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La confessió o l’esca del pecat
JOSEP PALAU I FABRE, 2000
Palau i Fabre, el picassiano por excelencia, es uno de mis tres Reyes de Oriente. La confessió o l’esca del pecat es su obra más poética y obscena a la vez. Una de sus constantes es la provocación desde el sexo. Un día le pregunté qué le hubiera gustado ser si no fuera hombre, y Palau me respondió: “un toro”. Lo identifico con la precaución de colocar unas celosías entre el público y el espectáculo. Lugar, una iglesia, con confesionario y altar. Los actores, desnudos.