Hace un año, Sant Jordi se convirtió en la primera gran celebración colectiva en tiempos de covid, después de haber superado ya los meses más duros de la pandemia, que impidieron organizarlo, precisamente, en 2020. Este año se quiere que el 23 de abril se parezca lo máximo posible a cómo era antes, sin tener que superar controles para acceder a diferentes recintos perimetrados repartidos por la ciudad en los que estuvieron escritores y rosas en 2021. “Esperamos que este sea el primero de una nueva realidad ya pospandémica”, ha subrayado este lunes el teniente de alcalde de Cultura, Jordi Martí.
Con antelación suficiente, el Ayuntamiento de Barcelona, la Cambra del Llibre y el Gremi de Llibreters han presentado el plato fuerte de este Sant Jordi, una supermanzana literaria sin coches que irá desde la Diagonal hasta la Gran Via y estará encajada entre Balmes y Pau Claris. Un total de 140.000 metros cuadrados que se llenarán de libros y rosas el próximo sábado 23 de abril, fomentando el paseo tranquilo e intentando evitar las aglomeraciones que siempre han caracterizado a esta celebración. “Tenemos que conseguir que todo el mundo venga a pasear”, ha expuesto la presidenta del Gremi de Llibreters, Maria Carme Ferrer.
En Paseo de Gràcia, estarán las paradas de las librerías y las floristerías, mientras que en Rambla Catalunya habrá las de las asociaciones y entidades que no pudieron participar en 2021. Esta zona será de acceso libre, sin controles como los del año pasado. Las firmas de escritores, tal y como ha remarcado el presidente de la Cambra del Llibre, Patrici Tixis, también volverán a ser como antes, organizadas por las librerías, dejando atrás los espacios compartidos que se habilitaron en 2021. Todas estas medidas se irán ajustando según la situación epidemiológica que, hoy por hoy, parece que no tendría que dar más sustos.
Se quiere fomentar el paseo tranquilo e intentar evitar las aglomeraciones que siempre han caracterizado a esta celebración
En esta supermanzana de Sant Jordi, el tráfico se cortará durante toda la jornada tanto en Paseo de Gràcia como en Rambla Catalunya, así como en las calles horizontales que las cruzan. De esta manera, los barceloneses podrán ir tranquilos por esta zona libre de coches, en la que los vehículos solo podrán circular por las calles colindantes, como la Diagonal, Gran Via, Balmes y Pau Claris. También se permitirá su paso por Valencia y Aragón.
Esta idea ya estaba prevista para 2020 y estaba a punto de ser presentada cuando se decretó el confinamiento, ha recordado Martí. Dos años más tarde, ha incorporado nuevas características, como la inclusión del Paseo de Gràcia, después del protagonismo que se ganó el año pasado.
Otras zonas de la ciudad, como el Paseo Lluís Companys, la Plaza de la Vila de Gràcia, la Plaza Orfila, la Plaza Reial, la Plaza Universitat o el Paseo Sant Joan también tendrán espacios para libreros y floristas durante el próximo 23 de abril, que también recuperará el tradicional desayuno de Sant Jordi en el Palacio de la Virreina. Asimismo, el día antes, el viernes 22 de abril, se permitirá montar paradas delante de las floristerías y las librerías, a la espera de registrar unas buenas ventas, más teniendo en cuenta que la lectura está viviendo con la pandemia uno de sus mejores momentos de los últimos años.