Nacho Corredor
Nacho Corredor, politólogo y socio fundador de la consultora BeBarlet. © Marc Llibre
LA ENTREVISTA

Nacho Corredor: “En los despachos también hay activismo”

El socio fundador de BeBartlet defiende que Barcelona tiene que tener un proyecto a largo plazo desde la diversidad y la convivencia de visiones diferentes después de haber estado "en pausa por la incertidumbre" durante la última década

Nacho Corredor es politólogo y socio fundador de la consultora BeBartlet. También es analista político en diferentes programas y tertulias de televisión y radio. Se formó en la Universitat Pompeu Fabra (UPF) donde aprovechó su tiempo libre para fundar Deba-t.org. Ha trabajado en el sector público como asesor del Gobierno y en el sector privado como consultor de Llorente & Cuenca. La consultoría le ha dado orden mental, método y negocio.

Ha sido escogido como uno de los líderes emergentes del panorama español, según la Embajada británica, y en 2022 escribió el libro El activismo tranquilo (Ariel) que es un manifiesto subjetivo a favor de la convivencia. “Tomar partido sin ser partidista”. ¡Al partido! O mejor dicho: ¡a la entrevista!

— Nacido en Cantabria, crecido en Catalunya y trabajando en Madrid.

— Me gustaría estar todavía más en Barcelona… Un día me dijiste que era la mejor ciudad del mundo y creo que es la mejor ciudad del mundo para vivir. Se tienen que generar las oportunidades para que también sea la mejor ciudad del mundo para trabajar.

— ¿Por qué estudió Políticas?

— Tenía 17 años y hacía entrevistas a políticos en el Canal Blau TV. Guillem Carol leyó la entrevista que le hice a Carles Campuzano durante la campaña electoral de las generales de 2008 y me dijo que me quería conocer. Guillem estudiaba Políticas en la UPF, era miembro de la FNEC y me presentó a un grupo de gente que para mí era un mundo nuevo de políticos y personas que dedicaban su día a día a hablar de política. Fue inspirador.

— “Cuando llegue la inspiración, que me coja trabajando”, decía Picasso.

— Empecé a frecuentar la UPF antes de matricularme como estudiante. Hice el trabajo de investigación sobre el proceso de paz de Rodrigo Zapatero con ETA y la Fundación Ernest Lluch me dio un premio. El jurado me dijo que, si me gustaba el periodismo político, hiciera Políticas y después, Periodismo.

— Dos viejos conocidos: política y periodismo.

— Más tarde decidí que no quería hacer periodismo político porque el periodismo describe la realidad política, pero me interesaban más las herramientas que adquirí en el ecosistema de la universidad que me enriqueció mucho. Era el momento de ebullición del 15M en España y yo quería participar de la cosa pública.

— Fue presidente-fundador de Deba-t.org.

— Fundamos Deba-t.org hace quince años y todavía hoy funciona. Invitábamos a políticos y empresarios con el objetivo de generar complicidades entre gente que pensaba diferente. Algunos medios como El Periódico tuvieron la vocación de incorporar nuevas voces en el ecosistema. Tenía 21 años y empecé a ser columnista, me dio vértigo y me fui a Madrid.

— ¿Vértigo barcelonés?

— Era un recién graduado dando mi opinión sobre lo humano y lo divino y pensé que aquello tenía un recorrido muy limitado. Me salió una oportunidad profesional en Madrid y me fui. Desde entonces he seguido participando en la cosa pública y he contribuido a los medios como forma de activismo tranquilo o compromiso cívico. Los medios son trabajo de los periodistas y los profesionales liberales no participan porque así se ahorran problemas.

“Me aproximo al debate público desde el respeto a la diferencia y con una vocación de construir y no de destruir. El debate como formato no tiene una vocación de transacción de ideas sino de exposición y esto no me interesa mucho”

— ¿Qué problemas?

— Compartir tu opinión en público tiene unos costes, a pesar de que yo lo hago y tampoco me genera tantos problemas. Es mi forma de aproximarme al debate público desde el respeto a la diferencia y por lo tanto, con una vocación de construir y no de destruir. La gente inteligente respeta que haya gente inteligente que piense diferente.

— ¿Qué es lo más importante para un buen debate?

