La inversión inmobiliaria en Barcelona se ha situado por encima de los 1.100 millones de euros en el primer semestre de 2023, cifra que supone una caída del 34% respecto al mismo periodo de 2022, según la consultora CBRE. Los hoteles han sido el segmento que más dinamismo ha mostrado, duplicando el negocio registrado hasta junio del año pasado y llevándose 462 millones de euros, más del 40% de la inversión total. Con estos resultados, el mercado hotelero de Barcelona ha concentrado el 33% del volumen transaccionado en toda España durante el primer semestre. Se trastoca así el habitual liderazgo que han tenido las oficinas en los últimos años, que caen a la tercera posición, con tan solo el 7% de la inversión.
La disminución de la inversión que ha registrado la capital catalana se enmarca en una desaceleración generalizada en Europa, con 74.3000 millones de euros transaccionados, un 56% menos respecto al primer semestre del año pasado. En España, la disminución interanual ha sido del 47%, superior a la de Barcelona pero por debajo a la que se ha dado en otros principales mercados, como en los Países Nórdicos e Italia (-65%), Alemania (-63%), Países Bajos (-60%), Francia (-52%) y Reino Unido (49%). “La solidez de los fundamentales de Barcelona ha permitido que el mercado catalán tenga una caída menos pronunciada que la mayoría de las ciudades europeas”, remarca el responsable de CBRE Barcelona, Xavier Güell.
A pesar de los resultados más optimistas para el mercado español, CBRE espera una desaceleración de la economía del país en los próximos meses, así como en el mercado inmobiliario, con la previsión de la reactivación de la actividad de cara a los primeros meses del año que viene. “La estabilización de los mercados financieros y el control de la inflación provocarán una reentrada de capital en los próximos meses. Sin embargo, es posible que una gran parte de las transacciones se acaben consolidando en 2024”, sostiene Güell.
Las principales operaciones del semestre en Barcelona han sido las compraventas protagonizadas por los hoteles Mandarin Oriental y Sofia de Barcelona. Reig Capital Group, propiedad de la empresaria andorrana Maria Reig, vendió el establecimiento de Paseo de Gràcia al grupo inversor saudí The Olayan Group, culminando así su desinversión en el sector hotelero. La transacción se cerró por un importe récord de 240 millones. Por su parte, el Hotel Sofia de Barcelona fue adquirido por el fondo Blasson Property Investments y el grupo asegurador francés Axa, por 180 millones.
“El auge del segmento de lujo está siendo en Barcelona aún más notorio que en el resto de España. De hecho, los hoteles de 5 estrellas y 5 estrellas gran lujo han aunado el 96% del total transaccionado de enero a junio”, señala la directora de Research de CBRE Iberia, Miriam Goicoechea. Otra gran operación hotelera del año se produjo en enero, cuando Meliá se hizo con la gestión de otro activo de la ciudad, el Hotel Rey Juan Carlos I, que se convertirá en Gran Meliá Miranda de Pedralbes y se reabrirá tras una inversión de 40 millones.
Después de los hoteles, la inversión inmobiliaria se concentró en el segmento del Living, con 262 millones y una caída interanual del 68%, teniendo en cuenta que en el primer semestre de 2022 se cerró la venta de 1.500 viviendas de alquiler por parte de BeCorp a Patrizia, por 600 millones de euros. En tercera posición, las oficinas han conseguido 76 millones de euros. A pesar de la caída en el ránking, se quedaron con casi el 50% de la inversión nacional en este segmento. Casi el 40% se concentró en el 22@ y el frente marítimo.