La última pieza pendiente para completar la transformación que ha vivido el Port Vell de cara a la Copa del América ya está lista. La sede histórica del Puerto de Barcelona en Portal de la Pau ha restaurado su fachada principal, así como sus laterales, dejando atrás muchos años de dejadez y olvido desde que la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB) se trasladó en 2010 al World Trade Center (WTC). Nada queda de las redes y los andamios a los que se habían acostumbrado los turistas que pasean por la zona, con el objetivo de dar una buena imagen cuando arranque la histórica regata, con los primeros barcos echándose al agua en unas semanas.
El edificio de Portal de la Pau ha recuperado su aspecto original en una primera fase de las obras, a la espera de afrontar su fachada posterior, que quedará cubierta por una gran lona durante la Copa del América, y poder llenar de contenido su interior. Eso vendrá una vez acabe la competición deportiva, cuando se retomarán los trabajos, con la previsión de terminarlos completamente en el verano del año que viene. Será entonces cuando el inmueble reabrirá con un centro de divulgación sobre la historia del puerto. También se ubicarán espacios para reuniones y actos de la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB), sin abandonar el WTC, donde mantendrá su principal sede.
La finalización de esta primera fase de la restauración llega después de un proceso que se ha ido complicando, ya que el Puerto de Barcelona ha tenido que adjudicar las obras dos veces. La primera vez fue en otoño de 2016, con Dragados —empresa de construcción del grupo ACS—, Urcotex y CRC ganando el concurso, por importe de 9,7 millones de euros. Los trabajos se detuvieron a principios de 2019, después de que las constructoras vieran que eran más caros de lo previsto. Siendo un concurso público, no se pudieron cambiar las condiciones y la unión temporal de empresas (UTE) desistió del proyecto, con lo que la APB tuvo que volver a empezar de cero el procedimiento.
Se acabó resolviendo en verano del año pasado, con las prisas por llegar a la Copa del América acelerándolo todo. Las obras se volvieron a adjudicar a las mismas empresas que integraban la UTE original, pero por un importante superior, un total de 15,63 millones de euros.
La actuación que se ha realizado estos meses, desde septiembre del año pasado, ha servido también para consolidar la estructura de un inmueble que se inauguró hace más de 100 años, en 1907. Diseñado por el ingeniero Julio Valdés y Humarán, empezó funcionando como una estación marítima para los pasajeros que se iban hacia las Balears. Así, en la planta baja, se encontraban servicios como los mostradores de venta de billetes y la inspección de equipajes, pero también los despachos de las empresas navieras, la policía y la aduana, incluso una oficina de correos y telégrafos.
Además, en la primera planta, se inauguró un restaurante de lujo, El Mundial Palace, que pronto se popularizó entre la burguesía barcelonesa y fue el lugar elegido para grandes banquetes y eventos de carácter político, deportivo, social y cultural. Como curiosidad histórica, fue pionero en ofrecer menús íntegramente veganos. El restaurante funcionó hasta 1918, cuando se decidió destinar todo el edificio a la Junta de Obras del Puerto.
La reforma que se ejecutará en su interior también permitirá recuperar la estructura original con una bóveda que coronaba la sala central de la primera planta, eliminada en 1949 para añadir una segunda planta. En esa primera planta volverá a haber un gran salón, restaurando todos los elementos decorativos originales para poder destinarlo a usos protocolarios del puerto. También se prevén recuperar las terrazas de la cubierta.