La multinacional barcelonesa de fragancias y moda Puig ha puesto fin a la etapa de la pandemia y ha saldado en positivo el último ejercicio, con una cifra récord en ventas y volviendo a los beneficios para el conjunto de 2021. Ha sido “un año muy bueno”, ha valorado al presidente ejecutivo de la compañía familiar catalana, Marc Puig. La razón primordial ha sido la progresiva recuperación en las categorías de moda, fragancias y maquillaje por el interés del consumidor en volver a comprar productos para la belleza una vez reinstaurada la actividad social. Y esto se ha visto reflejado exponencialmente en los mercados estadounidense y chino.
Así, tras registrar pérdidas de 70 millones en 2020 por el impacto de la pandemia, el grupo Puig salda 2021 con unos beneficios de 234 millones de euros y unas ventas históricas de 2.585 millones, con un crecimiento del 68% respecto al 2020 y un 27% más que en 2019. Su presidente ha destacado también el peso de los productos dermatológicos con la incorporación a la empresa de la división Derma (que incluye las empresas Uriage, Apivita y el 50% de Isdin) y de Charlotte Tilbury, así como de las marcas nicho, productos especializados y con una distribución muy limitada. De hecho, el 73% de la facturación de 2021 vino de las fragancias; el 16% del maquillaje y el 11% de la dermocosmética.
La tendencia positiva se ha consolidado en el primer trimestre de este año, por lo que la compañía ha revisado al alza los pronósticos de su plan de crecimiento: el negocio alcanzará los 3.000 millones en 2022, un año antes de lo previsto, según Marc Puig. La compañía dueña de marcas como Carolina Herrera, Nina Ricci, Paco Rabanne, Jean Paul Gaultier, Dries Van Noten, Penhaligon’s y Artisan Parfumeur también contempla registrar este año unos resultados operativos de 500 millones de euros, cuando el año pasado se elevaron se a 425 millones (un 27% por encima de 2019).
Marc Puig ha explicado que en el último año las ventas de productos de maquillaje crecieron hasta un 153% respecto a 2020. Charlotte Tilbury, con su línea de luxury make-up y su foco en el negocio digital, sigue siendo el principal motor de crecimiento de esta categoría, junto con Christian Louboutin, gracias a la expansión geográfica y la apertura de puntos de venta en EEUU y en China. Esto no quita que Europa siga siendo el principal mercado para la compañía en todas sus categorías y que la venta online genere el 28% del negocio, consolidando los avances de penetración conseguidos durante la pandemia.
En la categoría de moda y fragancias, Puig registró un incremento de las ventas del 41% respecto a 2020. Estos positivos resultados se vieron impulsados gracias a la recuperación en la categoría de fragancias en las zonas de Europa, Oriente Medio y África, en la que destacaron los lanzamientos de Phantom de Paco Rabanne y Scandal pour Homme de Jean Paul Gaultier. En EEUU la compañía registró un significativo crecimiento a fragancias, con excelentes resultados de Good Girl de Carolina Herrera. También creció de forma significativa el segmento de marcas nicho, con un precio más elevado y una calidad superior y una distribución muy limitada, mediante productos como Penhaligon’s, Artisan Parfumeur y Christian Louboutin, que han incrementado la relevancia dentro del conjunto del grupo Puig.
Con presencia en 150 países —y oficinas propias en 27 de ellos– y sede corporativa en la Plaza Europa de L’Hospitalet, la empresa quiere seguir creciendo y buscando oportunidades que coincidan con sus objetivos estratégicos. En este sentido, Marc Puig ha concretado que el nivel de deuda financiera es de menos 0,5 veces el Ebitda.