Rabat inicia 2023 con una cartera cargada de proyectos y la satisfacción de haber logrado incrementar en un 25% sus ventas en el último año. La firma familiar de joyería vive un momento de optimismo y se prepara para crecer con nuevas boutiques una vez recuperado y superado el nivel de ingresos prepandemia y ver aumentar su rentabilidad a pesar de haber elevado las inversiones y la plantilla. El ejercicio de 2022 se ha cerrado con una facturación de 132 millones de euros, frente a los 106 millones de 2021, año en el que se dejaron atrás los números rojos y las ventas escalaron un 45%.
“El objetivo para 2023 es mantener este crecimiento a doble dígito”, ha explicado este martes el consejero delegado de Rabat, Jordi Rabat, que ha admitido que quizá no podrán volver a crecer un 25% como consecuencia del actual contexto económico, por lo que el reto es anotarse, como mínimo, un alza superior al 10%. Para ello, serán claves nuevos proyectos como la próxima apertura de otro establecimiento en el Paseo de Gràcia de Barcelona, que se convertirá en la tercera boutique del grupo en la emblemática arteria comercial barcelonesa. A lo largo del segundo trimestre, Rabat inaugurará una tienda monomarca de una firma de relojería en el local que hasta hace unos meses ocupaba la Vinoteca Torres, en el número 78 del paseo, entre Valencia y Mallorca.
La boutique lucirá una de estas tres prestigiosas marcas: Hublot, Breitling o Vacheron Constantin, con quien Rabat ya firmó en 2022 acuerdos para abrir tres boutiques franquiciadas en Madrid. “Todavía no podemos desvelar cuál de las tres implantaremos en Barcelona; en unos meses lo daremos a conocer”, ha explicado Rabat, tras apuntar que la firma “ha forjado una relación de confianza mutua” con estas tres importantes firmas de lujo. Concretamente, el pasado año, el grupo abrió una tienda Hublot y otra de la marca Breitling en el número 30 de la calle Serrano de Madrid y otra para Vacheron Constantin en el número 68 de la misma vía, donde también se encuentra la flaghship de Rabat, en la esquina con Jorge Juan.
La nueva relojería del Paseo de Gràcia se ubicará entre las exclusivas tiendas de Gucci y Chopard, en un local que hasta finales del pasado año ocupaba The Wine House, el nombre que había adoptado la Vinoteca Torres después de reabrir en julio de 2021 tras el obligado paréntesis de la pandemia. La familia Torres abandona así definitivamente su aventura gastronómica en Barcelona para centrarse en El Celleret, el restaurante que pusieron en marcha en su complejo enoturístico de Pacs del Penedès.
En paralelo a esta apertura en Barcelona, Rabat prevé abrir este año otra tienda monomarca en Valencia, que se sumará a las tres de Madrid y a la que posee con Rolex en Ibiza. Así, el objetivo es cerrar 2023 con doce establecimientos: seis tiendas Rabat (ubicadas en Barcelona (2), Madrid, Ibiza, Valencia y Tarragona) y seis boutiques de relojería monomarca en Madrid (3), Ibiza, Barcelona y Valencia.
Además, el grupo dirigido por Jordi Rabat prevé ampliar en 200 metros cuadrados su tienda principal en la capital catalana, ubicada en la emblemática Casa Codina, junto a La Pedrera. Se trata de un edificio modernista de seis plantas propiedad de la familia Gallardo —dueña de Almirall— y donde Rabat instaló también en 2015 su taller principal y las oficinas corporativas de la empresa. Esta ampliación se hará en un local anexo situado en el interior del patio de manzana y se acompañará de una reorganización de los distintos espacios de la tienda, considerada ya como la mayor joyería de España. “El espacio comercial realmente no crecerá, pero vamos a reubicar la presencia y visibilidad de algunas marcas y los espacios de salones para una mejor atención a los clientes”, afirma el empresario.
Rabat también ampliará de 200 m² a 700 m² su boutique de la céntrica calle Colón de Valencia, donde ha alquilado un local que anteriormente ocupaba BBVA. Todos estos proyectos de ampliación y nuevas aperturas supondrán una inversión de 15 millones de euros.
Tras obtener unos ingresos de 132 millones en 2022, un 25% más, Grupo Flash Rabat, nombre de su sociedad hólding, ha cerrado el ejercicio con un ebitda (beneficio bruto de explotación) de 12 millones, cifra que supone un crecimiento del 50%. “Hemos mejorado el ebitda un 50% a pesar de haber duplicado la inversión en márketing e incorporado a 32 personas más a nuestro equipo”, ha señalado Jordi Rabat en un encuentro con la prensa. La compañía emplea a ahora a 216 personas.
El ejecutivo, que sucedió a su padre y fundador del grupo, Esteban Rabat, en 2016, destaca que en 2022 se ha reforzado el vínculo con los clientes locales, que han generado el 72% de sus ventas, frente al 43% del peso que tenía el cliente nacional en 2019. Otro 13% son clientes de países europeos y el 15% del resto del mundo. “Estamos muy satisfechos de haber podido recuperar y acentuar el vínculo con el cliente local gracias a nuestra apuesta por esforzarnos a hacerlo mejor y a crecer día a día en servicio. Las ventas locales han crecido un 93% respecto a 2019”, apunta el consejero delegado. Rabat, actualmente, no vende online y su negocio está muy igualado entre la venta de relojes y piezas de joyería a hombres y mujeres.
La venta de relojes de grandes marcas internacionales ha crecido un 20% en el último año y genera el 75% de los ingresos. El otro 25% corresponde a la comercialización de joyas, con un avance del 32% en las joyas de la marca Rabat, diseñadas por los creativos de la firma y de cuya producción se encargan diversos talleres ubicados en España e Italia.
Rabat fue fundada por Esteban Rabat en 1977 en Badalona. En sus inicios, la tienda diseñaba joyas náuticas y fue creciendo gracias a su especialización en regalos de empresa, hasta su salto a Barcelona en 2004. Posteriormente, la marca se extendió a Valencia (2007), Madrid (2010), Tarragona (2016) e Ibiza (2017).