El Liceu calienta motores para una de las producciones más esperadas de la temporada 2022/2023, el Macbeth de Verdi con la dirección escénica de Jaume Plensa, que se estrena en el cargo. Sabiendo que no tiene que preocuparse por los spoilers, el artista barcelonés ha volcado todo su imaginario en este drama mundialmente conocido, haciendo que las palabras de Shakespeare llenen el espacio, evitando que sus hipnóticas esculturas resten importancia a las voces protagonistas y a los músicos: “No es una exposición de piezas mías, no os asustéis”. Todo esto, “sin poner ningún palo en las ruedas de Shakespeare y Verdi”, quienes le iban susurrando al oído cómo proseguir con el proceso de creación, haciéndole sentir acompañado.
“Está en mi personalidad intentar dejar espacio vacío. El escenario estará más vacío que lleno. El vacío es también un objeto. Lo más importante en la vida es lo invisible”, ha defendido en la presentación de la ópera, a una semana del estreno mundial, acompañado por el director artístico del Liceu, Victor García Pomar, el maestro Josep Pons, la soprano Sondra Radvanovsky (Lady Macbeth) y el barítono Luca Salsi (Macbeth). Las impresionantes figuras de Plensa estarán presentes, ya sean rostros o nómadas, jugando con las percepciones de los espectadores para recuperar el origen engañoso del teatro, remarca García Pomar, siempre persiguiendo el objetivo de buscar y crear belleza. Hasta lo ha hecho con los vestidos, convertidos en esculturas. Y se verá la Escocia de Shakespeare, pero con casi 2.300 interpretaciones cada noche, la de cada espectador: “No una, que es la vulgar, sino la que estará en sus cabezas”.
Todos estos elementos son fruto de los muchísimos dibujos que Plensa empezó a hacer durante el confinamiento, cuando parecía que el mundo se acababa, pero él decidió volcarse en Shakespeare y Verdi: “Lo más difícil ha sido esperar tres años”, ha confesado. Además, el artista llevaba más de 20 años queriendo enfrentarse a Macbeth, después de que abandonase el mundo teatral porque le quitaba demasiado tiempo para sus creaciones. Ahora que ha pasado el tiempo suficiente, lo ha podido hacer, aunque fuera con una pandemia de fondo, sin olvidar que la tragedia del dramaturgo británico se escribió cuando sucedía otra.
“Esta obra puede que sea la más incomprensible porque estamos muy cerca de los ángeles”, ha continuado, por lo que ha querido que su propuesta escénica fuera de “una ligereza extraordinaria”. “Shakespeare intentó describir al ser humano con toda su complejidad. Todos hemos sido Macbeth, Lady Macbeth, Banco… Según cómo nos toca la luz somos una cosa o la otra”, ha sostenido sobre una historia que le dejó profundamente impresionado cuando la leyó por primera vez de joven y ahora ha podido entenderla más: “Pensaba que la conocía”.
El escultor también ha querido ahondar en el cambio de prisma que los tiempos le están dando a una de las grandes protagonistas, Lady Macbeth. “Ella los ilumina a todos. Es como el sol y todos los demás son los planetas que giran a su alrededor. Esta es la visión que yo quería transmitir al espectador, es un cambio de actitud. Creo que Shakespeare no hablaba de sangre, hígados, barro, poder y obsesión, lo que pasa es que durante siglos se ha perpetuado una mirada masculina sobre un elemento que ya era muy femenino pero no se había llegado a entender”. “Traed clínex”, ha avisado Plensa, “no lloraréis de tontería, sino de profundidad”. Él, a falta del estreno, ya lo ha hecho dos veces.
Más allá de los escenarios
El Macbeth de Plensa, producción del Liceu con un coste de dos millones de euros, se estrenará el próximo jueves 16 de febrero y se verá hasta el viernes 3 de marzo. La obra irá acompañada por una instalación del artista en el mismo teatro, con tres figuras humanas de casi dos metros de altura, además de las flamantes puertas con las que ha equipado la fachada.
De cara a mayo, la plataforma Caixaforum+ presentará un documental sobre el proceso de creación que ha seguido el artista barcelonés durante los últimos meses. También lo hará con otra de las grandes protagonistas de la temporada en el Liceu, Alexina B., de Raquel García Tomás.