Elisenda Carod
La periodista Elisenda Carod, entrevistada por Cristina Puig, en el Bar Antúnez de Barcelona. ©R. Marín
UN COLA CAO CON...

Elisenda Carod: “He trabajado limpiando lavabos”

Es enérgica cuando habla y transmite pasión en cada una de sus reflexiones. La editora y presentadora de La Tarda de Catalunya Ràdio y colaboradora del Està passant de TV3, Elisenda Carod, reivindica el derecho a los cuerpos no normativos y se enorgullece de estar abriendo puertas a futuras periodistas más allá de la talla 44.

¿Es fácil encontrarte desayunando en un bar?

— Casi siempre lo hago en casa, pero uno de mis placeres el fin de semana es bajar al bar y que te lo hagan.

— ¿La vida es mejor desde que no madrugas?

— ¡Absolutamente mejor!

— ¿Cuántos años levantándote a las 4 de la mañana?

— Unos 4 o 5, que tampoco son tantos si lo comparamos con otra gente, pero cuando te suena el despertador piensas: estoy yo, Catalunya Informació y mi coche.

 — Editas y presentas La Tarda de Catalunya Ràdio, colaboras en el programa Està passant en TV3, haces anuncios, presentas actos, te hacen entrevistas. ¿Elisenda Carod está de moda?

— ¡Yo creo que sí! Y tengo que aprovechar un poco el filón porque esta profesión nuestra a veces es algo desagradecida, premia poco la constancia. A mí cuando me fichan en Està Passant creo que me pongo de moda y todo el mundo me ve más asociada al humor. Ahora creo que la gente está descubriendo a la profesional de larga trayectoria que hay detrás. Me gustaría pensar que no es una moda porque eso querría decir que las señoras lo estamos siempre de moda, pero en mi caso, vendría a ser algo como el artista que saca su segundo disco. Quiero pensar que estoy consolidando mi carrera.

Elisenda Carod @Rafa Marin

— ¿Por qué debemos justificarlo más las mujeres cuando nos pasa?

— Porque las mujeres debemos justificarlo TODO más. Lo que nos ocurre, las decisiones que tomamos, las actitudes que tenemos, sobre todo si nuestras reacciones son similares a las que aplauden los hombres. Vivimos en un sistema patriarcal. Todos y todas. Y esto debemos entenderlo sobre todo a la hora de criticarlo. Porque estas actitudes patriarcales también las tenemos las mujeres. No estamos culpando a los hombres. Estamos culpando al sistema. Y nosotras mismas muchas veces nos encontramos pidiendo más explicaciones a las mujeres de las que pedimos a los hombres. El primer paso es ser consciente de ello para desactivar este prejuicio.

— ¿Justificarnos es un error o una necesidad?

— Es una necesidad porque lo pide el sistema, pero es un error caer en él.

— ¿Qué haces cuando no trabajas?

— Hostia, ¡es que sólo trabajo! (ríe)

— ¿Sabes que esto acaba pasando factura?

— Es que me gusta mucho mi trabajo. Soy una workaholic porque he hecho tantos trabajos, que he detestado muchísimo y que suponían un ejercicio de constancia voluntaria que ahora, cuando salgo del directo y ya estoy pensando en el programa del día siguiente, miro la escaleta y pienso cuántas cosas aprenderé. ¡Soy muy afortunada!

— ¿Qué trabajos has hecho que no imaginaríamos?

— He limpiado lavabos.

— ¿?

— Viví un tiempo en Inglaterra, en el noreste de Gales y vivía en una caravana. Trabajaba en un restaurante y también limpiaba los lavabos. ¿Y sabes qué?

— ¿Qué?

— Qué al principio dices: ¡hostia, qué asco! Pero cuando llevas doce horas de pie al final lo que quieres es limpiar lavabos porque puedes sentarte un rato en la taza. Éste es el trabajo menos agradecido que he tenido, sí.

Elisenda Carod @Rafa Marin

 — Lo de vivir en una caravana suena muy hippie

— Porque trabajaba en un resort como el de Dirty Dancing pero de caravanas, por debajo del Upper, para entendernos. Fue una experiencia dura pero como sabes que son experiencias finitas, son muy enriquecedoras. El problema es la gente que se ve abocada a vivir siempre en estas condiciones.