— Escucharse es básico. La estructura del debate no está hecha normalmente para escuchar sino para hablar. Se ve muy claro en campaña electoral. Muy pocos escuchan lo que dicen los otros porque el debate como formato no tiene una vocación de transacción de ideas sino de exposición y esto es verdad que no me interesa mucho.

— Escuchar antes de hablar.

— Exacto. Me interesan los espacios de deliberación o intercambio de conocimiento. Una de las problemáticas de la dinámica política es la publicidad que se da en los debates. Emitir pactos en streaming puede parecer transparente, pero es un formato para no construir. Los debates que tienen más sentido son aquellos donde se escucha. La empatía es muy importante en la construcción de la conversación pública y la convivencia.

“La empatía es muy importante en la construcción de la conversación pública y la convivencia”

— La empatía.

— Desgraciadamente, la empatía no destaca en la conversación pública. A finales de julio estuve en el Nueva Economía Fórum y hablábamos de todos los pactos que podían haber tras las elecciones. Se me acercaron un par de personas sorprendidas porque no les trataba como a marcianos.

— ¿Marcianos?
— La conversación pública es más bien destructiva, pero una de las máximas de la sociedad es convivir y por eso hay que escuchar, entender, empatizar y asumir que se tiene que compartir un espacio y un tiempo en un contexto de personas.

— ¿Por qué emprendió BeBartlet, gabinete de incidencia pública?

— Estuve cuatro años trabajando como consultor en Llorente & Cuenca que ahora es uno de nuestros accionistas minoritarios. Aprendí mucho y la consultoría es un espacio donde hay que estar un tiempo, pero no demasiado porque es muy intenso. La consultoría me dio orden mental.

— Orden mental.

— Mi tendencia no es el orden mental, pero la consultoría me dio método y lógica de negocio. Es todo un reto vender un servicio profesional en la medida que implica confiar en alguien y la capacidad que tiene esta persona para generar valor. Después trabajé un par de años en la Administración coincidiendo con la moción de censura de Pedro Sánchez. Mi día a día cambió de una semana para la otra. Hubo dos elecciones en 2019, la estructura del gobierno en funciones estaba un poco parada y tuve tiempo para dar muchas vueltas sobre qué quería hacer.

Nacho Corredor entrevista
Nacho Corredor estudió Políticas en la UPF y ha fundado la consultora BeBarlet. © Marc Llibre

— El sueño y la realidad de emprender.

-Coincidí mucho con el Adrian Jofre que también venía del mundo de la consultoría y acababa de volver de Estados Unidos. Queríamos hacer algo diferente y pusimos en marcha BeBartlet justo un par de semanas antes de la pandemia.

— ¿Qué es la inteligencia competitiva?

— Las empresas tienen que tomar decisiones y necesitan interpretar la información a la que tienen acceso. Durante el procés, ayudé a muchas multinacionales a tomar decisiones sobre donde invertir analizando riesgos políticos de zonas geográficas. Me lo pasé muy bien porque trabajé con gente como José Antonio Zarzalejos o Jordi Sevilla. Mis clientes eran multinacionales con presencia en España o empresas españolas con vocación internacional. Los directivos recibían una alerta con información relevante y de contexto más allá del ruido que está al alcance de todo el mundo y también les ayudábamos a tomar decisiones y actuar en momentos de tensión.

— ¿Qué tiene que tener un buen líder?

— No soy demasiado teórico del liderazgo porque creo que los mejores líderes se trabajan con el paso del tiempo pero no son producto ni consecuencia de una metodología. Así pues, creo que los líderes que inspiran tienen que tener mucha consideración por su comunidad. Tienen que respetar a aquellos que les tratan con respeto.

— Respeto mutuo entre líderes y comunidad.

— No es habitual… De hecho, es una forma de generar una dinámica y una lógica de participación, integración, colaboración, cocreación y sobre todo cooperación que es la mejor forma de competir. Un líder tiene que saber cooperar, pensar a largo plazo y compartir un espacio de convivencia. Nuestra participación en una comunidad tiene un impacto en las sociedades que construimos. Uno de los libros que más me ha inspirado se titula Solo en la bolera de Robert D.Putnam.

