Diez obras memorables para entender la poesía

Entre la estructura de la lírica moderna y la poesía de la antigüedad, la energía del silencio y la palabra siguen fluyendo aunque se dijera que después de Auschwitz la lírica era imposible. ¿Cómo elegir diez poemas entre la casi infinita secuencia de poemas que fundan algo a partir de lo fugaz, de lo sagrado o de la nada? De Píndaro a Rilke, de Garcilaso a Baudelaire, toda elección es un riesgo. Son, aquí, los diez poemas de una gran apuesta.

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Lanquand li jorn son lonc en mai
(Cuando los días son largos en mayo)

JAUFRÉ RUDEL

(ca. 1120-40)

Este poema del príncipe de Blaia, de la segunda generación de trovadores, está construido a partir de la sonoridad del término lonh (lejos), que aparece como mot refranh (en el lugar de rima de los versos segundo y cuarto de cada estrofa). Amor de lonh (amor de lejos) es la expresión para referirse al amor jamás visto. Se trata, por tanto, del amor soñado. Rudel es el poeta de la irrealidad del amor.