Este ligero descenso, sin embargo, se ha visto compensado por un dato que el gremio considera muy positivo: un aumento de las tarifas que ha elevado hasta los 195 euros el precio medio por habitación, once euros más que el año pasado, y 45 más que en el verano anterior al covid.
“Estamos en una dinámica positiva que cimienta la fortaleza de la marca Barcelona a nivel internacional”, ha defendido el presidente del gremio, Jordi Clos. El también presidente de la cadena Derby Hotels ha calificado de “muy positiva” la evolución de los precios de las habitaciones en la ciudad, y ha asegurado que el hecho de que haya menos camas ocupadas no le genera ninguna preocupación. Es más, ha pronosticado que el sector cerrará este año con récords de facturación.
Los datos de la temporada estival se enmarcan en un año en el que la ocupación acumulada ha sido del 82,1% de enero a agosto —medio punto menos que en 2023—, y en el que el precio medio en este periodo ha ascendido hasta los 190 euros, 16 más que en el mismo periodo del año pasado y 49 por encima que en 2019.
Este aumento de precios se ha producido en paralelo a la llegada in crescendo a la ciudad de un perfil de viajero internacional de considerable poder adquisitivo, a menudo vinculado al segmento de negocios, la cultura y el deportes, con eventos como la Copa del América, que arrancó en agosto y que terminará en octubre. Aunque el volumen de reservas hoteleras que está aportando la competición a la ciudad “no es excesivamente importante”, según Clos, los establecimientos del litoral ya cuentan con reservas y una ocupación elevada de cara al tramo final de las pruebas de la regata.
Este creciente perfil de viajero ha “propiciado la consecución de un turismo más cualitativo”, y seguirá llegando a la ciudad de forma notable durante los próximos meses, que se prevén muy positivos para el sector. La Copa del América es uno de los factores que contribuyen a estas buenas perspectivas, ya que ejerce de escaparate mundial para la ciudad y le aporta imagen y prestigio, según Clos: “Barcelona vuelve a acoger eventos deportivos de relevancia internacional”.
Pero no todo es la Copa del América, ni el deporte. El ámbito cultural también sumará en la atracción de visitantes, con la bienal europea Manifesta 15 como una de las citas más destacadas. También el turismo de reuniones y congresos, que desempeña un papel crucial para los hoteles, tiene buenas perspectivas para lo que queda de año, y especialmente para 2025, cuando Barcelona acogerá por primera vez tres nuevos eventos de alcance internacional: el Vitafoods, el ICE y el LabelExpo.
Estos salones se suman a encuentros de nivel global ya habituales en la ciudad, como el Mobile World Congress y el Integrated Systems Europe (ISE). Son citas de relevancia internacional de ámbitos diversos que contribuyen a “trasladar una imagen internacional muy potente” de Barcelona que, según Clos, facilita su desarrollo y genera oportunidades de futuro para la ciudad y su entorno.