“Los mejores líderes se trabajan con el paso del tiempo y tienen mucha consideración por su comunidad, pero no son producto ni consecuencia de una metodología”

— ¿Solo en la bolera?

— Este libro explica que las sociedades más democráticas son aquellas que se interrelacionan y dedican tiempo a generar complicidades y confianza entre todos aquellos que piensan diferente. Alguien podría decir que esto es una frivolidad como el networking, pero su aportación al debate público es que esta relación entre diferentes genera el Bridging Social Capital que quiere decir puentes entre sociedades que necesitan interrelaciones.

— Los líderes de mañana ya no son como los líderes de ayer.
— El paso del tiempo nos ayuda a aprender y hacer las cosas todavía mejor. Hay liderazgos que en el siglo XX eran admirados y que hoy serían del todo intolerables, sobre todo aquellos líderes con tics autoritarios. Sin embargo, seguro que hay líderes con tics autoritarios que resultan atractivos en nuestro imaginario histórico. Margaret Thatcher era autoritaria. El vector generacional explica muchas cosas sobre las dinámicas sociales porque el poder se ejerce de generación en generación, pero creo que la edad no es un factor determinante para casi nada.

— La edad es solo una cifra.

— Una persona de 70 años me dijo hace poco que yo era muy joven y le respondí que José Maria Aznar era presidente de Castilla y León con solo 34 años o que Felipe González era secretario general del PSOE con solo 32 años. Le pregunté a esta persona que hacía con 30 años y me dijo que era consejero delegado de un banco. Así pues, el tiempo había pasado para él y entendía la juventud desde la lógica de su paso del tiempo.

— “Juventud, divino tesoro”, escribía el poeta Rubén Darío.

— A menudo se coge la juventud como determinante y diferenciadora, pero no tiene porque ser así. ¿La gente mayor tiene más experiencia que la gente joven? Quizás sí, o quizás no. También hay gente mayor que ha tenido una vida muy aburrida, sin emociones, sin amor… El paso del tiempo contribuye a la perspectiva pero no es de por si un atributo, del mismo modo que la ausencia del paso del tiempo no es un demérito.

“Las sociedades más democráticas son aquellas que se interrelacionan y dedican tiempo a generar complicidades y confianza entre todos los que piensan diferente”

— El tiempo da sobre todo perspectiva.

— Tanto Adrian Jofre como yo somos hijos únicos y no nos gustaba nada cuando nos ponían con los primos pequeños en la cena de Navidad. Nosotros queríamos comer en la mesa de los mayores porque es allí donde se escuchaban y se aprendían cosas interesantes que quizás entonces no entendíamos. Se intenta parcializar a los jóvenes pero es una forma de limitar y controlar el intercambio de conocimientos dentro de una sociedad a la vez que genera externalidades negativas en la conversación pública. Que el niño no nos moleste, piensan, pero el niño aprende cuando interactúa con los adultos.

— Elogio de la juventud que crece.

— La democracia es muy reciente en nuestro país y se construye con la generación de finales de los 70 y 80. Son las personas que han liderado nuestra sociedad hasta hace casi una década y que siempre salían en la televisión o dirigían empresas. Alfredo Pérez Rubalcaba era el gran exponente que había sido ministro en los 90 y también fue candidato a la presidencia en 2011. La crisis financiera, el 15M, la aparición de Podemos o Ciutadanos supuso un cambio en los medios y en la política.

— Póngame ejemplos.

— El presidente de la Generalitat o la presidenta de Madrid empezaron a ejercer su cargo con menos de 40 años. Políticos como Pere Aragonès o Isabel Díaz Ayuso o presentadores como José Yélamo o Marc Calderó no han llegado hasta dónde han llegado por ser jóvenes, sino porque son profesionales y han encontrado la oportunidad de ejercer un papel importante en la sociedad.

“El poder se ejerce de generación en generación, pero creo que la edad no es un factor determinante para casi nada”

— ¿Profesionales jóvenes o jóvenes profesionales?

