Antonio Carmona es muy conocido entre los periodistas catalanes. Durante los últimos años ha sido la cara visible de Rodalies, en un periodo de crispación política en el que se señalaba constantemente a su servicio. Ha cogido el teléfono a todo el mundo, escribieran para donde escribieran, fuera la hora que fuera. Con 20 años a sus espaldas picando piedra en el departamento de comunicación de Renfe, compañía en la que empezó a trabajar como ayudante ferroviario, se convirtió el pasado marzo en el director de Rodalies, en sustitución de Mayte Castillo.
Llega en un momento de fuertes inversiones para el servicio de Rodalies, con la previsión de desembolsar más de 6.300 millones de euros de aquí a 2030 para mejorarlo con el Plan de Rodalies, tras años de sequía y olvido por parte de los gobiernos del PP. Desde su puesta en marcha en 2020, el plan, coordinado por el exconseller convergente Pere Macias, ha adjudicado más de 3.400 millones de euros, con actuaciones ya palpables como la reconfiguración de las vías en la estación de Sants, los avances en La Sagrera, por donde ya pasan los trenes de Rodalies, la nueva estación de Sant Andreu o los recientemente estrenados nuevos andenes de Arc de Triomf.
— ¿Cómo sientan los primeros meses como director de Rodalies?
— Lo de estar 24 horas pendiente se mantiene igual, pero de otra manera. Ahora tengo una mayor responsabilidad sobre los viajeros que transportamos. Cuando hay incidencias, el responsable directo de que los viajeros puedan sufrir un retraso o puedan estar parados en una estación es el director de Rodalies, con lo cual lo sientes de otra manera. Por suerte, ya conocía al 99% de las personas que están en los equipos, lo que hace más fácil toda la integración de cara a lo que es llevar el servicio diario y, sobre todo, para poner el foco de cara al medio y largo plazo. El corto plazo lo conocemos todos y estamos actuando, pero tenemos que ver qué queremos ser de mayores y para eso también estamos trabajando de forma muy coordinada con la Generalitat.
— ¿Qué quiere ser Rodalies de mayor?
— Ha habido una falta de inversión evidente desde 2012 hasta 2018, cuando llegó el nuevo equipo, que acometió una serie de acciones que se plasmaron en un marco, el Plan de Rodalies. La inversión que estamos disfrutando ahora en Catalunya es histórica, tanto en materia de obras de mejora de la infraestructura, ya sea por el Corredor Mediterráneo, los soterramientos de Sant Feliu de Llobregat y de Montcada i Reixac, y la duplicación de la R3, como obras de mejora de la accesibilidad en diferentes estaciones y la compra de nuevos trenes. Son una serie de actuaciones que se fijaron para el periodo 2020-2030 y, como decía Pere Macias, una cosa es ponerle ese marco, pero lo más importante es hacer seguimiento y eso es lo que está posibilitando que se siga avanzando.
— Ahora, precisamente, se está actuando en Roda de Berà para extender el Corredor Mediterráneo. ¿Cómo puede eso beneficiar a los usuarios de Rodalies?
— Adif está trabajando en Roda de Berà, pero paralelamente está trabajando en la mejora de las estaciones de Altafulla, Torredembarra, Tarragona y Sant Vicenç de Calders, donde se está renovando toda la infraestructura. Con lo cual, además del beneficio socioeconómico que comporta una infraestructura como el Corredor Mediterráneo, para aumentar el transporte de mercancías y seguir incrementando su cuota respecto a la carretera, también comporta mejoras indirectas de cara a Rodalies porque mejora el confort y la fiabilidad de las instalaciones. Una vez acabadas las obras, se podrá reprogramar toda la oferta de Rodalies para que sea más cadenciada y tenga una frecuencia más real. Otro ejemplo es el soterramiento de Sant Feliu de Llobregat, que mejorará la seguridad, pero también se renovará la infraestructura, con lo cual habrá una estación y vías nuevas que, al fin y al cabo, son mejoras para Rodalies.
— Más allá de las obras en las infraestructuras el Plan de Rodalies también incluye nuevos trenes.
