En 2023 crecieron un 24% las ventas de cavas ecológicos.

El sector del cava bate otro récord y prevé alzas de precios por la sequía

En 2023 se comercializaron 252 millones de botellas, un 1% más, en un ejercicio marcado por la caída de las exportaciones y el retroceso de las ventas en Estados Unidos. Por el contrario, el mercado español creció un 4%.

Las bodegas de la Denominación de Origen Cava alcanzaron un nuevo récord en 2023, con 252 millones de botellas comercializadas, un 1% más, y un volumen de facturación agregada de 2.200 millones de euros. El año se ha salvado gracias al mercado interior, que ha crecido un 4%, mientras que las exportaciones han experimentado un ligero retroceso del 0,25% por la caída de las ventas en Estados Unidos (-13%).

Todo indica que este será, por ahora, el último récord que batirá el sector, ya que se espera que en los próximos dos o tres años el volumen de producción descienda como consecuencia de la sequía. Habrá menos oferta y, por lo tanto, se prevé una subida generalizada de precios que contribuirá, de paso, a la revalorización de la marca cava, un aspecto largamente reclamado por buena parte del sector, que pide huir del volumen y apostar por la calidad. Actualmente, el precio medio de venta de una botella de cava se sitúa en los 8,5 euros.

Hay que tener en cuenta que desde 2021 la producción de uva destinada al cava ha experimentado, por la falta de lluvias, una caída del 30%, cifra que se eleva hasta el 37,8% si se analizan sólo las hectáreas de Catalunya. “Y todo indica que volvemos a estar a las puertas de una nueva vendimia corta y difícil”, ha aseverado este miércoles el presidente del Consejo Regulador del Cava, Javier Pagés, durante la presentación de los resultados económicos de 2023. Se trata de una situación totalmente excepcional, ya que el sector venía de un contexto de exceso de producción. Como consecuencia de esta menor entrada de uva, se han podido elaborar menos botellas y algunas grandes compañías, como Freixenet, ya han anunciado que no dispondrán de suficiente producción para abastecer a mercados clave como Alemania, Austria y Suiza.

Pagés ha mostrado su profunda preocupación por las consecuencias que acarreará este largo episodio de sequía a los viticultores y elaboradores, aunque no se ha aventurado a cifrar el número de hectáreas de viñedo que morirán por falta de lluvias. Ha pedido a la Generalitat que “busque la manera de conseguir agua y canalizarla para que pueda llegar a zonas como el Penedès”. “Proporcionar agua es una responsabilidad pública”, ha aseverado, tras reclamar un estudio científico “riguroso” que permita planificar el abastecimiento de agua regenerada o desalada “si realmente se quiere mantener el Penedès con viñedos”.

El presidente del Consejo Regulador ha anunciado que en las próximas semanas la DO CAVA podría aprobar una medida que puede ayudar a los elaboradores a compensar parcialmente esta situación. Se trata de la puesta en marcha “de una herramienta de provisión de garantía de vino base” similar a la que ya tiene el champán u otras DO como La Rioja. Así, se podrán utilizar vinos base que ahora no estaban permitidos para elaborar cava al ser fruto de un exceso de rendimiento en el viñedo o en el proceso de prensado.

Aun así, Pagés ha sido tajante al asegurar que serán vigilantes en el cumplimiento de las normas y ha señalado que “no podemos hacer trucos de magia” para mantener los volúmenes de producción con los que han trabajado hasta ahora las bodegas. En consecuencia, ha manifestado, “vamos a ver subidas de precios”, y una clara apuesta por comercializar cada vez más “cavas de un nivel más alto a precios más altos”. “Habrá una cierta carestía de producto, por lo que los elaboradores deberán planificar mejor sus inventarios y elegir mejor a sus clientes, abandonando aquellos clientes o mercados de menor valor” y apostando por los que resulten más rentables o estratégicos, ha augurado.

Freixenet lanza un vino espumoso alternativo al cava

Freixenet, que lidera las ventas de cava en Alemania, ha anunciado esta semana el primer gran movimiento en este sentido al indicar que la “drástica disminución” de la producción “hace imposible cumplir con la demanda de los consumidores en ciertos mercados internacionales”. Debido a esta “situación limitante”, la empresa asegura que “se ha visto obligada” a lanzar en los mercados de Alemania, Austria y Suiza un nuevo vino espumosos alternativo al cava para suplir la demanda de los consumidores en estos tres países.

Este nuevo producto, que venderá con la marca Freixenet Premium Sparkling Wine–Cuvée de España, se elabora con el denominado método charmat, una técnica de producción mucho más económica que el método tradicional champenoise que se emplea en la producción de cavas y champán. La principal diferencia es que en el método tradicional la segunda fermentación se realiza dentro de la misma botella que llega a casa del consumidor y tras largos meses de crianza, mientras que con el charmat o cuve close el proceso es mucho más rápido, ya que la segunda fermentación se realiza en grandes depósitos de acero inoxidable. Según Freixenet, para elaborar este vino espumoso en las instalaciones que su filial UCSA —elaboradora de la marca Dubois— tiene en Sant Sadurní d’Anoia se empleará vino base o uvas no calificadas para cava procedentes de España.

Javier Pagés, presidente de la DO Cava.

Caen las exportaciones de cava

Respecto a los resultados de 2023, Pagés ha vuelto a subrayar “la fortaleza del sector del cava a pesar de las turbulencias económicas y geopolíticas”. La DO Cava comercializó el pasado año 2,7 millones de botellas más que en 2022, hasta rozar los 252 millones de botellas, un 1% más (el alza en 2022 fue del 4,58%). A diferencia de lo que había ocurrido durante muchos años, ahora es el mercado español quien tira del sector del cava, con un alza de las ventas del 4% que se añade al incremento del 13% experimentado en 2022.

Por el contrario, el mercado exterior —que copa el 70% de las ventas totales— ha confirmado su frenazo. Si en 2022 las exportaciones crecieron un ligero 1,2%, en 2023 el mercado internacional se ha anotado una caída del 0,25% lastrado por la inflación en los principales mercados europeos y también por el descenso del 13,48% de las exportaciones a Estados Unidos, el segundo mayor cliente del cava fuera de España. Según Pagés, esta caída responde a un “desfase de inventarios” y a la fuerte competencia que hay en el mercado vinícola estadounidense. Por el contrario, el pasado año, las ventas crecieron un 4% en Alemania, un 5,4% en Bélgica y un 5,3% en Reino Unido. Como país emergente destaca Brasil, con un alza del 75%.

Pagés también ha destacado que en 2023 los cavas ecológicos crecieron un 24,5%, con un total de 32,3 millones de botellas certificadas. Esta cifra seguirá aumentando con fuerza, ya que, en 2025, el 100% de los cavas de Guarda Superior —aquellos que tienen más de 18 meses de crianza— deberán ser ecológicos, un objetivo que ha asegurado que se va a cumplir. De hecho, 2023 ha sido el primer año en que han salido al mercado los cavas de Guarda Superior Reserva con una crianza mínima de 18 meses, ya que antes del cambio de la norma el periodo de crianza era de 15 meses.

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