El Cruïlla ya probó el año pasado lo que era volver de festival. Fue de los pocos que se organizó con la pandemia, con mascarillas y test de antígenos como medidas de protección. Después de esa edición aun pandémica, el festival regresa este miércoles dejando atrás de una vez la covid y con la previsión de conseguir la cifra récord de 80.000 asistentes, a falta de las entradas compradas a última hora. Se superará así a la asistencia conseguida en 2019, cuando fueron 77.000. De miércoles a sábado, más de 50 conciertos llenarán de música el Parc del Fòrum de Barcelona.
En su voluntad de que el festival sea un lugar de encuentro, se ofrecerá una programación variada y múltiples perfiles, con presencia internacional, pero también un marcado acento local y con la intención de hacer bailar a todos los asistentes. “Esta edición es para bailar. No nos hemos detenido durante la pandemia, hemos dado conciertos con mascarilla y distancia, pero sentados o sin poder bailar. En esta edición, casi todos los artistas del cartel son convocados para poder bailar”, explica en una entrevista con The New Barcelona Post el director del festival, Jordi Herreruela.
“Queremos ser un festival que realmente refleje la ciudad, una ciudad que por muy cosmopolita que sea también tiene una cultura propia. Este festival es un lugar de encuentro, un cruce. Un lugar de diversidad y creatividad, lo que hace que la gente visite Barcelona es su carácter creativo”, apunta Herreruela.
Este miércoles se empezará a calentar motores con las actuaciones de Toteking y Trueno. También estarán Judeline, 31 Fam, Free Sis Mafia, Ill Pekeño & Ergo Pro, Rels B y Leïti Sene.
El jueves vendrán algunos de los platos fuertes de este año, como Residente, Molotov y los barceloneses Stay Homas. En la segunda jornada, también se podrá disfrutar de la propuesta de Balkan Paradise Orchestra, así como de la de Pupil·les, Marcel i Júlia, Miss Bolivia, Arumbo y Ninhodelosrecaos.
Los conciertos seguirán el viernes con la llegada de internacionales de la talla de Duran Duran, Jack White, Editors y Sleaford Mods. Para los que busquen show, tendrán los de Rigoberta Bandini y Zahara. En el ámbito más local, destacará Joe Crepúsculo y el regreso a los escenarios de Delafé y las Flores Azules en su vigésimo aniversario. Hot Chip, Meute, Dancetería, Elefantes, Vintage Trouble, The Bloody Beetroots, Niña Polaca, Ocata, Dan Peralbo y el Comboi y Travis Birds completarán el cartel.
Por último, el sábado el ritmo latino tomará los escenarios con Juan Luis Guerra y Rubén Blades, completando la fiesta empezada con Residente el jueves. Habrá un gran protagonismo local, con Queralt Lahoz, Joan Dausà, Els Catarres, Buhos y Ginestà, completado con las Tanxugueiras, Rozalén, Depedro y Colectivo Da Silva. También estarán Seeed, Fat Freddy’s Drop, Sofi Tukker, Cimafunk, The Tyets y Habla de mí en presente.
La vuelta a la absoluta normalidad también se traducirá en el regreso a los cinco escenarios del Cruïlla. El principal será el de Estrella Damm, donde se verá desfilar a algunos de los artistas más destacados de esta edición como Rubén Blades, Juan Luis Guerra, Duran Duran, Jack White o Residente. El escenario Cruïlla Enamora, complementario al de Estrella Damm, vivirá actuaciones como las de Rigoberta Bandini, Trueno, Molotov o Editors. En el anfiteatro estará el escenario Vueling y se recuperará el escenario Four Roses, donde tocarán Joe Crepúsculo, Niña Polaca y Colectivo Da Silva. El quinto será el escenario Vallformosa.
Para los que se queden con ganas de más este fin de semana, podrán alargar su experiencia en el Cruïlla con el último concierto de la versión reducida del festival, el Cruïlla XXS, ideada en el verano de 2020 para adaptarse a la pandemia. Con más de 20 conciertos realizados desde finales de mayo, será Love of Lesbian el grupo encargado de cerrar el Cruïlla XXS —y el Cruïlla—. Lo harán el 22 de julio en el Poble Espanyol.
