Después de cerca de 30 años encadenando cierres y reaperturas, El Molino encara una nueva etapa de programación estable. El encargado de devolver a la vida el equipamiento será Barcelona Events Musicals, organizadora de citas como el Festival Cruïlla, cuyo proyecto marcará un calendario todavía por determinar.
Con un contrato de cuatro años de duración ampliable a cuatro más, esta adjudicación aprobada en el Ayuntamiento pretende cerrar este ciclo de actividad intermitente por parte de un equipamiento que fue clave en la Barcelona de la primera mitad del siglo XX. El espacio cerró en 1997 para reabrir en 2010, pero volvió a cerrar tres años más tarde. El Ayuntamiento anunció su compra en 2021 por 6,2 millones de euros, con el objetivo de recuperar la actividad del emblemático edificio con aspas de la avenida Paral·lel.
El proyecto de Barcelona Events Musicals pretende convertir El Molino en un espacio de referencia para las músicas minoritarias de la ciudad, como “las músicas de raíz, la canción de autor, el jazz, el flamenco y la rumba catalana”. Además, aspira a “recuperar la antigua fuerza y reconocimiento dell Molino para proyectarlo de nuevo como un gran equipamiento de ciudad”, y no sólo en Barcelona, sino que ambicionan dotarlo de una dimensión internacional.
El futuro Molino se enmarca en un Paral·lel que se ha propuesto recuperar su esplendor
Para ello, el proyecto nace con la voluntad de fomentar la colaboración y el trabajo en red, y cuenta ya con el apoyo de destacados actores del panorama musical barcelonés. De hecho, dispone de convenios de colaboración con entidades representativas de múltiples estilos, como Barnasants, el Dorado y Carabutsi, así como escuelas superiores de música como el Taller de Músics, el Conservatori del Liceu, Esmuc y Jam Session.
El proyecto con el que volverá a renacer El Molino cuenta también con la colaboración de diversas escuelas de formación en gestión musical y audiovisual, además de equipamientos del nivel de L’Auditori y de la cercana sala Paral·lel 62, que en 2022 sucedió a la antigua sala Barts.
Barcelona Events tiene por objetivo nutrir progresivamente la programación del equipamiento, con la pretensión de acabar ocupando todos los días de la semana a través de un amplio abanico de actividades, también en sus salas de ensayo y su club con terraza. Propuestas como jam sessions, open mic, talleres, presentaciones de festivales y actividades vinculadas al teatro, la comedia y la danza llenarán los espacios de este emblemático equipamiento.
Gastronomía musical
El proyecto adjudicatario se ha planteado con la colaboración del equipo del restaurante y coctelería Florería Atlántico, y se ha concebido desde la intención de que la propuesta gastronómica vaya ligada a la programación artística del Molino, estableciendo una simbiosis entre ambos elementos.
La coctelería de autor tendrá un rol fundamental en la carta, con cócteles inspirados en la trayectoria del Molino y en los artistas que han marcado la historia musical no sólo del equipamiento, sino también del Paral·lel y de toda la ciudad. Además, El Molino sumará a la esfera musical y gastronómica una tercera dimensión: la pedagógica, que ofrecerá talleres de formación, colaboración con escuelas y visitas en colaboración con centros educativos y otras instituciones.
La futura reapertura se suma a mejoras del Paral·lel como la transformación del entorno de las Tres Xemeneies
El futuro Molino se enmarca en un Paral·lel que se ha propuesto recuperar su esplendor y potenciar de nuevo el desarrollo de la avenida como eje cultural. “La adjudicación permite avanzar en el compromiso de recuperar el mejor Paral·lel como eje estratégico de la música y las artes escénicas de la ciudad, que en el futuro también contarán con una pieza fundamental como el Teatre Arnau”, ha defendido el alcalde, Jaume Collboni.
Estos dos equipamientos se suman a otros que ya ejercen de polo cultural en el Paral·lel, que además está viendo transformadas áreas de su entorno, como el Parc de les Tres Xemeneies. La avenida está determinada a posicionarse de nueve como eje cultural de referencia dinamizando su entorno a través de equipamientos como la Sala Apolo, el Centre Cultural Albareda, el ya renacido Paral·lel 62 y el nuevo Molino, llamado a desempeñar un papel clave en este eje.