— ¿Cuántos años tenías?

— 23 años, imagínate. ¡Me lo pasé teta! Y como aprendí mucho inglés me ascendieron y me hicieron encargada de un pub. Y también he trabajado en la discográfica Blanco y Negro vendiendo Max Mix y he repartido folletos en las entradas de los teatros,

— Volvamos dónde nos hemos quedado ¿Qué haces cuando tienes algo de tiempo libre?

— Durante la semana pocas cosas. Ahora me he apuntado a hacer Fitboxing 3 o 4 días.

— O sea ¡Te dedicas a dar puñetazos!

—A un saco. Nunca me pongas delante a una persona porque sería incapaz de pegar a nadie. Durante 40 minutos estoy luchando por mi supervivencia y eso hace que no piense en otra cosa. También paseo al perro.

— ¿Y los fines de semana?

— Mi hobby son mis amigos y mi familia. Soy absolutamente social. Tengo una familia muy cluster y necesito verla. Las escapadas con amigas, sin perros, niños ni maridos son como burbujas de aire.

“Mi hobby son mis amigos y mi familia. Soy absolutamente social”, Elisenda Carod

— ¿Qué o quién te lleva a los 14 años a Radio Santa Coloma de Gramenet?

— Yo es que en la escuela hablaba muchísimo (ríe)

— Nunca lo habría dicho…

— Sorprendente ¿verdad? ¡Al final le he sacado rédito a esto de no estar nunca callada! Mi profesor de literatura española siempre me castigaba porque decía que yo era un foco de desatención. Me ponías junto al mejor estudiante de la clase y acababa haciendo que sacara malas notas. Y entonces me dijo: debemos hacer algo con esto. Y me preguntó si me gustaría hacer radio. Y dije que sí.

Elisenda Carod @Rafa Marin

— ¿Pero de adolescente esto de la radio ya te gustaba?

—¡Por supuesto! Tengo cintas grabadas con 9 años en las que yo ya jugaba a presentar programas. Así que cuando el profesor plantea esta opción, convencí a 25 compañeros de clase y montamos un programa piloto. Lo fuimos a vender por todas las radios y nadie nos los compró excepto los “locos” de Santa Coloma Radio 99.0 de la FM. Y ahí empezó todo. Hice informativos, programas, veranos, matinales… ¡y ganaba los premios del público! ¡Que esto me hacía mucha ilusión!

 — En Instagram tienes un apartado dedicado a las tallas. En Twitter has dicho BASTA a quien de vez en cuando te dice que debes adelgazar. ¿En estas estamos?

— Es muy sutil. Desde que estoy en primera división en el mundo de la tele, puedo decirte que he tenido mucha suerte porque no he sufrido un ataque directo hacia mi físico. Y calificarlo de suerte es triste. Quizás porque como me dedico al humor hay cosas que pueden ser más criticables como mi discurso.

 — ¿Por qué dices que en tu caso es muy sutil?

— Porque no es que me digan “te tienes que adelgazar” directamente sino cosas del estilo, ”Qué guapa que eres de cara, tenemos que resaltarla”, “¿Y si te compramos una fajita?” o cosas como “Eso cuando te adelgaces…”, como si el objetivo fuera la delgadez, como si estar delgado fuera sinónimo de felicidad y de estar sano. Y es agotador.

— ¿Y crees que debes justificarte?

— ¡Me doy mucha rabia cuando lo hago! Yo tengo un problema de tiroides y lo cuento como para justificar que si he engordado no es porque me haya dado la gana o me haya pasado por el coño (lo puedes decir tal cual, me dice) sino porque estoy enferma. ¡Pero podría ser totalmente lícito que me pasara por el coño engordar!

“Desde que estoy en primera división en el mundo de la tele, puedo decirte que he tenido mucha suerte porque no he sufrido un ataque directo hacia mi físico”

— ¡Absolutamente!

— Puedo ponerte más ejemplos de sutileza,

— Por favor

— Frases como “te he cogido una M porque esta marca talla grande”. ¡No pasa nada! Yo llevo una talla grande, ¿y qué? Me gustaría desvincular el hecho de que llevar una talla grande sea algo malo.

