Este fin de semana vuelve un año más el 48H Open House Barcelona, una oportunidad para conocer los entresijos de edificios emblemáticos de la ciudad que no suelen estar abiertos al público, así como descubrir los secretos de otros que ni se sabía que existían. Este sábado y domingo se podrá acceder con visitas guiadas y gratuitas a un total de 185 edificios, la mayoría ubicados en la capital catalana, pero también con la opción de darse un paseo por L’Hospitalet de Llobregat, Sant Joan Despí, Badalona, Santa Coloma de Gramenet, Vilassar de Dalt y Sitges. En esta edición, ya la treceava, se han añadido una cincuentena de nuevos inmuebles, entre ellos la Torre Mapfre, la Casa Tosquella, la Fundación Julio Muñoz Ramonet y el Palau Montaner, sede de la Delegación del Gobierno.
El festival de arquitectura consiguió en 2021 un récord de asistencia con 65.000 visitantes, cifra que esperan igualar este año, dado el alto nivel de registros que están detectando. De hecho, los 24 espacios que requieren de inscripción previa para poderlos visitar ya se han agotado. Entre ellos, la Torre Mapfre, que adjudicó 1.100 tickets en poco más de cuatro minutos desde la apertura de los registros. Para los que se hayan quedado sin entrada, la organización les pide paciencia y les recuerda que, cuando un edificio levanta tantas pasiones, se vuelve a incluir en la edición siguiente. Eso es lo que pasó con las visitas a la Modelo, con largas colas y esperas en la primera edición, pero con una demanda ahora mucho más relajada. A continuación, una lista de algunas de las sorpresas que guarda este año el 48H Open House Barcelona.
- Torre Mapfre
Una de las aperturas más esperadas en esta edición será la de la Torre Mapfre. Las vistas panorámicas que ofrece serán apreciadas por los 1.100 afortunados que consiguieron reservar entrada y ser rápidos en la página de registro, con visitas el sábado de 10 de la mañana a 7 de la tarde. Un estreno en la 48H Open House Barcelona que coincide con el 30 aniversario de los Juegos Olímpicos de 1992, responsables del proyecto urbanístico de la Vila Olímpica que sirvió para abrir la ciudad al mar. Con 43 plantas y 154 metros de altura, el segundo edificio más alto de la ciudad, la Torre Mapfre se ha convertido en uno de los iconos barceloneses y hasta escenario de sus novelas, con ejemplos como No cerramos en agosto (Libros del Asteroide) de Eduardo Palomares. Los arquitectos Íñigo Ortiz y Enrique de León se encargaron de su construcción, basada en un núcleo central de hormigón armado, un perímetro de pilares retirado del plano de fachada y cristales inclinados para su cierre. En la base, en forma de vela, se encuentra un espacio ocupado actualmente por el Centro de Fotografía KBr y, para los que quieran completar la visita, pueden aprovechar para descubrir a la fotógrafa estadounidense Carrie Mae Weems.
- Cloudworks La Rambla – Drassanes (Edificio Colón)
Sin necesidad de inscribirse previamente y con visitas el domingo de 10 de la mañana a 7 de la tarde, el festival de arquitectura permitirá subir hasta las plantas 15, 23 y 24 del Edificio Colón, donde se encuentra el espacio de oficinas flexibles Cloudworks La Rambla – Drassanes. El coworking, con terraza incluida, se ambienta en un inmueble de estilo brutalista y coronado con una pirámide invertida de hormigón. Con un total de 28 plantas y 110 metros de altura, también permitirá disfrutar de buenas vistas de la ciudad y, especialmente, de su casco antiguo. Proyectado por el arquitecto Josep Anglada, fue construido en 1970 y se convirtió en el edificio más alto de la ciudad, superando a la Torre Jaime I, y el primero en superar los 100 metros de altura. Su liderazgo no fue superado hasta la construcción del Hotel Arts y la Torre Mapfre. Para los que quieran ver más oficinas de coworking en espacios emblemáticos de la ciudad, pueden acercarse también a una obra de Josep Puig i Cadafalch, la Casa de les Punxes, actualmente con espacios de trabajo flexibles gestionados también por Cloudworks. Su visita tampoco requiere de inscripción previa y solo se podrá visitar el sábado, desde las 10 de la mañana hasta las 7 de la tarde.
