Cuando se habla de startups y programas de incubación para hacerlas crecer, se acostumbra a pensar que provienen de sectores como el comercio electrónico, el blockchain, la inteligencia artificial (IA) o las fintech. Pocas veces se piensa en la moda, donde también hay nuevos diseñadores y marcas que quieren hacerse un hueco y competir con las compañías más grandes. Barcelona Activa les quiere dar todas las herramientas para conseguirlo mediante el programa Barcelona Fashion Forward, que ofrece formación y mentoría a diez empresas emergentes de este sector desde principios de mayo en el Disseny Hub de Barcelona (DHUB).
Una de las personas que forma parte del jurado que seleccionó a las diez startups, la directora del DHUB, Mireia Escobar, señala que este programa se dirige a aquellas compañías de moda que se ha detectado que más sufren en su proceso de crecimiento, las que se encuentran entre la incubación y la aceleración. La mayoría de las participantes tienen ya una marca creada y han comercializado al menos una colección de productos, con una trayectoria de entre uno y cinco años. Todavía no están consolidadas y el programa les tiene que servir para conseguir proyección y financiación en el mercado.
Todo esto, en 60 horas de formación y 19,5 horas de mentoría personalizada durante cuatro meses. En una segunda fase del programa, se seleccionará a cuatro de las diez empresas emergentes, que recibirán más asesoramiento durante seis meses, con el apoyo de una agencia de márketing digital.
Escobar remarca que Barcelona Fashion Forward apuesta por “colocar en el mercado real” a estas empresas emergentes, descubriendo cómo se hace un plan de negocio o cómo funciona un showroom y una tienda en la que quieren vender sus productos. Esta es la segunda vez que Barcelona Activa organiza este programa. Después del éxito de la primera, se ha vuelto a repetir la fórmula y se ha reforzado, duplicando el número de empresas que participan, detalla Escobar.
Entre las diez seleccionadas en la segunda edición hay un poco de todo: una colección de ropa sin género, una colección de ropa de mujer ética, sastrería de trajes de novio y novia, investigación 3D, moda infantil artesanal, joyería estampada en cerámica o calzado sostenible. “Son muy diferentes, aunque forman parte del mismo sector”, expone Escobar. El programa hace de esto su virtud, haciendo que cada startup explique su experiencia y todas aprendan en grupo.
La variedad como oportunidad
Así lo ve Laura Rodríguez de Flora in Paradise, marca de pendientes y collares de cerámica con estampados. Rodríguez subraya que todas las marcas participantes se encuentran más o menos en el mismo punto de desarrollo y, escuchando cómo les va al resto, se dan cuenta de cómo podrían mejorar. “Es muy valioso”, defiende. Ahora bien, la variedad también les permite conocer las opiniones de sus compañeros —que son expertos en otras cuestiones— e, incluso, la posibilidad de colaborar con ellos.
En el caso de Flora in Paradise, el programa de Barcelona Activa llega dos años después de su nacimiento. Les está sirviendo para revisar que lo que hacen está bien, como también los planes de futuro que tenían, permitiéndoles analizar si hay que reestructurar su estrategia. Asimismo, se están adentrando en el mundo de la comunicación y el márketing, viendo cómo pueden potenciar su marca.
Flora in Paradise, una de las startups participantes, expone que el programa les permite mejorar sus planes, conociendo las experiencias de sus compañeros, que se encuentran en una situación similar a la suya
Para explicar en qué consiste Flora in Paradise, Rodríguez defiende que se trata de una marca de joyería artesanal y sostenible que quiere reivindicar la flora y la fauna —de ahí el nombre— a través de los estampados que decoran sus piezas de cerámica. De momento, solo hacen pendientes y collares, pero esperan presentar sus anillos de cara a finales de año.
Como encarar la moda poscoronavirus
La sostenibilidad es también una de las características de Carlos Sutil, marca para novios y novias. Carlos Sutil trabaja desde hace 25 años en el sector de la moda, pero hace siete que decidió empezar a impulsar sus propios diseños. Precisamente lo hizo porque era consciente de que había que apostar por una producción de ropa más respetuosa con el medio ambiente y menos masiva.
“Tenemos que volver a educar al público diciéndole que es mejor comprar una única pieza que miles”, asegura Carlos Sutil, quien cree que este cambio de actitud se producirá después de la pandemia. Traslada esta apuesta por la sostenibilidad de diferentes maneras. Por ejemplo, reciclando los trajes para bodas que diseña, adaptándolos una vez pasa la celebración para otras ocasiones, o dedicándose a restaurar prendas de ropa.
Carlos Sutil traslada esta apuesta por la sostenibilidad de diferentes maneras: reciclando los trajes para bodas que diseña, adaptándolos una vez pasa la celebración para otras ocasiones, o dedicándose a restaurar prendas de ropa
Con el programa, este diseñador está aprendiendo a centrarse en aquello que realmente quiere hacer con su marca y a ganar visibilidad a través de las redes sociales y el márketing, además de escuchar a sus compañeros y enriquecerse con sus experiencias. “Nos alimentamos los unos a los otros”, resume.