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urante su charla Futuro Humano de las ciudades y sociedad líquida, Jorge Alonso, responsable de desarrollo de negocio del estudio de arquitectura Chapman Taylor en España y Latinoamérica, ha explicado que el futuro de las urbes está directamente ligado al comportamiento de las personas. Además, el arquitecto ha asegurado que la crisis de la Covid-19 está funcionando como “una actualización” de nuestro software interno. Por eso, apuesta por el concepto “we are one” (somos uno) que une a las personas con la ciudad, la comunidad y el planeta.
De esta forma, la revolución tecnológica tiene un componente social, ya que “es una herramienta para conseguir nuestros objetivos de mejora”. Siempre teniendo en cuenta que “no debemos perder la esencia humana”, el arquitecto del estudio internacional Chapman Taylor asegura que estamos en una “sociedad líquida” en la que lo presencial y virtual se mezclan y para la que la capacidad de adaptación, servicio, gestión de equipos y pensamiento crítico serán componentes clave.
La actual crisis supone una oportunidad inmejorable para lograr el objetivo final: “vivir en la ciudad que quiero, en la casa que quiero y con la gente que quiero
En esta relación de las personas con la ciudad, Alonso apuesta por desarrollar “EcoVillages”, ciudades más pequeñas construidas de manera eficiente y sostenible que ayuden a recuperar el concepto de “aldea”. También deja claro que “una ciudad no será smart si antes no es humana”. Para ello, incide en el urbanismo colaborativo, en el que los arquitectos escuchen las necesidades de los ciudadanos antes de construir la ciudad. De esta forma, “todos tendrán algo que decir” y la ciudad se convertirá en “un elemento vivo que refleja a las personas que viven en él”.
Para ello, es vital impulsar la idea de “comunidad” como base para construir la relación entre las personas y la ciudad. Alonso señala conceptos como el “build to rent” (construir para alquilar) que se está extendiendo en algunas ciudades del mundo. Según sus palabras, se trata de buscar la “casa donde quiero vivir, no donde puedo vivir”. Así, se crean complejos residenciales de alquiler para comunidades específicas: amantes del deporte, de los videojuegos, gente mayor, etc.
Todo ello con el objetivo de regenerar las ciudades para que tengan una “identidad” propia y ayuden a conservar el planeta. Y es que, según el experto, la actual crisis supone una oportunidad inmejorable para lograr el objetivo final: “vivir en la ciudad que quiero, en la casa que quiero y con la gente que quiero”.
El arquitecto ha sido uno de los tres Inspirational Speakers que han participado durante el primer día del BNEW, el gran evento para la reactivación económica organizado por el Consorcio de la Zona Franca.