“El debate sobre la ampliación del Aeropuerto de El Prat es un debate analógico, cuando estamos en un mundo digital”. Así lo considera la vicepresidenta de la America’s Cup Events Barcelona y expresidenta de Barcelona Global, Aurora Catà, que advierte de que, en un mundo global, la infraestructura aeroportuaria es clave para las conexiones y no necesita excusas para mejorarse. “El aeropuerto de este mundo global equivale a las rondas del 92”, ha dicho este jueves en un acto organizado por Barcelona Global en la Antiga Fàbrica Damm para analizar el impacto de grandes eventos en la ciudad, desde los Juegos Olímpicos a la Copa América.
Con esta referencia olímpica, Catà ha sugerido que, del mismo modo en que las rondas se construyeron para mejorar la conectividad de la ciudad, ahora debe hacerse con el aeropuerto y convertirlo en un hub intercontinental. Igual que la infraestructura viaria abrió nuevas formas de moverse en Barcelona —y profundas brechas en barrios que atravesó—, ahora se requieren nuevas formas de conectarla al mundo, según han coincidido en defender los distintos participantes en el acto.
El director general del Integrated Systems Europe (ISE), Mike Blackman, ha admitido que la falta de suficientes conexiones intercontinentales del aeropuerto fue uno de los elementos que generaron más debate a la hora de celebrar o no el evento en Barcelona. Se fijaron entonces en el Mobile World Congress (MWC) y concluyeron que, si era posible que fuera un éxito en la capital catalana, también podía serlo para el ISE. Ha detallado que también estaban preocupados por asuntos como la seguridad y ha puesto en valor el trabajo que está llevando a cabo el Ayuntamiento en este ámbito.
El Primavera Sound condiciona su continuidad en Barcelona con la misma dimensión al futuro de la Plataforma Marina del Fórum
El presidente del Racc, Josep Mateu, ha apostado por que El Prat pueda acoger vuelos intercontinentales y que Girona y Reus se centren en los de corta distancia. Además, la falta de conexiones intercontinentales directas puede ser la puerta de entrada de competidores de Barcelona y el elemento diferencial que les otorgue la ventaja, como ha advertido el vicepresidente y director general mundial del negocio de impresión 3D de HP, Ramon Pastor. En una línea similar, el portavoz de la Federación de Organizaciones Empresariales de Girona (Foeg) para la Ryder Cup, Jaume Dulsat, ha abogado por ordenar el mapa aeroportuario catalán, posicionando El Prat como hub y mejorando la conexión de Girona y Reus para los vuelos low cost.
Por su lado, el codirector del Primavera Sound Albert Guijarro ha compartido la necesidad de disponer de vuelos transoceánicos. Sin embargo, ha puesto el énfasis en otro asunto: ha alertado de que el futuro del festival dependerá del uso que se le dé a la conocida como Plataforma Marina del Fórum. Con un aforo de unas 65.000 personas, se trata de un espacio único en Barcelona por su capacidad. “Según lo que ocurra en la plataforma, no podremos hacer el festival en la ciudad con la dimensión actual”, ha advertido. Según ha dicho, el destino de esta gran explanada se está abordando con técnicos del Ayuntamiento y pronto pasará al debate político: “Es el momento de convencer a los políticos de que se trata de un espacio muy interesante para grandes eventos”. El futuro de esta gran superficie, en la que se preveía ubicar un zoo marino que se descartó en 2011, está en debate desde hace años en el ámbito municipal.
La conversión del Aeropuerto de El Prat en un hub intercontinental genera tal debate entre partidarios y detractores que diversas organizaciones del ámbito privado han lanzado propuestas, como la Barcelona Global, que plantea alargar 350 metros la tercera pista y complementarlo con un espacio de 300 metros de clear way, un área de seguridad sin asfaltar y sin obstáculos. Foment del Treball ha planteado esta misma semana alargar la pista por encima de la laguna de La Ricarda.
Pese a la cantidad de propuestas lanzadas —entre las que también figura construir la pista sobre el mar—, el asunto sigue en stand by. Y más después de que el Port de Barcelona avisara tras la propuesta de Foment que la ampliación del aeropuerto puede interferir en el futuro del puerto, especialmente por la limitación de la altura de las grúas por la proximidad con la infraestructura aeroportuaria. El presidente del Port, Lluís Salvadó, señaló que el puerto ha mantenido hasta ahora un rol discreto en este debate sobre el aeropuerto, pero avisó de que se deben tener en cuenta no sólo las necesidades de El Prat, su entorno natural y vecinos, sino también las implicaciones que puede conllevar para el Port de Barcelona y su desarrollo.
Impacto de los grandes eventos
El legado que grandes eventos han dejado en la capital catalana a lo largo de los años se ha abordado también a través de un estudio de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) que ha presentado el catedrático Oriol Amat. Ha resaltado que estos eventos dejan un poso tanto tangible como intangible, que va desde inversión a infraestructuras, pasando por la reputación, la imagen internacional y la creación de puestos de trabajo. En concreto, el estudio concluye que estos grandes eventos tienen un impacto del 1,5% del PIB e internacionalizan la economía. Además, la dinamizan más allá del turismo, ya que impacta en sectores como las nuevas tecnologías, el automovilístico y la cultura.
El director general de Comerç de la Generalitat confía en que Barcelona sea designada como Capital Europea del Comercio de Proximidad
También se consigue avanzar en este sentido a través del turismo de negocios, como ha destacado el director del Barcelona Convention Bureau de Turisme de Barcelona, Christoph Tessmar. Lo ha hecho en un acto que ha abierto el presidente de Barcelona Global, Gabriel Jené. Han asistido representantes del Ayuntamiento y de ejes comerciales, como la concejal de Comerç, Raquel Gil, y el exalcalde Xavier Trias.
Ha acudido también el director general de Comerç de la Generalitat, Jordi Torrades, que ha confiado en que Barcelona sea designada Capital Europea del Comercio de Proximidad. Representaría un revulsivo para el comercio de la capital catalana, que encara ahora nuevas transformaciones por la Copa América, sobre todo en el Port Vell. Como ha comentado Catà, “los Juegos Olímpicos situaron a Barcelona en el mapa mundial en primera división. La Copa América es un recordatorio internacional de que Barcelona es una ciudad abierta, con talento y en la que se puede invertir”.