Después de tres décadas encadenando actividad intermitente, El Molino renace con una programación estable con la que quiere recuperar su papel dentro del panorama cultural de la capital catalana. De la mano de los organizadores de citas como el Cruïlla, Barcelona Events Musicals, el equipamiento abrirá el 27 de octubre una nueva etapa, que irá cargada de música y humor y que aspira a mantener el espíritu transgresor del Molino.
El jazz, el blues, el soul y el folk serán protagonistas del espacio, propiedad del Ayuntamiento y que trabajará con la complicidad de otras entidades culturales de la ciudad. Con una capacidad de 250 personas, la sala se propone convertirse en referente de estos ámbitos musicales, apuntando a las modalidades de experimentación e improvisación en un ambiente más íntimo: “Queremos convertir El Molino en el gran club de las músicas minoritarias de Barcelona”, ha destacado el nuevo director, Victor Partido.
Las puertas del Molino se reabrirán el 27 de octubre con una fiesta inaugural, y la programación se pondrá en marcha de forma regular a partir del 1 de noviembre. Entre los nombres que ya figuran en la programación se incluyen Donald Harrison, Eliane Elias, el Kahil’El Zabar Quartet, Bill Frisell, Eliades Ochoa, Ayo, Fatomauta Diawara y Uri Caine en el ámbito del jazz. También habrá propuestas experimentales y de vanguardia, como las de Theo Croker, Zoh Amba, Ben Lamar Grey, Thom Skinner, Oren Ambarchi con Ghosted, Lakecia Benjamin, Myriam Gendron y Dorian Wood, en una programación que también contará con Maestro Espada y Marala.
El Molino revitalizará un Paral·lel en el que también se ubica el Teatre Arnau, que empezará a rehabilitarse el próximo año
Además de esta firme apuesta por la música en un formato cercano y alejado de los grandes conciertos, el teatro recuperado se llenará de humor, recordando su pasado como lugar de encuentro de marineros, llamado entonces La Pajarera, caracterizado por actuaciones de flamenco y humorísticas. Ahora pasa a manos de los organizadores del Cruïlla, que han ganado el concurso lanzado por el Ayuntamiento para cuatro años, con posibilidad de prorrogarlo anualmente hasta un máximo de cuatro más.
La música y el humor irán acompañados de una apuesta por la gastronomía y la coctelería, de las que se podrá disfrutar durante las actuaciones que tendrán lugar en un espacio caracterizado por sus icónicas aspas. Inicialmente la programación irá de miércoles a domingo con tres sesiones al día, con una configuración con sillas, mesas y sofás, en lugar de butacas numeradas.
Con su nueva propuesta, El Molino aspira a convertirse en un espacio de reconocido prestigio musical internacional, que acogerá conciertos íntimos de grandes músicos tanto locales como de la esfera internacional. Además, la reapertura del Molino contribuirá a revitalizar su entorno en el Paral·lel, algo que también hará el Teatre Arnau, que empezará su rehabilitación durante el primer trimestre del próximo año, como ha anunciado el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni.
El Molino, con actividad desde hace más de un siglo, quiere mantener su esencia como “espacio libre de prejuicios, transgresor, diverso, plural, abierto al mundo, e icónico de Barcelona”, como ha destacado el director de Barcelona Events Musicals, Jordi Herreruela. Es un espacio icónico y “emblemático para la ciudad de Barcelona, emblemático para el teatro catalán, y sobre todo emblemático para el Paral·lel y para los barrios de su entorno”, como ha añadido Collboni. Y es que el espacio fue durante años punto de encuentro de barceloneses acomodados, que se fundían con los vecinos del Poble-sec en un teatro que quiere volver a llenarse de público y recuperar su papel en su entorno, la ciudad y el mundo.