Coralina
Mireia Aixalà en el papel de Coralina. © Bito Cels

‘Coralina, la serventa amorosa’: una comedia de enredos con la que reírse a carcajadas

La última producción de La Perla 29 regresa este septiembre al teatro La Biblioteca

Nueva oportunidad para ver uno los éxitos del final de la temporada pasada. Coralina, la serventa amorosa regresa al teatro La Biblioteca el próximo martes 12 de septiembre para seguir haciendo reír al público con las herramientas de una comedia clásica, pero ejecutadas a través de unos personajes modernos que toman decisiones inesperadas. La obra, escrita por Carlo Goldoni en el siglo XVIII, es la última producción de La Perla 29, muy alejada de la última vez que se vio en Barcelona, en el Teatre Lliure, con un texto más dramático. Estirando un poco la celebración del veinte aniversario de la compañía teatral, se podrá volver a ver durante dos semanas largas, hasta el 29 de septiembre, en el teatro del Raval. A partir de febrero, se irá de gira por Catalunya.

Con dirección de Oriol Broggi, la actriz Mireia Aixalà se encarga de tejer la trama como Coralina, la sirvienta del joven Florindo. Ella le acompaña en su destierro tras el matrimonio de su padre, el maleable Ottavio, con Beatrice, una malvada madrastra que quiere quitarle la herencia al primogénito y beneficiar a su propio hijo, Lelio, poco avispado. Fuera del tenso núcleo familiar, un amigo de Ottavio, el magistral Pantalone, intenta hacerle ver cómo de mal está tratando a su hijo. Casualmente, tiene una joven y atractiva hija que se acabará inmiscuyendo en un inesperado triángulo amoroso. El abultado elenco lo completan Joan Arqué Solà, Xavier Boada, Rosa Gàmiz, Clara de Ramon, Xavier Ruano, Sergi Torrecilla, Ireneu Tranis, Ramon Vila y Jaume Viñas.

“Todos los personajes tienen mucha entidad, pero las mujeres son las que mueven los hilos y ellos van a remolque y se dejan manipular”, relata Aixalà. “La protagonista es mujer y criada. Además, es la más inteligente, siempre está maquinando, pero lo hace por el bien de los demás, no por interés propio, sin ser tonta tampoco. Y no está al servicio de su amo, como suele pasar en los textos clásicos, incluso le mete bronca”, cuenta Aixalà sobre el personaje que interpreta con gracia. A la actriz también le fascina su antagonista, Beatrice, “una mujer fuerte que mira por ella, aunque sea un poco mala, esto es clásico de Goldoni”. Puede que la nueva esposa de Ottavio sea la menos moderna de todos los personajes, con una visión que se ha repetido demasiado de lo malas que son las madrastras.

Coralina - Bito Cels
Beatrice (Rosa Gàmiz) con Ottavio (Xavier Boada) en una escena. © Bito Cels

Goldoni pone las cartas sobre la mesa desde el primer momento y, a partir de ahí, enreda a los personajes en situaciones cómicas y conflictos menores, con Coralina como artífice de la mayoría. Empieza con bromas fáciles, despertando las risas de unos pocos, hasta que el público se funde en una especie de catarsis colectiva, riendo por los codos con unos personajes que les han llevado por donde han querido. “Está muy bien escrito, es todo muy matemático. Primero, se presentan a los personajes, con Coralina tardando en entrar en escena, para luego ir subiendo el tono a medida que avanza la obra”, señala Aixalà.

No fue fácil para el elenco encajarse en los mecanismos que articuló Goldoni hace siglos. “No es la típica Comedia del arte pero tampoco es una comedia actual, así que nos costó encontrar el tono. O íbamos pasados de vuelta o demasiado bajos”, recuerda Aixalà. Ayudó la traducción fresca que han hecho Oriol Broggi y Ramon Vila, además de aligerar un texto pensado para interpretarse al aire libre durante muchas horas, repitiendo escenas por si alguien se había ausentado en algún momento.

Goldoni pone las cartas sobre la mesa desde el primer momento y va enredando a los personajes en conflictos menores, con Coralina siempre metida

Y, lo más importante, la historia se mantiene actual. “Cuando la leímos, pensamos, ¿esto interesará? A pesar de estar escrita en la Venecia del siglo XVIII, los espectadores conectan mucho, lo que quiere decir que los humanos no debemos haber cambiado demasiado”, defiende la actriz. De hecho, no solo invaden la platea carcajadas, sino que el público se anima a contestar a las preguntas que lanzan los personajes al aire, incluso viven intensamente lo que les pasa, lamentando en voz alta su destino, desde un lastimero “nooooo” hasta un contundente “you’re fucked” (estás jodido). “Me fascina que la gente entre tanto en la obra y desconecte de sus vidas. Me recuerda a cuando hacemos teatro familiar”, confiesa.

Una comedia fácil, no por ello desarrollada sin precisión, en la que la sencillez también se traslada al vestuario y el escenario, con elementos mínimos para no distraer a la vista y sugestionar, como siempre le gusta a La Perla 29. Sobre el vestuario, un detalle, en los ensayos, el teatro no solo sirvió para recitar y encontrar el tono, sino que se convirtió también en un taller, en el que se fueron tejiendo a mano los trajes, adaptándose a los gestos de cada personaje. Una manera de trabajar artesanal que está siempre presente en la compañía barcelonesa.

Coralina
La comedia va subiendo de intensidad a lo largo de la obra. En la fotografía, los actores Sergi Torrecilla y Joan Arqué Solà, en los papeles de Florindo y Arlecchino. © Bito Cels