— Si mencionamos el estado biológico en el fondo estamos caricaturizando la aportación de estas personas a la sociedad. ¿Pere Aragonès ejerce de joven en la Generalitat? No, pero prioriza determinados valores post-materiales respecto a lo que Jordi Pujol tenía dentro de su imaginario e impregna una lógica generacional que nada tiene que ver con su edad. Pere Aragonès no me interesa en la medida que es la voz de los jóvenes, sino que es el síntoma de una época.

— ¿Qué es el activismo tranquilo?

— El activismo tranquilo tiene que ver con el compromiso cívico y con la forma de relacionarse con la sociedad. El activismo tranquilo es un libro que no habría escrito, pero que me pidieron tras una conversación como esta con mi editor. Le dije que no lo tenía demasiado claro porque no quería escribir un libro de ciencia política donde tuviera que traducir conceptos ajenos. Me dijo que explicara qué había hecho en la universidad y como se había generado una comunidad de confianza entre nuevos referentes institucionales de diferentes partidos. El editor me dijo que esto era una forma de activismo tranquilo.

— “Tomar partido sin ser partidista”.

— Tenemos una concepción agresiva o reivindicativa del activismo. Un activismo que se encuentra más en la calle que en los despachos, cuando probablemente una persona que quiere ir a una manifestación y otra que dedica su tiempo libre a la sociedad también se pueden entender y generar complicidades a pesar de tener visiones diferentes. Es el compromiso compartido con el entorno.

Nacho Corredor BeBartlet
Nacho Corredor defiende que “el activismo tranquilo tiene que ver con el compromiso cívico y con la forma de relacionarse con la sociedad”. © Marc Llibre

— ¿Cómo son las relaciones entre Barcelona y Madrid?

— Las relaciones políticas no pasan por su mejor momento aunque hay una distancia física muy corta entre las dos ciudades. Hay un intercambio empresarial constante. Una sala de espera del Puente Aéreo o algunos viajes en AVE son una buena radiografía del paso del siglo XX al XXI. Muchos de mis clientes viven en Barcelona, pero pasan una parte importante de la semana en Madrid. Tendríamos que aspirar a que también haya gente de Madrid que venga a trabajar a Barcelona.

— El efecto capital…

— Es verdad que hay un efecto capital que condiciona la potencia económica de cada ciudad y también hay una estructura administrativa fuerte que genera una economía de despachos, consultoras o restaurantes a su alrededor. A pesar de que Madrid ha tenido una posición de liderazgo más cómoda, Barcelona también ha perdido oportunidades durante la última década.

— ¿Por qué?

— Quizás porque es la mejor ciudad del mundo y no había la necesidad de creer que había que cuidarla. Los ecosistemas empresariales y culturales son consecuencia de las decisiones que toman tanto las personas como las instituciones. Me gustaría que el ecosistema de oportunidades que tiene una ciudad como Madrid también estuviera en Barcelona y que Barcelona sea un polo magnético del sur de Europa sin competir o compararse con Madrid. Barcelona es un polo en cuanto a identidad, pero no lo ha sido necesariamente en cuanto a praxis.

“Una sala de espera del Puente Aéreo o viajar en AVE es una buena radiografía del paso del siglo XX al XXI”

— ¿Mala praxis en Barcelona?

— En la última década se han tomado muy malas decisiones en Barcelona como, por ejemplo, vivir en un contexto de permanente incertidumbre que no ha contribuido al territorio. Barcelona es la mejor ciudad del mundo, pero también hay muchas ciudades que tienen puerto, que se encuentran en el Mediterráneo y que ponen facilidades. A Barcelona se la critica sobre todo por no haber sido sinónimo de certeza y por no haber puesto las cosas fáciles a nivel empresarial. No tienes una receta ganadora si mezclas incertidumbre con dificultades.

— ¿Cuál es la receta ganadora?

— Tenemos todos los elementos para poder ser el ecosistema ideal. Hace miles de años cuando alguien tenía que establecerse en la península ibérica, lo hacía antes en el Mediterráneo que en el centro de España. Aquí se han tomado malas decisiones por la incertidumbre y las dificultades. Tenemos que ser conscientes de la oportunidad de un tiempo que pasa muy deprisa. La pérdida de oportunidades tiene hoy un impacto mucho más grande que durante los años buenos de Barcelona, entre los 90 y los 2000. Ha sido negativo poner la ciudad en pausa entre el 2010 y el 2020.

