La Vuelta y la Copa América se han hermanado este viernes en Barcelona, un día antes de que el ciclismo invada la ciudad. El alcalde Jaume Collboni ha presidido el acto de unión entre los dos eventos deportivos que acogerá la ciudad próximamente, acompañado por el director general de la Vuelta 2023, Javier Guillén, y el consejero delegado de la Copa América, Grant Dalton. Para Collboni, el retorno de grandes competiciones a la capital catalana es una palanca para “mejorar la ciudad y su calidad de vida”.
“Los grandes eventos internacionales deportivos nos dejan un legado de proyección internacional positiva y constructiva y de transmisión de los valores del deporte como, por ejemplo, la competición limpia y el esfuerzo”, ha defendido Collboni. “También nos dejan ingresos económicos muy importantes para la economía local de Barcelona”, ha agregado, sin dejar de recordar que hace más de una década que la ciudad no acoge competiciones de estas características.
Lo ha dicho desde la playa del Somorrostro, lugar escogido también para el arranque de la Vuelta este sábado, más de 60 años después de la última vez que lo hizo en Barcelona. “Aquí nos hemos encontrado con el escenario de salida más bonito e increíble que hemos hecho nunca, con el Mediterráneo de anfitrión”, ha valorado Guillén.
El acto de hermanamiento ha contado con el intercambio de las camisetas de las dos competiciones. Una de ellas ha sido el mallot rojo que buscarán conquistar los 22 equipos competidores de la 68a edición de la Vuelta 2023, con 21 etapas previstas, las dos primeras en Barcelona, pedaleando ante iconos de la ciudad como la Sagrada Família, la Torre Glòries, Arc de Triomf y Montjuïc.
Durante este fin de semana, Barcelona se convertirá en el epicentro del ciclismo profesional, con unas 3.500 personas que se desplazarán hasta la ciudad para hacer posible la prueba deportiva, ya sean personal de la organización o los corredores y el staff de los equipos participantes. También se prevén más de 1.000 periodistas y 300 medios retransmitiendo sus crónicas desde la capital catalana, con una audiencia media estimada en España de 1,5 millones de espectadores.
La celebración de la Vuelta comportará grandes afectaciones a la movilidad de los barceloneses, especialmente en la primera etapa del sábado, con un recorrido de más de 14 kilómetros que transcurrirá íntegramente por las calles de la capital catalana. Según el Ayuntamiento, será la afectación de tráfico más importante de la historia de la ciudad.