Liceu
El Gran Teatre del Liceu. © V. Z. González

Barcelona quiere seducir al turista cultural

La ciudad impulsa un plan de acción para fomentar la interconexión entre turismo y cultura, con el doble objetivo de captar visitantes de calidad y ofrecer una mejor programación cultural para los barceloneses

La capital catalana quiere superar el parón mundial que ha supuesto el coronavirus reforzando su liderazgo en la industria turística, pero no lo quiere hacer a cualquier precio. El crecimiento sin precedentes de esta actividad económica ha despertado las reticencias de los barceloneses, que han visto como muchos espacios de la ciudad dejaban de ser suyos. El Ayuntamiento de Barcelona quiere encaminar el debate sobre el cambio de modelo en el turismo potenciando la cultura como reclamo de visitantes y vecinos.

Para el consistorio, el turismo y la cultura son dos actividades que se retroalimentan y la administración busca potenciar esta interacción para seducir a un visitante con más poder adquisitivo y fiel. Además, la proliferación de acontecimientos culturales como el Primavera Sound y el Sònar no solo atraen turistas sino que también acaban redundando en los barceloneses, que tienen al alcance una programación cultural más rica y variada.

Este binomio, turismo y cultura, es el eje de la decena de acciones que el Ayuntamiento ha presentado para prepararse para la vuelta a la normalidad poscoronavirus, que todavía parece que tardará en llegar. El primer teniente de alcaldía, Jaume Collboni, defiende que hay que estar preparados para cuando estalle toda la energía que ahora queda contenida bajo mascarillas y confinamientos. “Yo soy optimista sobre la reanudación de la actividad”, remarca Collboni, quien asegura que la ciudad tiene todos los elementos para superar la crisis.

El primer teniente de alcaldía, Jaume Collboni, defiende que hay que estar preparados para cuando estalle toda la energía que ahora queda contenida bajo mascarillas y confinamientos: “Yo soy optimista”

La lista de propuestas del nuevo plan de acción del consistorio para los próximos años es el resultado de las reflexiones de un centenar de profesionales del sector turístico y el de la cultura, como el director del festival Primavera Sound, Alberto Guijarro; la directora de la Fundació Catalunya La Pedrera, Marta Lacambra, la directora del área de Cultura de Fundación Mapfre, Nadia Arroyo, y el gestor cultural y fundador de ICC Consultors, Xavier Fina.

El plan incluye la diversificación territorial de la oferta cultural y la creación de un mapa y un censo de los principales eventos culturales que se suceden en Barcelona y su área metropolitana. El objetivo es dar a conocer a escala nacional e internacional qué pasa en la ciudad de una manera fácil y accesible, facilitando la participación en estas actividades. También se aspira a impulsar una red de ciudades culturales de ámbito español para producir iniciativas culturales, con la participación de Madrid, Bilbao, Málaga, Palma, Sevilla, València, San Sebastián y Santiago de Compostela como promotoras principales.

Se quieren incrementar las rutas y las frecuencias del bus turístic. © Laura Guererro

En el ámbito de la promoción económica, el Ayuntamiento prevé poner en marcha un fondo dotado de capital público y privado para desarrollar nuevos contenidos culturales con capacidad de atraer públicos locales e internacionales, basándose en una lógica de mecenazgo o patrocinio. Este fondo actuará en el terreno de las exposiciones, el mundo escénico y las nuevas tecnologías. Otra iniciativa es desarrollar un plan de apoyo y ayudas a pymes y emprendedores en el ámbito de la cultura y la industria creativa, que se canalizará a través de Barcelona Activa y promocionará la creación de nuevas empresas.

Fomentar una movilidad turística más sostenible es una de la decena de propuestas que ha planteado el consistorio. Se quiere impulsar un cambio en el servicio del bus turístic, con nuevas rutas y frecuencias para convertirse en un medio de transporte de visitantes más eficiente y llegar a nuevos escenarios y contenidos, y focalizar en la Estació del Nord todos los autobuses que trasladan a los visitantes que pernoctan en la Costa Brava y el Maresme y vienen a pasar el día en la capital catalana. Con esta última medida se espera reducir la movilidad de autocares en el centro de la ciudad y dirigir a los turistas hacia espacios más allá de los grandes focos de atracción.