Entradas agotadas en 12 de 14 espectáculos y una ocupación global del 95%. Es el balance de la 38 edición del Festival de Perelada, que ha atraído a un total de 3.900 espectadores. La pianista china Yuja Wang fue la encargada de poner el punto final a la edición de este año, en la que la organización del festival ha dado continuidad a su “apuesta por la excelencia, por la nueva creación, por los talentos emergentes de casa, con la intención de otorgar a los creadores y creadoras carta blanca para trabajar”, según el director artístico del festival, Oriol Aguilà.
En este sentido, el talento local con proyección internacional ha protagonizado veladas como la ofrecida por la soprano Sara Blanch, el espectáculo de danza a cargo de Aleix Martínez Terra Llaurada, el recital Renaissance Reloaded, a cargo del Cor de Cambra del Palau de la Música Catalana dirigido por Júlia Sesé, y el estreno de la ópera de cámara Don Juan no existe, compuesta por Helena Cánovas. Nacida en Tona en 1994, Cánovas se ha convertido en la directora más joven en presentar un estreno absoluto en el festival, con una obra que reivindica a todas aquellas autoras que han sido silenciadas, a través de la figura y la ópera olvidada de Carmen Díaz de Mendoza Aguado (1864-1929).
Los roles destacados de Cánovas y Sesé reflejan la apuesta del festival por reivindicar la figura de la mujer en el ámbito compositivo, así como obras compuestas por menores de 40 años. Además de ejercer de escenario y altavoz para el talento local, el festival ha visto pasar por sus espacios a intérpretes de talla de ámbito internacional, como los tenores Piotr Beczala, y las sopranos Anna Pirozzi y Sonia Yoncheva. También han pasado por esta edición del Festival de Perelada el tenor Ismael Jordi y el espectáculo de la compañía Acosta Danza, que también fueron platos fuertes de una edición que ha programado 14 espectáculos en 13 noches. Dentro de la programación, también ha despuntado el ciclo de Conciertos Ad Libitum, con el tenor Julian Prégardien y el cuarteto de saxos Kebyart, en una espectáculo maridado con vino y catas gastronómicas.
El festival será el invitado del prestigioso Savonlinna Opera Festival de Finlandia el próximo verano, con su producción The Fairy Queen
Con las obras para reformar el auditorio en el horizonte, los escenarios principales del festival han sido de nuevo la iglesia del Carme y el Mirador del Castillo, “espacios de proximidad que permiten generar una comunión entre artistas y público, que ponen en marcha nuevas dinámicas y permiten que el público viva experiencias artísticas únicas”, según Aguilà. Sin embargo, los espacios y las fechas han ido más allá, mediante propuestas como un taller de composición de Helena Cànovas en el Conservatorio del Liceu en mayo; una clase de ballet de Carlos Acosta y la profesora de su academia Verónica Corveas en Figueres en julio, y un taller de coreografía con Aleix Martínez en el polideportivo de Peralada.
También traspasando las fronteras y fechas del festival, podrá visitarse hasta diciembre la muestra Vida detenida & Waiting for the Light, de Pedro Almodóvar. La obra del director también ha tenido un papel relevante en el festival, a través de un concierto de icónicas piezas de sus películas, con la voz de Pasión Vega.
El cierre de la edición de verano del festival ha ido acompañada de anuncios: la edición de Pascua de 2025 estrenará Responsoria Hebdomadae Sanctae del compositor Bernat Vivancos. La tercera edición de Pascua, que arrancará el 17 de abril, incluirá el ciclo de cantatas Membra Jesu Nostri de Dietrich Buxtehude, interpretadas por la formación vocal Cantoría. Como novedad también para 2025, el festival será el invitado del prestigioso Savonlinna Opera Festival de Finlandia el próximo verano. Acudirá con su producción The Fairy Queen de Purcell, de 2022 y con dirección musical de Dani Espasa y con el contratenor Xavier Sabata como uno de los ideólogos de la producción, que exportará el festival con sello catalán a tierras finlandesas.