La recuperación del sector del ladrillo se ha dejado notar este año en Barcelona. La ciudad ha recibido el 28,32% de los 10.500 millones de euros de inversión inmobiliaria que se ha ejecutado en toda España en 2021. Desde enero, se han cerrado operaciones de residencial y de oficinas por valor de 2.974 millones, lo que supone un incremento del 47,51% respecto a los 1.413 millones registrados en 2020, uno año marcado por la pandemia del coronavirus.
El segmento de oficinas se lleva buena parte de estas inversiones. En concreto, Barcelona cerrará el año con una inversión total de 1.995 millones en este tipo de inmuebles, según datos de la consultora Cushman & Wakefield, situándose en niveles anteriores a la pandemia. La cifra de 2021 significa un importante aumento respecto a los 755 millones registrados en 2020 y es también un 13% superior a los 1.760 millones de euros registrados en 2019.
La segunda ciudad de España por volumen fue Madrid, que cerrará el año con una inversión global de 2.063 millones, importe que equivale al 19,64% de todo lo que ha recibido España, y que está por debajo de los 3.366 millones contabilizados en 2020.
En la capital española, el segmento de inversión en oficinas se cerrará este año con 665 millones, cifra inferior a la de 2020, año en el que se alcanzaron los 1.400 millones, y muy por debajo de 2019, cuando se invirtieron alrededor de 2.200 millones en este mercado. Según fuentes de Cushman & Wakefield, este descenso viene provocado por la escasez de producto experimentada desde 2019. Mientras, en Barcelona se están desarrollando nuevas áreas urbanas con importante presencia de proyectos de oficinas, como es el caso de la zona norte del 22@.
La inversión en España ha sido de 10.500 millones de euros en 2021, con un crecimiento del 33%
La consultora concreta que las rentabilidades de las inversiones en oficinas ejecutadas en los distritos económicos de las ciudades se han mantenido estables y se han reducido ligeramente en las áreas del entorno urbano. Aunque destaca que se han registrado aumentos en activos con una mayor ratio de riesgo/rentabilidad y en activos oportunistas en zonas descentralizadas y periféricas debido al aumento de la tasa de disponibilidad y la incertidumbre en cuanto a la tendencia de las rentas máximas en estos submercados.
La inversión de 10.500 millones de euros en España en todos los segmentos del sector inmobiliario es un 33% superior a la cifra registrada en 2020, de 7.896 millones de euros. Pero se queda algo atrás de los datos de 2019, cuando se cerraron operaciones por valor de 11.670 millones de euros, según el informe de la consultora, que destaca que esta tónica se replica en una gran parte de los países europeos.
El capital, mayoritariamente extranjero, se ha centrado en proyectos de vivienda residencial (26%) y de oficinas (25%), seguidos por activos del segmento industrial logístico (21%), hotelero (18%) y retail (10%). Destaca que los inversores nacionales han ganado peso a lo largo de este año y han protagonizado más operaciones que el año precedente.
El sector logístico, por su parte, es el que más cambios ha registrado desde marzo de 2020. El sector tiene a su favor una demanda sólida, liquidez y rentabilidades muy atractivas, convirtiendo el producto logístico en el objetivo de los principales fondos internacionales en ubicaciones clave del área de Madrid, principalmente.