“Si no te importa, por mí puedes apagar la radio, porque si suena alguna música que me interese, me puedo ir tras ella y desconectar”, advierte Isabel Segura, mientras degusta un café con hielo.
“La lectura me ha conformado. Otro tanto pasa con los archivos a los que acudo en busca de respuesta a preguntas que me interesan”, explica esta incansable historiadora, investigadora y ensayista especializada en el paso y el peso de la mujer en nuestra Historia urbana. “Uno de los primeros libros que escribí fue Guía de mujeres de Barcelona, tras preguntarme, durante años, cómo vivían las mujeres romanas y qué hacían, cómo se desenvolvían en el medioevo y, después, en la etapa industrial. En un intento de investigar cómo vivían y qué deseos tenían, emprendí el trabajo que acabó en forma de libro y de exposición”.
A partir de ahí, Isabel no dejó de seguir haciéndose preguntas: Dones de L’Hospitalet, Dones de Sant Andreu, Els feminismes de Feminal, Barcelona Feminista o Dones de l’Eixample son sólo algunos de los títulos que ha ido cosechando, en una conspicua labor de la que el fruto más reciente es la exposición al aire libre Barcelona Fotògrafes. Ésta se puede visitar delante del Born y brinda una crónica visual de la historia reciente de la ciudad, desde los años 30 hasta los 90 del siglo pasado, a través de la mirada de 21 fotógrafas, con la idea de reivindicar la tarea de muchas mujeres olvidadas en la construcción de la imagen y el alma moderna de Barcelona.
“Es un doble viaje, por un lado, para conocer la obra creativa de las fotógrafas y, por el otro, la propia ciudad”.
Al calor (o fresco) de una biblioteca
Consciente de que el suyo es un trabajo a menudo solitario, de su actividad destaca “aquellos episodios en los que la mezcla entre investigación y socialización ha comportado proyectos colectivos, en forma de reivindicación o de creación colectiva”.
Algunos de estos proyectos son exposiciones, siempre relacionadas con la mujer y el feminismo, como 50è aniversari del dret de vot de les dones, Les dones i la ciutat de Barcelona o Dones de L’Hospitalet. Itineraris històrics.
Nacida en Barcelona en 1954, Isabel también ha sido directora literaria de la colección Clàssiques Catalanes, de la editorial LaSal y de Espai de Dones de Edicions del Eixample, y fue galardonada, en 1993, con el premio 8 de març de Maria Aurèlia Capmany.
“Quién soy y qué he ido haciendo se entiende un poco más a través de los lugares que cotidianamente transito y que son bibliotecas y archivos. Ese tránsito cotidiano empezó con los primeros cursos de la carrera de Historia y ahí seguimos. Me parecen lugares de recés. Si hace calor, te refugias en esos espacios de altos techos, bien ventilados o refrigerados, puedes consultar las novedades editoriales, prensa del día, pedir consejo a las bibliotecarias, y, cuando el frío te cala los huesos, en la biblioteca encuentras calores diversos”.
–¿Te viene de lejos, este amor por leer e investigar?
–A los 25 años, tras una enfermedad, decidí que abandonaba un trabajo estable y bien remunerado para dedicarme a lo que me gustaba, que sí, es leer e investigar.
Una decisión que el feminismo y, más en general, la cultura, y, abriendo más el foco, el simple y llano sentido común, aplauden al unísono.
Una Barcelona para reivindicar
A pesar de no gustarle el hecho de andar esquivando mesas de bares en un desvirtuado Mercado de la Boquería, Isabel define su relación con Barcelona como “afable, cálida, pero siempre teniendo otra ciudad en el horizonte. A veces, durante largos períodos, fue La Habana, a veces, Nueva York”. De su idilio con la capital cubana destacan obras suyas como La Habana para mujeres o Viajeras para la Habana y, de Estados Unidos, el tomo Barcelona-Chicago-Nueva York.
Pero, deteniéndose en Barcelona, recuerda con afecto un episodio, uno más, del largo historial reivindicativo de la ciudad: “El Rebombori del Pa, la revuelta del pan de 1789. Pocos meses antes de la Revolución Francesa, las mujeres de Barcelona salen a la calle para pedir la rebaja del precio del pan y, durante tres días de revuelta, consiguen no sólo dicha rebaja, sino también la de la carne y el vino, productos básicos de la alimentación ¡El vino también!”.
–Oye, y ya que se habla de alimentos básicos, siendo tú, además de todo lo expuesto, autora del libro Cuines de Barcelona, ¿vas a querer comer algo?
–Pues un menú, que siempre se agradece eso de primer plato, segundo y postre. Como yo no suelo hacerlo habitualmente en mi casa, pues casi siempre me parece un lujo.