— Es necesario educar a la sociedad en que se puede ser no normativo y tener éxito

— Pero es que existe el juicio. Porque al final, cuando yo hago un tuit diciendo BASTA, las respuestas de apoyo que recibía (y que ahora no se me enfade nadie) eran del tipo: “¡eres muy guapa!” o “yo te encuentro estupenda”. No se trata de juzgar de nuevo en positivo. A mí me gustaría que se evitara el juicio y no poner presión sobre los demás.

— ¿Tienes la sensación de haberte convertido en un referente?

— Creo que he abierto puertas y me hace muy feliz. Porque mi carrera ha sido aparentemente tranquila desde fuera, pero yo he tenido que hacer muchas micro batallas en todos los programas en los que he estado.

 — Rompiendo estereotipos

— Antes una tía con una talla 44 no estaba en la tele. La prueba es que en la vestiteca de TV3 no hay nada para mí.

¿En serio?

— Ahora empieza a haber cosas y celebro que las que me sigan puedan tener ropa porque yo he hecho que la compren. Si tú te acostumbras a ver a gente como yo en la tele, la siguiente te parecerá más evidente. Tienes que acostumbrar los ojos a la diversidad.

Elisenda Carod @Rafa Marin

— ¿Te han rechazado alguna vez en un trabajo por tu talla?

— Te voy a contar una cosa. Yo pasé un proceso de selección muy exitoso para hacer un programa de tele y cuando ya pensábamos que me cogían, nunca dirías qué explicación me dieron y lo peor de todo, que yo compré.

 — ¿Cuál?

— Que no me cogían porque no querían exponerme, ¡cuidado paternalismo!, a que me llamaran la gorda de la tele.

— ¡No puedo creerlo!

— No digo la cadena porque no es necesario. Ellos ya saben. Y este comentario lo hacieron cuando yo llevaba una talla 40.

“Mi carrera ha sido aparentemente tranquila desde fuera, pero yo he tenido que hacer muchas micro batallas en todos los programas en los que he estado”

 — Toda la vida he querido llevar tu color de cabello, pero nunca me he atrevido.

—Desde 2009 así.

— ¿Tienes la sensación de que el día que te cambies el color dejarás de ser Elisenda Carod?

— Dejaré de ser la Elisenda Carod pública. Es el as que me guardo en la manga cuando quiera desaparecer del todo. Cambiar de color mi cabello, de gafas y dejar de pintarme los labios rojos.

— No te imagino enfadada

— Pues me puteo muchas veces eh. Pero me dura poco. Yo creo que la gente no me imagina triste. Y lo estoy muchas veces. Ser vitalista como yo no significa tener diferentes pantones de emociones.

— A los haters, bloquearlos, contestarlos, ignorarlos. ¿Qué hacer?

— ¡Silenciarlos! Si son educados y hacen una crítica a algo que han escuchado y no les gusta, les contesto de forma breve. Si hay mala educación no respondo. Nunca bloqueo. Lo que me encanta hacer es silenciar porque pienso que hay alguien que se está desgastando al otro lado y yo no lo estoy viendo. Silenciar me da el placer de la elegancia.

— Háblame de Lola

— Es mi perra, tiene tres años. Es extraordinaria. Ya sé que todo el mundo dice eso de su perro, pero yo he tenido otros y Lola lo es. Ayer me cogió llorera pensando en el día que deba despedirme de ella.

Elisenda Carod @Rafa Marin

 — Decidir si un perro entra o no en casa ha acabado con muchos matrimonios…

— Yo no podría estar casada con alguien que no adore a los animales. Los adoro y respeto como compañeros de planeta que son. Es una tontería tener un perro sin saber qué significa tener un perro. Y no depende de si tienes un piso pequeño o no. Un perro no quiere espacio. Un perro quiere una familia, un paseo, socializar.

¿Te has hecho buenos propósitos para este 2023?

Uno sólo. Levantarme más temprano.

— ¿A qué hora te levantas?

— A las ocho y media

— Termino. El Cola Cao, ¿frío o caliente?

— Frío siempre y ¡con muchos grumos!