— ¿Hasta qué punto?

— La élite de la ciudad ha utilizado este diagnóstico para atribuir toda la responsabilidad de todo lo que pasaba a los políticos y, en este proceso de filias y fobias del ecosistema institucional también nos hemos cargado una parte de la reputación de la sociedad. Hemos leído en prensa internacional críticas a la ciudad de Barcelona de gente que vive, trabaja, invierte y dedica su vida a la ciudad de Barcelona.

“Hemos leído críticas en prensa internacional a Barcelona de gente que vive, trabaja e invierte en la ciudad. La virtud y el defecto de Madrid es que creen en ellos mismos”

— “El hándicap de Barcelona es su baja autoestima”, alerta Pau Relat.
-La virtud y el defecto de Madrid es que creen en ellos mismos. Te lo tienes que creer si quieres que te tomen en serio.

— ¿Nos falta más colaboración público-privada?

— La colaboración público-privada es imprescindible para el desarrollo económico de las ciudades y no puede estar limitada al hecho que una empresa privada dé un servicio a la administración y que la administración pague por este servicio. Esto no es colaboración público-privada, sino una licitación. Esto también hay que seguirlo haciendo pero la colaboración público-privada es que el público comparta un diagnóstico de necesidades con el privado y hagan cosas juntos para solucionarlo.

— ¿Qué papel tiene que tener el privado?

— El privado tiene una gran capacidad para atraer inversiones y Barcelona Global es un buen ejemplo de organización que se dedica a generar dinámicas de colaboración entre el público y el privado. Tenemos que caminar hacia sociedades que normalicen la interacción, la colaboración y el trabajo conjunto entre el público y el privado. Tenemos que exigir más compromiso público a los privados y más relación con la ciudadanía a los públicos. No podemos dejar la colaboración público-privada como una mera contratación de la administración pública a los privados porque esto es una transacción que genera actividad económica y una externalidad positiva, pero no es colaboración.

Nacho Corredor Víctor Costa entrevista
Nacho Corredor, en un momento de la entrevista. © Marc Llibre

— ¿Cómo es su dieta informativa?

— Soy subscriptor de cinco medios de comunicación: La Vanguardia, El País, El Confidencial, El Diario.es y Infolibre. Mi forma de acceder a la realidad de nuestro país es a través de sus protagonistas que son las fuentes primarias. Es lo mismo que hemos hablado de la construcción de comunidad e interacción entre diferentes pero aplicado a la burbuja de la sociedad de Madrid.

— ¿Cómo accede a las fuentes primarias?

— Prefiero hacer una cena antes que una comida de negocios. Quedo con muchos políticos y periodistas para comer, así como con otra gente que está conectada con su espacio de generación de la actualidad. Salir en los medios te permite tener una interacción con alguien que no conoces a la vez que generas compromiso cívico. Seguro que hay gente que si no saliera en los medios no accedería a quedar conmigo, pero lo cierto es que te permite hablar con los protagonistas.

— ¿Cómo gestiona esta información?

— Durante los días previos a las elecciones generales tuve muchas conversaciones con mucha gente implicada pero no lo hacía con una vocación periodística de publicar lo que me explicaban. Yo no quise ser periodista porque me di cuenta que no habría sido un buen periodista en la medida que creía que para llegar al fondo de algunas conversaciones era mejor no tener una transacción de información, sino una vocación de compartir conocimiento.

“Yo no quise ser periodista porque me di cuenta que no habría sido un buen periodista en la medida que creía que para llegar al fondo de algunas conversaciones era mejor no tener una transacción de información”

— ¿Qué tipo de conocimiento?

— Un conocimiento que se adquiere, se pasa por un filtro y se reinterpreta desde la lógica de tomar partido sin ser partidista y desde la subjetividad de una persona con una edad, unas experiencias y una ideología. Es enriquecedor. Me he hecho un listado de personas para conocer y libros para leer. Esta es mi forma de acceder a la información.