— A Rodalies vendrán alrededor de unos 100 trenes nuevos. A finales de 2025 o ya en 2026 pueden llegar los primeros y se irán incorporando progresivamente. Una parte irá a sustituir a algunos que son más antiguos y la otra a incrementar el parque. Ese aumento nos permitirá, de cara a futuro, que todos los trenes de la R1, la R2 y la R4, las líneas principales de Rodalies, y gran parte de la R3, circulen en doble composición, con trenes de 200 metros. Con lo cual, con la misma frecuencia, estarás incrementando ya la capacidad. Una obra muy importante que se ha hecho es la de Arc de Triomf, alargando los andenes hasta los 200 metros para poder hacer llegar estos trenes.
— Todas estas mejoras también van acompañadas de cortes del servicio y molestias para los usuarios en una red que ya estaba tensionada.
— Somos conscientes de que nos quedan dos años complejos de obras, pero también entendemos que, cuando pasen estos dos años, con la finalización de determinadas actuaciones y la llegada progresiva de nuevos trenes, habrá una mejora evidente de cara al viajero. Si mejoras la fiabilidad, puedes reprogramar servicios para otro tipo de oferta y, si tienes más trenes, puedes dar más capacidad de plazas. Esas son mejoras evidentes. ¿Por qué con las obras a veces da la sensación de que puede haber más problemas? Cuando tienes una obra, te supone una serie de restricciones y te estresa el sistema, con lo cual la capacidad de recuperación que tienes ante cualquier incidencia es menor. Poniendo un ejemplo de casa, si haces obras en la cocina, compras un camping gas para aguantar. Si te falla el camping gas, o te vas al bar o te vas a casa de tus padres o de tus suegros, pero esa alternativa ya no la tienes. Si hubieras tenido la cocina y el camping gas, y te falla la cocina en un momento dado, tienes la otra opción. Pero ahora dependes de un único elemento y eso hace que, si falla, la capacidad de recuperación sea mucho menor.
“Cuando hay una incidencia, lo peor que le puede pasar a un viajero es la sensación de que no está informado. Si no dices nada, el usuario piensa que nadie está pensando en él y siempre hay alguien que lo está haciendo”
— ¿Se trabaja mejor ahora con el nuevo Govern liderado por Salvador Illa (PSC)?
— En el actual equipo de gobierno hay una implicación y una voluntad de mejora contando con nosotros. Estamos trabajando en lo que le llamamos el Pla Endreça que cuenta con mejoras de la seguridad, la limpieza, la accesibilidad y la información. Cuando hay una incidencia, lo peor que le puede pasar a un viajero es la sensación de que no está informado. A veces no puedes darle la solución que nos gustaría, pero, si no dices nada, el usuario piensa que nadie está pensando en él y siempre hay alguien detrás que está pensando en los viajeros. Si lo hacemos, tenemos que transmitirlo. ¿Y cuál es la mejor manera de transmitirlo? Información, información, información. Sabemos que tenemos puntos de mejora y lo que vamos a hacer es trabajar de la mano del Govern. El día que teníamos que ir a Tarragona para explicar el plan alternativo de Roda de Berà a los alcaldes de la zona la Conselleria de Territorri nos pidió acompañarnos, tiene la voluntad de estar con nosotros en las mejoras y en explicar a los ciudadanos todas las afectaciones que puedan conllevar las obras que se llevan a cabo. Pero también en trabajar por mejoras más diarias, fuera de la gran inversión, que también permitan mejorar la percepción y el servicio.
— Esto antes no pasaba.
— Agua pasada no mueve molinos. Vamos a centrarnos en lo que estamos ahora y trabajar de la mano con voluntad de colaboración por ambas partes. Al final, creo que trabajar de esta manera con los mismos objetivos es beneficioso para el ciudadano.
— ¿Cómo va el traspaso de Rodalies?
— Lo están negociando el Ministerio de Transportes y la Generalitat. Una de las primeras cosas que dijo el ministro Óscar Puente fue asegurar a los trabajadores que no habría ningún cambio en sus condiciones laborales. Por lo tanto, se vive con tranquilidad dentro de lo que es que un titular del servicio opte por un modelo diferente. Lo que pide la Generalitat es una participación más grande en la operativa, pero la marca Renfe continuará en Catalunya porque estará integrada en una empresa mixta con la Generalitat. Al final, el acuerdo al que se llegó es una buena noticia porque Renfe continuará prestando el servicio de una manera u otra en Catalunya. Es una fórmula aplicable para otros territorios.
