El auge de los negocios de gaming en Barcelona, con la aparición de nuevas compañías y la implantación de firmas extranjeras, ha dejado huella en el sector inmobiliario con la contratación de nuevas oficinas. Según datos de la consultora inmobiliaria CBRE, el pasado año las empresas dedicadas a los juegos electrónicos o videojuegos ocupaban 40.000 metros cuadrados de oficinas en la capital catalana, especialmente en la zona del 22@.
En este sector, uno de los más resilientes durante la pandemia, se han registrado diversas operaciones inmobiliarias, de las cuales cabe destacar la firma surcoreana Smilegate —creadora del popular Crossfire—, que ha trasladado sus oficinas a una de las plantas de Torre Glòries; Scopely, con 2.400 metros cuadrados en el distrito barcelonés de Sarrià-Sant Gervasi —además de los espacios que ocupan sus participadas Omnidrone y Scopely Parallel—; y la danesa IO Interactive que alquiló 2.400 metros cuadrados en la Calle Enrique Granados. Este contexto muestra que “Barcelona está bien posicionada en esta industria”, ha asegurado el director de CBRE Barcelona, Xavier Güell, en el marco del evento Tendencias 2022.
Según datos de CBRE, a escala global, el gaming mueve actualmente 161.000 millones de euros, ligeramente por debajo de los 200.000 millones de euros generados por el mayor sector del entretenimiento, la televisión. Sin embargo, los datos apuntan a un crecimiento exponencial de la industria de juegos electrónicos o videojuegos en los próximos años, igualando las cifras de la televisión en 2024.
La consultora ha informado de que el sector tecnológico, en su conjunto, ha sido responsable de la contratación del 50% de metros cuadrados en oficinas alquilados en la ciudad, con unos 200.000 metros cuadrados, y representa el 70% de la contratación realizada por empresas tecnológicas en España durante 2021.
En comparación con el resto de las ciudades europeas, Barcelona ha alcanzado la primera posición entre las ciudades europeas con más exposición al sector tecnológico, escalando escalones desde la séptima posición que ocupaba en 2017. Así, la ciudad lidera el ránking de las ciudades con mayor exposición al sector tecnológico con un (48%), por delante de Ámsterdam (37%), Dublín (31%), Bucarest (29%) y Londres (29%).
A parte de la existencia del 22@ como polo de atracción del sector tecnológico, otro elemento clave es el nivel de las rentas de arrendamiento y compra. Pese a ser una de las ciudades europeas donde más han aumentado los precios en los últimos seis años, Barcelona sigue siendo muy competitiva en términos de rentas de oficinas. CBRE prevé que la ciudad mantenga importantes incrementos los próximos ejercicios.