— ¿Cuál es el presente y el futuro del negocio del periodismo?
— Los grandes medios tienen estructuras que fueron pensadas en el pasado y son los que tienen más dificultades a la hora de adaptarse a otras lógicas económicas. Hay todo un mundo de posibilidades con las plataformas y los nuevos medios. La publicidad es un mundo en transformación y los anuncios tal como los conocemos ya no tienen sentido. De hecho, me sorprende que no exista todavía más una forma de modelo de negocio a través de los grandes ricos que tienen un compromiso cívico y que contribuyan a un ecosistema de más calidad informativa y más capacidad de interpretación de la actualidad, del mismo modo que también contribuyen con una ONG.

— La fórmula Jeff Bezos con The Washington Post.

— Una ciudadanía informada con capacidad de interpretación genera un contexto de más estabilidad, más previsibilidad y mejores escenarios para el mundo económico. Por lo tanto, me sorprende que no haya más iniciativas por parte de gente que entiende que en la información de calidad, el acceso al conocimiento y  el análisis hay un impacto en la sociedad que construimos. Habría que dedicar más dinero aunque implique perderlo a corto.

Nacho Corredor
Nacho Corredor sostiene que “una ciudadanía informada genera mejores escenarios para el mundo económico”. © Marc Llibre

— El anterior entrevistado de Persona a Persona, Oriol Pinya, le hace las siguientes preguntas:

1)  ¿Cómo refundamos la democracia en un mundo polarizado por los filtros impuestos por las redes sociales?
— Cuando analicemos, de aquí unos años, el impacto de Internet en la configuración del espacio público de la última década nos pondremos las manos a la cabeza. Prefiero que sea un humano con criterios tecnológicos quién me ordene la información antes que leer de forma desordenada cosas que no me interesan por Twitter.

2) ¿Cuál es el poder real de Twitter?

— Si Twitter es realmente una ágora pública contemporánea entonces no podemos actuar como si fuera una fábrica de zapatos. Twitter es un espacio corporativo compartido por muchas personas que condiciona el estado de ánimo de muchos países. Cualquier liberal tendría que ver un problema en el hecho de que haya una concentración de poder tan grande en Twitter y que sea el canalizador de la conversación política de una parte del mundo. A la vez, esta red está en manos de una persona que controla una compañía con un problema de gobernanza y sin ningún tipo de check and balance. Twitter y Facebook no son una fábrica de zapatos.

3) ¿Cómo será la revolución de las redes?

— Este tipo de espacios no funcionarán en el futuro y sino iremos hacia contextos más distópicos. La democracia siempre se ha basado en una falacia que hemos aceptado felizmente y que nos ha servido para organizarnos bastante bien.

“Twitter y Facebook no son una fábrica de zapatos”

4) ¿Qué falacia?

— La falacia de la información perfecta por parte de los que participan en los procesos de decisión de la democracia. Cuando se dice que la gente que vota tiene información perfecta es mentira y esto hace que veamos cada vez cosas más peligrosas. Me refiero a todo lo que contribuye a desinformar, sobreinformar o dificultarnos nuestro criterio sobre lo que nos rodea. Los retos del año 2023 son más complejos que los del año 1900 y cada vez lo serán más.

5) ¿Quo vadis Catalunya y Barcelona?

— Catalunya sin Barcelona no seria Catalunya. La dirección que toma Barcelona condiciona Catalunya. Barcelona ha empezado un tiempo nuevo y difícil de gestionar desde las instituciones pero merece que lógicas antagónicas tengan la capacidad de compartir diagnóstico. Esto es lo que permite integrar visiones diferentes de la ciudad y un proyecto a largo plazo. No se ha integrado la lógica de la diversidad y el antagonismo entre dos visiones a la hora de priorizar cuáles tienen que ser los retos de ciudad. Hay que pensar en la Barcelona del futuro entre diferentes personas y lógicas que aguanten el paso del tiempo.

Nacho Corredor
Para Nacho Corredor, “la dirección que toma Barcelona condiciona Catalunya”. © Marc Llibre

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– Referente: Pasqual Maragall.
– Libro: Alicia en el Pais de las Maravillas.
– Película: La Dolce Vita, de Fellini.
– Canción: Agapimú, Ana Belen & Ojete Calor Feat.
– Rincón preferido: Somewhere in Menorca.
– Lema de vida: Mejor un mal acuerdo que un no acuerdo.
– Sueño: Vivir 100 años y dedicar la mitad a la lectura.