Diez obras memorables para entender la poesía

Entre la estructura de la lírica moderna y la poesía de la antigüedad, la energía del silencio y la palabra siguen fluyendo aunque se dijera que después de Auschwitz la lírica era imposible. ¿Cómo elegir diez poemas entre la casi infinita secuencia de poemas que fundan algo a partir de lo fugaz, de lo sagrado o de la nada? De Píndaro a Rilke, de Garcilaso a Baudelaire, toda elección es un riesgo. Son, aquí, los diez poemas de una gran apuesta.

6

One Art
(Un arte)

ELIZABET BISHOP

(1976)

El arte del que habla el poema es el arte de la pérdida, concepto que debe de ser entendido en el sentido de ejercicio. Hay que ejercitarse en la pérdida, desde lo más ínfimo hasta lo más grande, esto es, desde las llaves de la puerta de tu casa hasta la pérdida de ciudades y reinos enteros, y como repite en los últimos versos de varias estrofas is no disaster (no es un desastre). La voluntad del ejercitante se derrumba en la última estrofa, en lo que realmente hay que admitir como desastre. Brillante es la ironía de la Bishop en este poema.