La moda en Barcelona debería ser contada

Del ascenso de las top models, de la irrupción de la estética grunge, del acercamiento entre la alta costura y el glamour de Hollywood, del asalto de las grandes maisons por parte de diseñadores jóvenes y rebeldes, de cómo las grandes marcas se contaminan de la estética hip hopera y, por supuesto, de cómo la mítica Vogue no sólo refleja la ola de cambios que sacude el mundo de la moda en los años noventa sino que contribuye decisivamente a su evolución o revolución a través de portadas y apuestas editoriales. De todo esto habla In Vogue: The 90’s, una magnífica serie documental de seis capítulos que puede verse en la plataforma Disney+.

In Vogue: The 90’s realiza un apasionante retrato del mundo de la moda durante unos años, los noventa de la década pasada, que define como salvajes y tumultuosos, pero también como profundamente creativos y transformadores. Cuenta con la participación de algunas de las supermodelos del momento como Claudia Schiffer, Naomi Campbell o Linda Evangelista. También Kate Moss, eterna chica rebelde y antítesis de las top antes mencionadas. O diseñadores como Marc Jacobs, Tom Ford, Donna Karan, John Galliano, Stella McCartney, Michael Kors y Tommy Hilfiger. Sarah Jessica Parker, Nicole Kidman, Claire Danes o Gwyneth Paltrow rememoran sus experiencias en aquellos años locos y apasionadas de la moda que entonces eran poco más que adolescentes, como Kim Kardashian o Victoria Beckham, explican cómo les influyó esa explosión de talento renovador. Las raperas Missy Elliott y Mary J Blige relatan la génesis del estilo ghetto fabulous. Incluso Hillary Clinton es parte de esta historia y ella misma cuenta lo que le supuso aparecer en Vogue. La criticaron, por supuesto, por atreverse a ser una primera dama sexy y empoderada.

Sin embargo, los auténticos protagonistas del documental son la poderosa Anna Wintour y el resto de editores de Vogue: Hamish Bowles, Edward Enninful y Tonne Goodman. La mítica revista ejerce de hilo conductor de este brillante capítulo de la historia de la moda, contado no sólo desde un punto de vista estético o de industria, ya de por sí interesante, sino ligándolo con su contexto sociocultural. La antropología de la moda nos enseña que estamos ante un fenómeno a tener muy en cuenta a la hora de explicar quiénes somos y de dónde venimos. La moda es una manifestación cultural, una forma de comunicación; expresa nuestra identidad, valores y estatus. Por tanto, haríamos bien en no tomárnosla a la ligera.

Quizá por esta razón y porqué en el documental de Vogue Barcelona no aparece ni por casualidad, pienso que sería del todo necesario que alguien con el suficiente conocimiento se propusiera contar la historia contemporánea de la moda en la Barcelona. Para empezar, podría plantearse responder algunos de estos interrogantes: ¿Los 90 también fueron un momento decisivo para la moda en la ciudad? ¿Qué impacto tuvieron los Juegos Olímpicos? ¿Y los grandes cambios experimentados en las capitales de la moda internacional: París, Londres, Milán o Nueva York? ¿Cuáles eran los grandes nombres de la moda barcelonesa hace tres décadas? ¿De qué tradición eran herederos esos jóvenes diseñadores? ¿También tuvimos top models, aquí? ¿Cuáles eran las grandes citas de la moda local? ¿Y los establecimientos? ¿Había medios o periodistas poderosos al estilo Wintour entre nosotros?

También me vienen a la cabeza algunos nombres que deberían aparecer necesariamente en este relato: Manuel Pertegaz, Andrés Sardá, Antonio Miró, Custo Dalmau, Josep Font, Justo de Nin, Sita Murt, Míriam Ponsa, Josep Abril, Manuel Outumuro, Francina International Modeling Agency, Judit Mascó, Martina Klein, Verónica Blume, Joana Bonet, Santi Meifren, Josep Sandoval, Santa Eulalia, Gratacós, Salón Gaudí, 080 Barcelona Fashion, Equipo Singular, XXL Comunicación… La lista es larga y seguro que me dejo muchos nombres. Qué lástima no poder contar ya con Teresa Gimpera, una de las protagonistas indiscutibles de la historia reciente de la moda en nuestro país, una historia que, algún día, alguien debería contar.