Proporcionar una red de apoyo a víctimas de violencia de género y dar una respuesta local y global para promover la autonomía, prevención y capacidad de respuesta de las mujeres. Este es el objetivo que persigue la app LilaS, que aspira a “empoderar a mujeres para contribuir a que tengan una salida a la violencia”, como explican dos de sus impulsoras, Lucirley Mazera y Laia Sans.
La app, que se fija como objetivo alcanzar las 3.000 usuarias en 2025, se encuentra ahora en fase de pruebas, que cuenta con 100 mujeres y que se alargará dos meses. En el caso de LilaS, el testeo era crucial no sólo para garantizar el correcto funcionamiento de la aplicación, sino también para “asegurar que no haya ningún fallo de seguridad, ya que se trata de un tema muy sensible”.
El proyecto se basa en tres pilares: la información, la acogida y la ayuda, como destacan sus impulsoras. “La información llega a las usuarias a través de un feed de conversaciones públicas, con noticias y datos de diversas temáticas”, resalta Mazera. Por otro lado, la acogida se proporciona a través de una red de voluntarias que forman parte de la app, para “ayudar a salir de la violencia”. La aplicación, además, dispone también de una función para pedir ayuda en situación de peligro, con la que la usuaria puede alertar rápidamente a sus contactos seleccionados.
La aplicación, que ha formado parte del programa para mujeres emprendedoras Gira Mujeres, se inspira en un proyecto similar de Brasil, donde Mazera ejerció durante 20 años de trabajadora social con personas vulnerables y víctimas de violencia. Después de que llegara a Barcelona hace dos años, empezó a cursar un máster de intervención social y educativa en la UB, donde coincidió con Sans, maestra experta en inclusión educativa. Junto a la trabajadora social Nuria Ibáñez y a la pedagoga Silvia Fernández, las cuatro se lanzaron a impulsar LilaS, y llevan un año trabajando en el proyecto, dentro de un ecosistema emprendedor barcelonés “muy relevante tecnológicamente hablando”, según Mazera.
Para poner la app en marcha, las impulsoras han destinado 120.000 euros de fondos propios, destinados sobre todo al desarrollo técnico de la aplicación. LilaS, que será gratuita para las usuarias, basa su modelo de negocio en subvenciones y el apoyo de fundaciones y entidades públicas y privadas, que también tendrán la opción de detectar casos de acoso. Las impulsoras trabajan con el objetivo de empezar a recibir recursos en 2025, para propulsar la app y para ampliar el equipo para hacerla crecer.
La app incluirá una herramienta asistida por IA para establecer pasos para salir de la situación de violencia
Y las emprendedoras tienen muchos planes para hacerla crecer y ampliar sus funciones: “Tenemos más herramientas para el futuro”, avanza Sans. Una de ellas es la que han nombrado como Plan de Fuga, que ayuda a víctimas de violencia a salir de la situación con un plan de fondo. Lo hace a través de 130 preguntas, que incluyen detalles como si tiene o no hijos, si tiene acceso a su documentación, si dispone de dinero y de un lugar en el que alojarse. Asistida por Inteligencia Artificial, esta función pretende ejercer de “herramienta de orientación” que traza un camino de salida para las mujeres en situación de violencia.
Todo con el objetivo de “fomentar una salida, sin imponerla, ya que cada una requiere sus tiempos”, explica Mazera, que destaca la voluntad de LilaS de “romper silencios”. Esta voluntad se logrará en la medida en que “se generen redes de mujeres”, como resalta Sans. Y es que se trata de “una tecnología cívica y colectiva que impacta en la vida de las usuarias y contribuye a crear una red colaborativa”, añade Mazera. Como defiende Sans, “es un proyecto que puede cambiar realidades, e incluso puede salvar vidas”.