La fuerte crisis que ha provocado la covid en el sector turístico no ha disuadido a la firma hotelera estadounidense Sonder de entrar en el mercado barcelonés. La cadena con sede en San Francisco iniciará este mes de abril la gestión de tres hoteles en Barcelona que suman 44 habitaciones y están situados cerca de algunas de las grandes áreas turísticas de la ciudad. Se trata de los hoteles Le Palacete y La Casa del Sol, en el barrio de Gracia, y del Vasanta Hotel Boutique, en el Eixample.
Sonder es una startup hotelera que hace un uso intensivo de la tecnología y apuesta por edificios singulares. Creada en 2012 por dos jóvenes, Francis Davidson y Lucas Pellan, en plena pandemia ha podido levantar una nueva ronda de financiación de serie E por 170 millones de dólares, lo que supone valorar la compañía en 1.300 millones de dólares. Estos nuevos recursos destinados a la expansión de la cadena han sido aportados por fondos de Fidelity, Inova Capital y Westcap Group. Actualmente, Sonder opera en 30 ciudades situadas en ocho países, donde dispone de 4.500 habitaciones.
“En Barcelona buscábamos establecimientos con carácter, que se pudieran diferenciar del resto de la oferta; Le Palacete ya estaba a la venta antes de la covid y en el caso de Vasanta, el negocio hotelero no era la principal actividad de su propietario, así que hemos llegado a un acuerdo”, explica Leda Zanlungo, directora general de Sonder en Barcelona.
Le Palacete, construido en 1922, está ubicado en el corazón del barrio de Gracia, al igual que La Casa del Sol, que dispone de una terraza con vistas a la conocida Plaça del Sol. Por su parte, el Vasanta Hotel Boutique está ubicado en la calle Casp, muy cerca del Passeig de Gràcia.
Esta operación se enmarca dentro del plan de expansión de la compañía en Europa, donde ya opera en Londres, Roma, Dublín y Edimburgo. En Barcelona Sonder no ha comprado los edificios, sino que ha apostado por alquilarlos y gestionarlos bajo su marca, por lo que los inmuebles siguen en manos de los propietarios originales. “Es un modelo que interesa a los propietarios locales porque no tienen que desprenderse de sus activos y la ciudad evita que fondos extranjeros se queden los hoteles”, comenta Zanlungo.
El grupo hotelero comenzó a preparar la llegada a Barcelona en febrero de 2020, justo antes del estallido de la pandemia. A pesar del frenazo económico y turístico causado por la pandemia, Sonder no ha dejado de apostar por la ciudad. “Confiamos en el potencial de Barcelona y en su recuperación como destino de calidad, prevemos que la actividad comience a subir a finales año”, añade Zanlungo.
La firma ya opera en Madrid, donde gestiona un edificio de pisos turísticos en el barrio de Malasaña, pero en Barcelona prevé crecer con hoteles y no con el modelo de gestión de apartamentos turísticos. Los edificios que gestionará en Barcelona se han reformado y modernizado y destaca la apuesta por la tecnología y los procedimientos contactless, que evitan aglomeraciones en las recepciones y espacios comunes. El uso de estas tecnologías ha cobrado aún más valor en tiempos de covid.