- Casa Tosquella
Esta joya modernista con toques arábicos está desocupada desde el año 2012 y los años y la falta de mantenimiento han hecho mella en la edificación y su inmenso jardín. El año pasado, el Ayuntamiento la compró por 1,15 millones de euros con la voluntad de preservar el inmueble, considerado como monumento histórico y bien de interés nacional, así como ofrecer un equipamiento público al barrio del Putxet y el Farró. La finca, ubicada en una manzana formada por las calles Ballester, Vallirana y General Mitre, fue un encargo del comerciante Antoni Tosquella al maestro de obras Juan Caballé como casa de veraneo en 1889 cuando regresó de América. Más tarde, entre 1907 y 1908, fue reformada por Eduard M. Balcells i Buigas, uno de los últimos arquitectos del modernismo. Se podrá visitar este fin de semana sin inscripción previa, desde las 10 de la mañana hasta las 7 de la tarde.
- Fundación Julio Muñoz Ramonet
La finca de Julio Muñoz Ramonet en la calle Muntaner se podrá disfrutar el sábado y el domingo de 10 de la mañana hasta las 7 de la tarde, sin necesidad de inscripción previa. Después de un largo litigio con la familia, el consistorio barcelonés consiguió las llaves del inmueble en 2013, pero no fue hasta el año pasado cuando anunció su transformación en un centro dedicado a la cultura, el arte y la ciencia. El anteriormente Palacio del Marquès d’Alella fue construido entre los años 1917 y 1921 y se mantiene prácticamente intacto, con la casa principal y la torre que proyectó Enric Sagnier i Villavecchia, así como el jardín original de Joan Mirambel, a partir del proyecto de Jean Claude Nicolas Forestier y recuperado recientemente manteniendo su espíritu original. Por resolver aún queda el conflicto entre el Ayuntamiento y sus descendientes por la entrega de las obras de arte que acumuló Muñoz Ramonet, entre ellas, la colección que adquirió del fondo del empresario Ròmul Bosch i Catarineu depositado en el Museu Nacional d’Art de Catalunya durante la República.
- Escuela Industrial
Después de las novedades de esta edición del 48H Open House Barcelona, también merece la pena destacar otras visitas que ya se han podido hacer otros años pero que no está de más volver a recomendar. Entre ellas, el recinto histórico de la Escuela Industrial. Sin necesidad de inscripción previa y con itinerario libre el domingo desde las 10 de la mañana hasta las 7 de la tarde, el festival de arquitectura permitirá escrutar los rincones de la antigua fábrica de hilaturas de algodón Can Batlló, ideada siguiendo el modelo de las colonias industriales, con obradores y residencias para los trabajadores repartidos en cuatro manzanas del Eixample y con el sello del arquitecto Rafael Guastavino y sus famosas bóvedas. La fábrica permaneció cerrada de 1889 a 1908, cuando el recinto fue adquirido por la Diputación de Barcelona, quien ahora proyecta una ambiciosa reforma. Este año, se podrán visitar el Edificio del Reloj, la Escuela del Trabajo, el taller de Carpintería y el laboratorio de Química y su magnífica chimenea, con 62,5 metros de altura, una de las más altas de Catalunya. Una pena que no se haya incluido su recientemente inaugurado paraninfo.
- Las cocheras de TMB en la ZAL
Hay muchos que no dudarán en escoger las cocheras que tiene TMB en la Zona de Actividades Logísticas (ZAL), desde donde se ponen a punto los trenes de la L9 y L10 del metro de Barcelona, las líneas más modernas de la red. Algún día también se convertirán en las más largas cuando se acaben las obras para conectar los dos extremos, yendo desde El Prat de Llobregat hasta Santa Coloma de Gramenet. Esta visita, con inscripción previa, ya no tiene entradas disponibles. El horario para los que la visiten será desde las 10:30 horas hasta las 13 horas del sábado.
- Vitralls Bonet
El Distrito Cultural de L’Hospitalet de Llobregat acoge un taller responsable de alguno de los vitrales más emblemáticos de Barcelona, como los de la Sagrada Família y la Casa Batlló. Fundada en 1923, Vitralls Bonet se ubicó en la calle Asturias del barrio de Gràcia hasta 2017, cuando se trasladó a un antiguo edificio industrial de la ciudad metropolitana. Las visitas durante este fin de semana, el sábado a las 11 y las 12 de la mañana, permitirán ver cómo trabajan los artesanos, con unos métodos y materiales poco conocidos, a pesar de que su historia se remonta a la Edad Media. Se podrán contemplar obras elaboradas por los trabajadores del taller, a partir de proyectos de artistas como Grau-Garriga, Will Faber, Perico Pastor, Tano Pisano o Daríus Vilàs. No se necesita inscripción previa.