España es uno de los 10 países del mundo que más libros exporta y un tercio de las ventas internacionales de este sector se genera en la Feria Internacional del Libro (Liber), un salón profesional que se celebra cada año, repartiéndose entre Barcelona y Madrid. Esta semana vuelve a la capital catalana, donde prevé reunir a unos 7.000 profesionales, de los cuales el 40% serán internacionales, y propiciar más de 3.500 encuentros de negocio. Por primera vez, coincidirá con Graphispag, salón de la industria gráfica y la comunicación visual, teniendo en cuenta que el libro de papel representa el 95% del negocio y cualquier avance en las técnicas de impresión interesa a sus asistentes, que podrán moverse libremente entre ambas citas.
Editoriales, libreros, distribuidores, agentes literarios e instituciones llenarán durante tres días el recinto de Gran Via, con un total de 250 expositores de 12 países repartidos en una superficie de 8.000 metros cuadrados. Organizada por Fira de Barcelona y promovida por la Federación de Gremios de Editores de España (FGGE), Liber reúne a un sector que mantiene el buen momento que se inició en pandemia, cuando muchos se reencontraron con los libros, con un crecimiento acumulado del 17% desde 2020, situando su facturación en los más de 2.800 millones de euros en 2023. La feria, liderada por el presidente de la FGGE, Daniel Fernández, complementará su programa con 75 conferencias en las que se hablará mucha de la inteligencia artificial (IA).
— En el Liber, como en todos los salones, se viene a cerrar acuerdos.
— El objetivo principal de la feria es la exportación de libros, pero también se presentan las novedades literarias y vienen agentes y editores extranjeros para comprar y vender derechos. También asisten los que nosotros llamamos packagers, que te venden el paquete completo, los derechos y el libro, editándolo simultáneamente en varias lenguas. Es decir, aquí se produce una variedad de encuentros profesionales, entre los que hay que añadir a traductores que intentan verse con editores y, por supuesto, libreros que quieren saber cuáles son las últimas novedades antes de que se publiquen. No hay que olvidar que siempre hay algunos autores que se dedican a llamar a la puerta del editor y decirle, “tengo un libro muy interesante”, es parte de nuestro mundo.
— ¿En qué se diferencia la edición barcelonesa con la madrileña?
— Organizamos unas jornadas donde se debate el momento actual y especialmente el futuro del sector. En Barcelona, esto suele ser bastante significativo. Tal vez porque Fira de Barcelona, como tiene el Mobile World Congress (MWC), está muy atenta a las novedades tecnológicas y eso es algo que suele marcar las características del Liber en Barcelona. Este año es inevitable que en los debates aparezca el tema de la inteligencia artificial (IA).
— ¿Es ya una realidad para el sector editorial?
— Es una tendencia clara, aunque no esté muy claro cuál es su futuro. Hay editores que apuestan por que nos permitirá mejorar algunos de nuestros procesos de elaboración del libro. Lo que sí que pensamos es que la IA necesita una regulación clara y, en ese sentido, estamos en la misma línea que el Parlamento Europeo.
— ¿Alguna tendencia más?
— Se están consolidando cosas que habíamos visto en el Liber del año pasado en Madrid y ediciones anteriores. Una de ellas es la aparición del audiolibro como una forma de lectura más, con un mercado que está creciendo. También está aumentando la venta a países como Estados Unidos, ya prácticamente un clásico y quedándose un 10% de la exportación global, pero también se está produciendo la llegada de compradores chinos, una novedad de los últimos años. Efectivamente, el español se está convirtiendo en una referencia como lengua de posible comunicación global y está creciendo su enseñanza en muchas partes del mundo. Incluso, han empezado a aparecer, de forma muy incipiente, exportaciones a India y Turquía.
— El principal mercado para el sector editorial español es América Latina.
— El volumen de negocio que tenemos con Latinoamérica debe situarse entre los 1.200 y los 1.500 millones de euros. No solo es la exportación de libro puro, sino que la industria editorial española tiene más de 200 filiales ahí, que se contabilizan como producción nacional. Si sumamos ambas cosas, América Latina supone el 80% o el 85% de nuestro mercado exterior.
“Está aumentando la venta a países como Estados Unidos, ya prácticamente un clásico, pero también se está produciendo la llegada de compradores chinos”
— La principal novedad de este año es la coincidencia en el calendario de Liber con Graphispag.
— Se está afianzando la aparición de nuevas tecnologías de impresión, que están evolucionando de manera rápida y clara. Forman parte de Graphispag, un salón de artes gráficas también organizado por Fira de Barcelona. Esto implica que estamos en el camino de cambiar la forma de imprimir libros porque siempre nos hemos basado en la economía de escala y para los editores conseguir imprimir pocos ejemplares de libros con poco movimiento y poca rotación es interesantísimo. Esto es algo que pueden dar nuevas tecnologías como la impresión bajo demanda. Por todo ello, hemos apostado este año por empezar a establecer rutas y puentes de colaboración con Graphispag para que ambos congresos estén muy próximos el uno del otro. Esperemos que fructifiquen en 2026, cuando es posible que una parte de la programación de ambos salones sea compartida o juntemos las dos ferias en una.
— ¿Hay alguna otro congreso que se celebre en la ciudad con el que podáis tejer alianzas?
— El MWC también empieza a tener una parte que se dedica a mirar contenidos. Ese es uno de los temas de las grandes tecnológicas, que se han movido hacia los contenidos culturales y los grandes productores siempre han sido los editores. La mayoría de las películas empiezan saliendo de un libro, como mínimo, de un guión, por lo tanto, de la palabra escrita. Es algo muy incipiente, pero alguna vez hemos comentado con Fira de que igual también deberíamos pensar en algún tipo de encuentro o de foro entre el Mobile y el mundo editorial.