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l colapso de Wirecard ha puesto en alerta a las autoridades reguladoras y a la comunidad inversora, especialmente la vinculada con el ecosistema fintech, uno de los ámbitos tecnológicos más emergentes y que concentra buena parte de las operaciones, tanto en materia de compraventas como de nuevas rondas de financiación.
Sin embargo, expertos inversores como Carlos Blanco aseguran que el escándalo Wirecard no es extensible a toda la comunidad fintech y que estamos ante un caso de delito societario y de fraude contable, aunque teme que pueda aprovecharse esta estafa para intentar frenar a un sector muy dinámico que amenaza a buena parte del negocio de la banca tradicional, por lo que hay muchos intereses creados.
Solo en España se calcula que hay unas 400 start up que proporcionan nuevos servicios financieros gracias a un uso intensivo de tecnología y a su capacidad para desarrollar soluciones que aportan valor añadido al cliente y que cubren nuevas necesidades. El sector fintech ya ha creado más de 5.000 empleos en nuestro país, si bien es cierto que Reino Unido y Alemania concentran el 70% de la inversión en este emergente sector, que sumó 8.300 millones de euros en 2019. España se sitúa en quinta posición, con una inversión de 245 millones.
Barcelona, gracias a su potente comunidad emprendedora, se sitúa como punta de lanza del fintech español y se acaba de anotar dos grandes éxitos que dan confianza al ecosistema y le darán sin duda un nuevo impulso. Se trata de las recientes ventas de Verse y Strands, dos firmas con cuartel general en la capital catalana lideradas por Bernardo Hernández y Erik Brieva, respectivamente.
Ambas operaciones se han firmado durante la pandemia, lo que demuestra que el sector sigue en ebullición, a la espera de ver cómo acaba afectando la crisis de Wirecard. Con un millón de usuarios, Verse es una aplicación de pagos móviles entre particulares que este mes de junio ha sido adquirida por Square, una fintech estadounidense propiedad del fundador y consejero delegado de Twitter, Jack Dorsey. La transacción supera los 30 millones de euros y permitirá a Square crecer en el mercado europeo de las transferencias entre particulares. Verse nació en Barcelona en 2015 y hasta ahora había logrado levantar unos 37 millones de euros gracias a un sistema de pagos válido para toda Europa, a diferencia de Bizum, que opera solo en España.
Unos meses antes, en marzo, la compañía italiana de información crediticia Crif compró Strands, una fintech especializada en soluciones avanzadas se banca digital con oficinas centrales en Barcelona.
ID Finance es otra de las fintech de mayor peso en Barcelona. La firma liderada por dos empresarios de origen ruso, Boris Batine y Alexander Dunaev, está especializada en préstamos online y crece duplicando su negocio cada año. Así, en 2019 facturó 81 millones de euros, frente a los 41 millones del ejercicio anterior. Aunque su sede principal está en la capital catalana, ID Finance tiene también oficinas en Minsk (Bielorrusia), México y Brasil.
En el ecosistema fintech catalán fue, sin duda, pionera Kantox, una empresa de intercambio y gestión de divisas con sede en Londres y regulada por la FCA británica pero que mantiene su oficina principal en la planta 22 de la flamante Torre Mapfre de Barcelona. Con más de 4.000 clientes empresariales en 70 países, Kantox fue fundada en 2011 por Phillipe Gelis y Toni Ramis y desde entonces ha intercambiado a través de su plataforma más de 10.000 millones de dólares.
LA MÁS EMERGENTE
El dinamismo del sector en Barcelona también tiene como gran protagonista a Goin, considerada como la fintech de mayor crecimiento en Europa. Su equipo fundador, Gabriel Esteban, David Ruidor y Carlos Rodríguez, ha sido reconocido por Forbes y forma parte de la selecta lista de jóvenes emprendedores 30 under 30 de Europa. Nacida en marzo de 2018, Goin (abreviatura de gain with each coin) es una aplicación que ayuda a los millennials a ahorrar de forma sencilla y a invertir sin disponer de muchos conocimientos financieros.
NoviCap es otra de las fintech fundada en Londres por emprendedores catalanes y con cuartel general en Barcelona. La firma liderada por Marc Antoni Macià ocupa la 75 posición en el ránking de empresas europeas de mayor crecimiento elaborado por Financial Times. Está especializada en la financiación de circulante para pymes a través del adelanto de facturas vía factoring y confirming. En 2019 superó la barrera de 210 millones de euros financiados, el triple que en el año anterior, con 35.000 facturas financiadas en 35 países. La empresa acaba de anunciar la apertura de unas nuevas oficinas en Barcelona que triplicarán el espacio actual y permitirán hacer frente al crecimiento, además, se establecerá en Ámsterdam.
Otra fintech barcelonesa con potencial de crecimiento es el robo-advisor inbestMe, inmerso ahora en su segunda ronda de financiación y participado por el grupo GVC Gaesco, presidido por la veterana Maria Àngels Vallvé. En un año, la firma de inversión automatizada ha duplicado su volumen de clientes y el patrimonio gestionado y ahora su objetivo más inmediato pasa por triplicarlo.
LOS NEOBANCOS APUESTAN POR BARCELONA
La capital catalana y su potencial tecnológico y de atracción de talento ha despertado también el interés de los dos mayores neobancos europeos, el británico Revolut y el alemán N26. Ambos han apostado por abrir en Barcelona sus oficinas para España, un mercado donde ya suman 600.000 y 400.000 clientes, respectivamente.
Pero Barcelona ha alumbrado también su propio neobanco, Bnc10, una fintech que cuenta con más,de 35.000 clientes y que empezó a funcionar en septiembre de 2019. Fundado por Manel Vallet (de Hoteles Catalonia), David Montanyà y William McCahey y dirigida por Albert Llorens (ex CaixaBank), Bnc10 quiere ser una alternativa digital a la banca tradicional y este año se ha propuesto alcanzar los 100.000 usuarios. Se han financiado con capital semilla y una ronda puente y ahora preparan su primera ronda serie A.
LA INICIATIVA DE LA BANCA TRADICIONAL
CaixaBank y Banco Sabadell, los dos grandes bancos con sede operativa en Barcelona, impulsan también al sector fintech. El primero acaba de, relanzar Imagin, su banco móvil para jóvenes, con el reto de alcanzar los 4 millones de usuarios en 2024 y elevar en un 70% la rentabilidad del segmento joven en el grupo financiero.
Por su parte, Banco Sabadell apostó por crear su propia plataforma de innovación financiera con la creación de Innocells, una lanzadera que ha creado fintechs como Nomo y ha adquirido otras como Instant Credit. Nomo es una aplicación móvil que facilita el trabajo a los trabajadores autónomos y profesionales freelance, ya que les permite calcular el IVA y escanear facturas y tickets. La start up del banco, dirigida por Xavier Capellades, ya cuenta con más de 60.000 usuarios.
Unnax, Coverfy y Flanks son otras de las fintech catalanas en crecimiento y que pueden aportar nuevas alegrías para contribuir a consolidar el sector en los próximos años.