Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), en cumplimiento de su plan estratégico de cara a 2025, ha realizado una nueva inversión para renovar la flota de vehículos en la red de autobuses de Barcelona, con la compra de 98 unidades con menos emisiones contaminantes y mucho más confortables para los viajeros. La medida ha tenido un coste de 33 millones de euros.
La incorporación de nuevos vehículos supondrá una importante reducción de las emisiones contaminantes. En concreto, con este centenar de autobuses mermará un 95% las emisiones de óxido de nitrógeno, un 97% las partículas contaminantes y se generará un 12% menos de toneladas de CO2 al año, respecto a los vehículos que había hasta ahora en funcionamiento.
De los autobuses que se han incorporado a la flota de las líneas regulares de TMB, hay 74 que son de gas natural mild hybrid —19 articulados y 55 estándar— que vienen a sustituir a un número igual de autobuses que circulaban con diésel y gas natural. La tecnología mild hybrid reduce el consumo de los motores de combustión de los vehículos y su nivel de emisiones contaminantes.
Asimismo, el operador público ha optado por avanzar en sostenibilidad en cuanto a la red del Bus Turístico que recorre la ciudad con la compra de 14 vehículos de diésel híbridos que cumplen una normativa europea más exigente y que sustituyen a los de diésel convencional. Estas unidades entrarán en servicio en las próximas semanas.
En esta línea también se han incorporado 10 mini buses diésel que darán servicio a la red que opera en los barrios. Destaca de estas unidades que son vehículos mucho más accesibles para el viajero.
El pasado año, TMB rediseñó el plan de renovación de la flota de autobuses con criterios medioambientales para conseguir una importante reducción de los efectos contaminantes. Con datos de enero de 2022, la flota de autobuses de TMB la configuraban 1.135 vehículos, que dan servicio a 106 líneas. El programa para reemplazar los buses más contaminantes establece que se adquirirán 210 autobuses eléctricos e híbridos, que sustituirán a otros de tecnologías más contaminantes y de 15 años de antigüedad que vayan llegando al final de su vida útil entre 2021 y 2025.
Los nuevos vehículos se incorporarán a las líneas convencionales, el Bus Turístico y la red que da servicio en los barrios
Esta iniciativa se enmarca en un proyecto más ambicioso que prevé una inversión de más de 400 millones de euros en los próximos seis años y que incluye no sólo la compra de los autobuses más limpios disponibles para cada tipología, sino también los vehículos auxiliares, las infraestructuras necesarias y la promoción del hidrógeno y del biogás como energías verdes. En las previsiones de TMB para los próximos años los autobuses híbridos, eléctricos y de gas natural, además de los de hidrógeno, irán ganando peso en el conjunto de la flota, de forma que los vehículos de diésel representen sólo un 5% en 2025 y acaben siendo residuales en 2030.
La presidenta de TMB, Laia Bonet, ha destacado que Barcelona tendrá en diez años una de las flotas de autobuses más limpia de Europa y que la renovación de los vehículos “contribuye a mejorar la calidad del aire de Barcelona y su área metropolitana para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía”.