Corria 1962 cuando la Vuelta Ciclista a España arrancó desde Barcelona. Esta ha sido la única vez que lo ha hecho desde entonces. El vasco Antón Barrutia resultó el ganador de esa primera etapa, con un recorrido de 90 quilómetros y salida y llegada a la capital catalana. Más de 60 años después la competición volverá a escoger la ciudad como punto de partida, por donde, además, no hace escala desde 2012, edición en la que la novena etapa salió desde Andorra y terminó en Montjuïc.
Las bicicletas no darán las primeras pedaleadas en Barcelona este verano, que tendrá en Utrecht (Países Bajos) el inicio de esta edición, y habrá que esperar hasta la de 2023 para verlas pasar. La organización de La Vuelta y el Ayuntamiento de Barcelona tienen que acabar de definir como será ese pistoletazo de salida, en el que se buscará ofrecer el mejor espectáculo deportivo, así como lucir algunos de los puntos más emblemáticos de la ciudad. El concejal de Deportes, David Escudé, ha avanzado que se trabaja para que la competición “se viva en toda la ciudad”, tanto en sus barrios como en sus principales atracciones. La capital catalana también será el escenario del spot oficial de la competición y de la presentación del recorrido y los equipos participantes.
A nivel técnico, según ha explicado el director general de la Vuelta a España, Javier Guillén, la primera etapa será una contrarreloj por equipos que fijará un recorrido que permita “aprovechar al máximo la belleza de Barcelona”. Si para el último final de etapa hay que remontarse hasta el 2012, para la última contrarreloj en la ciudad, también en Montjuïc, hay que irse hasta 1978, con la victoria del francés Bernard Hinault, que acabó ganando la competición de aquel año. Para la segunda etapa en Barcelona, Guillén ha indicado que tendrá la meta en la ciudad, con “una llegada espectacular”. Más allá de estas pequeñas pinceladas, el recorrido completo se conocerá a finales de este año o principios del que viene.
La primera etapa de La Vuelta 2023 será una contrarreloj por equipos que fijará un recorrido que permita “aprovechar al máximo la belleza de Barcelona”
Acoger el inicio de la Vuelta Ciclista, la más importante de España y una de las tres más relevantes en el calendario internacional junto al Tour y el Giro, permitirá al consistorio promocionar Barcelona como ciudad deportiva, teniendo en cuenta que la siguen en casi 200 países y una veintena de cadenas televisivas la emiten íntegramente, con unos 600 periodistas que se desplazan a cubrirla.
Es aún más relevante si se tiene en cuenta, según ha subrayado el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, que Barcelona lleva casi una década sin ser escogida como sede de grandes acontecimientos de este tipo. Para Collboni, eventos como la Vuelta Ciclista permiten posicionarse ante un turista de calidad, interesado en el deporte, que, además, proviene de países del centro de Europa, mercados que realizan un mayor gasto durante sus vacaciones. Asimismo, la prueba movilizará a unas 2.500 y 3.000 personas en la ciudad durante la semana en la que se alargará la primera etapa.
“Trabajamos incansablemente para volver a tener eventos de carácter nacional e internacional, también en el ámbito deportivo”, ha subrayado Collboni, quien ha asegurado que esta vocación de querer volver a estar en el mapa de los deportes se traducirá en más anuncios como el de este lunes en los próximos meses. Sin concretar cuáles, Collboni ha avanzado que las candidaturas en las que trabaja el Ayuntamiento son coherentes con la trayectoria deportiva barcelonesa, con tradición en disciplinas como el ciclismo.