Grandes almacenes y tiendas de lujo como Saks Fifth Avenue, Bloomingdale’s o Neiman Marcus, en Estados Unidos, han confiado en la marca catalana de cosmética Beauté Mediterranea, cuya formulación sale de los laboratorios de la empresa familiar Rofersam, de Les Franqueses del Vallès.
La gama de productos de cosmética natural salió al mercado en 2013 cuando el ahora propietario y consejero delegado de Rofersam, Juan Manuel Sánchez, decidió incorporar una marca propia a la fabricación que hacía para terceros desde que su padre fundó el empresa, en 1979.
La venta online la expandió por Europa en los primeros años, Alemania, Francia, Italia y Polonia, entre otros. En la actualidad, sin embargo, la marca Beauté Mediterranea se ha hecho un sitio en los mercados americano y asiático, especialmente, como un producto de calidad en el segmento de la cosmética “limpia”, y lo ha hecho a través de distribuidores y la venta directa en establecimientos. “Nos ven como un producto europeo de calidad”, explica Juan Manuel Sánchez, “con una demanda creciente”.
Para afrontarla, el fabricante está ultimando la ampliación y reordenación de sus instalaciones en la zona industrial de Les Franqueses del Vallès. En concreto, una inversión de seis millones de euros, que se realizará en dos fases, permitirá incorporar una nave de 5.000 metros cuadrados a la antigua fábrica de 3.000 metros cuadrados. “Podremos duplicar la producción hasta los dos millones de unidades y, si es necesario, hacer dos turnos y llegar a los cuatro millones al pasar de tres a siete líneas de fabricación y envasado”, concreta.
Las mejoras, que prevé “estrenar en enero de 2023”, servirán para centralizar toda la producción en la nueva nave y en la fábrica actual dejar las oficinas y “aprovechar para reforzar el laboratorio de control de calidad y las áreas de investigación de producto”. No en vano, el éxito de la gama proviene de las formulaciones que se han desarrollado internamente por un equipo de investigación y control de calidad con unas 10 personas, de una plantilla de 50 trabajadores.
El área de desarrollo y I+D se lleva el 40% del presupuesto anual de Rofersam, que prevé cerrar 2022 con una facturación cercana a los 15 millones de euros. Su laboratorio fue el primero de España en conseguir la certificación francesa Ecocert, un distintivo ecológico que garantiza que los procesos se realizan con prácticas sostenibles.
Son las mismas garantías que la compañía aporta a los productos que hace para otras marcas y que le han posicionado entre los principales proveedores de la marca Deliplus, la enseña de cosmética de Mercadona. “Trabajamos con los mismos objetivos de calidad e innovación para nuestros clientes y Mercadona es el principal”, manifiesta Sánchez y valora la estrecha colaboración con la que se define “cada uno de los productos de la gama que ofrece la cadena de distribución y cómo se responde a las necesidades del consumidor gracias también al papel que desempeñan los prescriptores que Mercadona tiene en sus establecimientos”.
De la línea Deliplus, Sánchez recuerda el éxito de la crema Dragon’s Blood, un tratamiento antiedad que contiene Sangre de Dragón (Dragon’s Blood), un poderoso extracto antioxidante y regenerador que proviene de la savia roja del árbol Croton Lechleri, originario del Amazonas. “Una crema con calidad y eficacia a precios asequibles, que no dejamos de renovar e innovar”, defiende.