Barcelona es sinónimo de tradición mediterránea y marítima. Con la llegada del buen tiempo, las playas de la capital catalana, especialmente las más céntricas, se llenan a diario con miles de turistas, aunque también algún que otro local, dispuestos a aprovechar cada rayo de sol del cielo barcelonés. Desde este viernes, los vecinos ganan un espacio privilegiado para pasear junto al mar y observar el litoral de la ciudad. El Puerto de Barcelona ha abierto la zona norte y este del muelle de Barcelona, conectando las Drassanes al World Trace Center, un espacio con el que la ciudadanía gana 600 metros lineales de paseo junto al mar.
La apertura del muelle de Barcelona ha supuesto una inversión de 100.0000 euros para nivelar el pavimento, instalar mobiliario urbano y mejorar la iluminación del paseo. Con esta intervención, Barcelona gana un total de 13.565 metros cuadrados y 600 metros de paseo junto al mar, un espacio equivalente a una manzana del Eixample.
“La Copa del América sirvió como catalizador para acelerar actuaciones pero, una vez pasada, desde el Puerto hemos continuado con el propósito de reabrir espacios y acercarnos a la ciudadanía”, ha enfatizado el presidente del Puerto, José Alberto Carbonell, refiriéndose a otras inauguraciones recientes, como el muelle de Pescadores, que permite acceder a la subasta diaria de pescado. Sin embargo, el presidente ha insistido en que este paseo cuenta todavía con una urbanización “provisional”, todavía con el olor a suelo recién asfaltado y una propuesta muy minimalista, con una gran explanada frente al mar. “Preferíamos abrirlo a la ciudadanía que mantenerlo cerrado”, ha resaltado Carbonell.
El Puerto de Barcelona trabaja ahora con el Ayuntamiento para concretar su urbanización y los diferentes usos del espacio. Carbonell ha asegurado que este será un espacio en el que “pasarán cosas”, asegurando que podría ser el escenario de eventos como la Setmana del Llibre en Català o el Nadal al Port. Por el momento, este espacio será uno de los lugares que tomará el Salón Náutico en octubre, además de haberse convertido ya en un espacio de paseo para que barceloneses y turistas disfruten junto a la brisa marina y tomen fotografías del litoral barcelonés.
La apertura del muelle de Barcelona a la ciudadanía supone la culminación del propósito del Puerto de inaugurar paulatinamente todos los espacios hasta ahora cerrados, tal como avanzó el presidente del Puerto de Barcelona hasta octubre, Lluís Salvadó, a The New Barcelona Post. Además, esta inauguración también coincide con los trabajos de rehabilitación que se ejecutan en la zona marítima, permitiendo la continuidad de la Rambla, que se encuentra en un intenso proceso de transformación con obras, hasta el mar.
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha remarcado que el nuevo paseo del muelle permite a la ciudadanía local “reconectar y recuperar su esencia marinera”. Una apuesta por abrirse al mar que también persigue el consistorio con proyectos como la rehabilitación de la Rambla, así como la futura transformación de la Mar Bella o el impulso de la economía azul que hace el Puerto a través del BlueTechPort en el muelle de Sant Bertran.

El muelle de Barcelona se construyó en la década de 1870 con la primera gran ampliación del Puerto hacia el sur por el auge del comercio internacional. En este momento, empezó a actuar como espacio donde atracaban los grandes barcos de pasajeros de Italia y América. En 2018, el Ayuntamiento y el Puerto firmaron un acuerdo para reducir las terminales de cruceros de la ciudad, una actividad que hasta entonces ocupaba los muelles Drassanes y Barcelona, y abrir estos espacios a la ciudadanía.
Desde entonces, el Puerto trabaja para seguir el calendario acordado, y ya en el otoño de 2023 trasladó la actividad de esta zona hacia el muelle Adossat. Sin embargo, esta zona no se ha podido reabrir hasta ahora porque, durante la celebración de la Copa del América, había sido ocupada por el equipo anfitrión, el Emirates Team New Zealand. La institución portuaria prevé culminar la transformación definitiva del muelle de Barcelona, del que ahora se ha abierto la zona norte y este, para 2027, ya que a finales de 2026 dejarán de atracar cruceros también en la zona sur de este muelle.

Reconectar con el mar y la actividad portuaria
La apertura del muelle de Barcelona coincide con la celebración este fin de semana de la segunda edición de la jornada de puertas abiertas del Puerto. Una cita que quiere conseguir que los barceloneses redescubran no solo este espacio, sino que también conozcan la importancia de la actividad portuaria diaria, que sirve de puerta de entrada para cruceristas, pero también para mercancías presentes en el día a día de los barceloneses, desde el café a las prendas de vestir.
Una iniciativa que repiten tras el éxito de su primera edición, cuando unas 30.000 personas descubrieron los secretos escondidos detrás de las instalaciones portuarias. En su segunda edición, las 3.000 entradas gratuitas para las visitas guiadas se agotaron en tan sólo cuatro horas. Unas visitas guiadas que, por primera vez, permitirán acceder a dos terminales de contenedores, la APM Terminals Barcelona (APMT) y Hutchison Ports BEST. Además de las visitas guiadas, el Puerto ha organizado un gran número de actividades que empezarán a dotar de vida el recién abierto muelle de Barcelona, con foodtrucks y talleres ocupando este nuevo espacio junto al mar.