El popular cineasta Woody Allen no cree en el destino, sino en la suerte y en que todo el mundo vive a merced de las casualidades. Ésta es una de las ideas de fondo de su nueva película Golpe de suerte, que llegará a los cines el 29 de septiembre. Se trata del filme número 50 del director de Manhattan. En una entrevista concedid a ACN, Allen asegura que siempre ha buscado hacer “una película perfecta”, pero reconoce que esto “nunca ocurre”, es “imposible”.
El director ha presentado el largometraje en Barcelona coincidiendo con su concierto de este lunes por la noche en el Teatre Tivoli, que inaugura el 55 Voll Damm Festival de Jazz. Allen, que rodó en la capital catalana parte de Vicky Cristina Barcelona —estrenada en 2008—, asegura que volvería a rodar en la ciudad si tuviera una buena idea para Barcelona. “Hay pocas buenas ciudades en el mundo, como Roma, París o Londres, y Barcelona es una de esas buenas ciudades”. Manifiesta que rodaría en Barcelona si tuviera una idea. “Si estuviera sentado en casa y tuviera una idea que fuera buena para Barcelona, estaría muy contento, porque es una ciudad genial, con mucha energía, con mucha cultura y mucha arquitectura y pintura”.
Golpe de suerte, el nuevo filme de Allen, trata sobre el papel que juega el azar y la suerte en nuestras vidas. “No creo en el destino, creo en la suerte, y en que cada día estás a merced de la casualidad. No tienes otra opción, sólo puedes esperar a que no pase nada malo y que tendrás suerte”, explica.
Fanny (Lou de Laâge) y Jean (Melvil Poupaud) parecen el matrimonio ideal: ambos tienen éxito en su trabajo, viven en un precioso piso en un exclusivo barrio de París y parecen estar muy enamorados. Sin embargo, Fanny se encuentra accidentalmente con Alain (Niels Schneider), un antiguo compañero de instituto y se vuelve loca de amor, y empiezan a mantener encuentros, ante las sospechas de Jean.
Presentada en el Festival de cine de Venecia, Golpe de suerte, rodada en París y protagonizada por los actores franceses Lou de Laâge, Melvil Poupaud y Niels Schneider, es la película número 50 de Allen y la primera cinta rodada en francés. En el filme habla de temas recurrentes en su filmografía como los amores y desamores, los amantes, el azar, la intriga… Allen opina que hay un tema que se repite por casualidad en sus filmes que es la suerte y aleatoriedad de la vida y cita, en este contexto, el filme Match point, del año 2005. Una de sus películas más celebradas del siglo XXI.
La película perfecta
El director de filmes convertidos en clásicos del cine como Annie Hall, Manhattan, Maridos y mujeres o Poderosa Afrodita asegura que siempre ha buscado hacer una película perfecta, pero nunca ocurre, aclara. “Siempre hay algo que quisieras haber hecho o que no deberías haber hecho”. Por eso, manifiesta que es “imposible hacer la película perfecta”. Añade, sin embargo, que “hay otras personas que sí las hacen.
Woody Allen, de 87 años, explica que a lo largo de su trayectoria ha intentado realizar largometrajes diferentes unos de otros. “Quizá si hiciera más películas, intentaría hacer algunas o al menos una que fuera sólo divertida”. Relata que en todos estos años ha tenido la oportunidad de hacer tantas películas y de tener tanta libertad, que ha podido explorar ideas y tramas que “no sólo eran divertidas, sino también serias”.
Otro aspecto de su forma de trabajar que ha logrado mantener a lo largo de los años es tener el control de su trabajo. “Solo haría otra película si alguien viniera, me diera el dinero y después se marchara. No le enseñaría los escenarios, ni les hablaría de actores ni de estrellas de cine, sólo que me dieran el dinero y se marcharan y, al cabo de unos meses, ellos reciben la película”.
El director norteamericano Todd Solondz dijo en una ocasión en Barcelona que “siempre ha habido restricciones” en cuanto a la libertad de los cineastas, pero ahora mismo estas “son más graves”. Preguntado por si comparte estas palabras, Allen señala que en América “no existen restricciones, puedes hacer cualquier cosa que quieras. Las personas se van a enfadar, pero no hay censura”. Sin embargo, ha insistido en que hay mucha libertad y ha destacado que siempre que ha hecho una película en Europa nunca ha habido ningún problema con la censura.